Tras varios ciclos de la siempre tensa relación entre México y el gobierno Trump, el nuevo embajador de Estados Unidos, Christopher Landau, comienza a destacar como parte de un aparente juego en el que la Casa Blanca golpea y la sede diplomática lanza sonrisas… ambas desde twitter.

Landau representa a Washington desde agosto, pero en este periodo son muy pocas las aportaciones suyas que hayan sido detectadas, además de su aparente apego por la comida mexicana y su fluido dominio del idioma castellano. En la víspera del Día de Acción de Gracias en su país, entró a las redes sociales para dar cuenta de que antes de alistar la cena había visitado en el supermercado el rincón de alimentos hispanos, asegurándose de llevar algunas tortillas.

Abogado litigante graduado en Harvard, nacido en Madrid, radicado por años en Paraguay y con estudios sobre Latinoamérica e Historia, Landau está siendo reconocido en los círculos del poder mexicano como una presencia sonriente…, pero anodina. La cancillería, que encabeza Marcelo Ebrard, la fiscalía federal de Alejandro Gertz y la Secretaría de Seguridad, de Alfonso Durazo, saben que en su búsqueda de soluciones ante la crisis recurrente con el gobierno Trump, la puerta que deben tocar no es la del señor Landau.

Nadie en el equipo de la representación diplomática estadounidense perdió su gesto de condescendencia hace algunos días cuando ante funcionarios del gobierno mexicano exasperados por la falta de avances en los compromisos para frenar el flujo de armas, los hombres de Washington propusieron un programa de capacitación a policías basado en la donación de dos perros detectores de drogas, lo que representaría, dijeron, una aportación equivalente a cuatro millones de dólares. Con ello se rescataría el Plan Mérida, cuya reedición ha sido personalmente rechazada por el presidente López Obrador.

El 22 de octubre ambas naciones anunciaron el programa “Frozen” (congelado) para combatir la venta y entrada de armas desde territorio norteamericano, que luego aparecen en manos de criminales en nuestro país, cada vez más poderosas y letales, cobrando la vida de civiles y de agentes policiales de diverso orden. Tres de cada cuatro armas decomisadas aquí fueron fabricadas del otro lado de la frontera. Parte del resto, originarias de Rusia, China y otras naciones, primero entraron a la vecina nación para después ser contrabandeadas hacia acá.

Para los expertos en la historia de la relación binacional, el estilo de Landau recuerda cada vez más a John Gavin, el actor norteamericano de ascendencia mexicana, que en 1981 fue arrancado de los estudios de Hollywood por el gobierno de Ronald Reagan para convertirlo por casi cinco años en un embajador que, también, nunca dejó de sonreír. Pero cuya gestión encarnó el doble lenguaje y la hipocresía con las que los imperios gustan de relacionarse con el resto del mundo.

Apuntes: Existe en el muy disminuido PRI un grupo —pequeño, pero llamativo— que lidera el exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, actual coordinador de su bancada en el Senado, que parece haber emprendido la ruta de la autosalvación a cualquier costo. La semana pasada Osorio acudió en Querétaro al informe de su homólogo panista Mauricio Kuri, aspirante a suceder en la gubernatura a Francisco Domínguez. Ahí dijo que para 2021 respalda una alianza PRI-PAN con Kuri como abanderado. En otro frente, Carolina Viggiano (posición de Osorio desde la secretaría general del PRI) desarrolla nexos con un paisano de ambos, el líder de Morena en Hidalgo, Ricardo Baptista, confrontado con el gobernador priista Omar Fayad. Baptista es la pieza en el Congreso local del cacique universitario estatal Gerardo Sosa Castelán... El activismo personal de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, no ha bastado para que su hermano, Pablo Amílcar, “súper delegado” federal en Guerrero, avance hacia la posibilidad de ser candidato de Morena para relevar en la gubernatura al priísta Héctor Astudillo. Para nerviosismo de la familia Sandoval, están confirmados contactos del equipo de Palacio Nacional con Luis Walton, empresario y exalcalde de Acapulco (2012-2015), quien tras un discreto encuentro con el presidente López Obrador, tomó distancia de Movimiento Ciudadano, en el que fue figura clave más de una década.

rockroberto@gmail.com

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