Con poco más de 100 posiciones en juego, las elecciones en Hidalgo y Coahuila , que serán celebradas finalmente el 18 de octubre, arrojarán señales para los comicios del 2021, cuando se disputarán cerca de 21 mil posiciones, los más numerosos en la historia.
Sabremos si mantendrá su avance Morena , el partido del presidente López Obrador, o si exhibirá desgaste con menos de dos años en el poder, especialmente ante estados con fuerte arraigo del PRI y donde se prevé una baja afluencia de votantes, lo que subrayará la preeminencia de las estructuras partidistas.
Hidalgo renovará sus 84 alcaldías, apenas una decena de las cuales supera los 100 mil habitantes. Es un estado muy politizado, asiento histórico del PRI , de ahí que sea uno de los pocos que no ha tenido alternancia partidista en la gubernatura, que actualmente ocupa Omar Fayad .
El panorama también parece beneficiar al gobernador Miguel Riquelme , de Coahuila, donde se elegirá a un Congreso con apenas 16 diputados de mayoría, a los que se sumarán nueve plurinominales.
Pero se equivocará quien le reste importancia a, por ejemplo, el proceso hidalguense, que exhibirá la extinción del dominio ejercido durante más de una década por Miguel Ángel Osorio Chong, exgobernador (2005-2011), secretario de Gobernación en el gobierno Peña Nieto y actual coordinador del PRI en el Senado, donde junto con el dirigente del partido, Alejandro Moreno, parece resignado a que el Institucional se quede en 2021 con migajas del poder que alguna vez tuvo, siempre y cuando puedan regentear esas migajas... si otro bloque priista no los desplaza antes.
La familia Osorio Chong, todopoderosa por muchos años, no logrará que uno de los suyos, Luis Osorio, surja como aspirante priísta en la capital, Pachuca, en el registro de candidaturas esta semana.
Otra buena señal será el desplazamiento del cacicazgo político de Gerardo Sosa Castelán (hoy investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera) utilizando a la universidad estatal como su negocio personal, y que se ostenta hasta ahora como propietario de la franquicia de Morena en la entidad.
El PRI hidalguense dará la batalla, y quizá conserve la mayoría de los municipios, pero se anticipa que perderá Pachuca, a manos de Morena, que todavía baraja los nombres de Canek Vázquez, cercano al líder priísta Manlio Fabio Beltrones, y de Pablo Vargas, ligado al influyente secretario federal de Hacienda, Arturo Herrera. Otros dos nombres parecen desechados: Francisco Xavier Berganza, tantas veces candidato a todo, y Humberto Veras Godoy, diputado local subordinado al llamado Grupo Universidad y también indagado por la UIF.
Apuntes:
La batalla intramuros en Morena por la cada vez más próxima candidatura para gobernar Guerrero cobró un cariz singular. Los principales contendientes son el senador Félix Salgado (quien ya había iniciado precampaña y le pidieron regresar a su escaño) y Amílcar Sandoval, “superdelegado” del gobierno AMLO en la entidad, que hace activismo diario, apoyado por su hermana Irma Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP). Acaba de ser ruidosamente cesada la subdirectora administrativa del importante hospital capitalino “1º de Octubre” del ISSSTE, Zulma Carvajal Salgado, tras una investigación fulminante de la SFP. Ella es pariente del senador Salgado. Declaró que su despido se debe a tal parentesco y a sus denuncias por corrupción en contra de funcionarios del organismo, que dirige Luis Antonio Ramírez Pineda. Llamó la atención la prestancia de la secretaria Sandoval, que contrasta con su pasividad ante las mafias burocráticas y sindicales que dominan a la institución.
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