Mañana lunes, bajo el cabalístico día 111 desde la tragedia del 3 de mayo, la jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum , presentará un nuevo reporte sobre el derrumbe en la Línea 12 de Metro que causó la muerte de 26 personas y heridas a decenas más, muchas de ellas con afectaciones que lastrarán al resto de su vida.
De acuerdo con versiones allegadas a este espacio, se tratará de un reporte final -no habrá uno tercero, contra lo anunciado el 16 de junio pasado - basado en investigaciones de la empresa noruega Det Norske Veritas (DNV), sobre cuya contratación crece una oscura nube de cuestionamientos.
Esta compañía, de acuerdo con información obtenida, ha reportado tener contratos con Petróleos Mexicanos ( Pemex ) desde septiembre de 2020, a través de Pemex Exploración y Producción (PEP). Con ésta desarrolla servicios de “análisis y procesos peligrosos (PHA, por sus siglas en inglés) y planes de respuestas a emergencias (ERP), con un monto de facturación que aún no es público.
Una profusa consulta sobre referencias de DNV la presenta como entidad líder mundial en certificación y valuación de negocios y gestión de riesgos en las industrias marítima, petrolera, de gas y energética. Nada sobre dictaminar accidentes en sistemas de Metro.
En el debate sobre la L12 flota la duda sobre si el país -y las víctimas de la tragedia- puede esperar suficiente imparcialidad de una empresa no especializada (DNV) y, además, con intereses con el gobierno mexicano; si fue contratada por un actor imparcial o, como ocurrió, por una parte implicada: el gobierno de la ciudad. Además, si es legal que esta contratación la haya hecho la Secretaría de Protección Civil capitalina y no la Fiscalía General de la ciudad o, por las implicaciones del caso, la fiscalía federal.
Las fuentes consultadas sobre el reporte que será presentado mañana por la señora Sheinbaum anticiparon que el mismo sostiene la hipótesis central del daño de origen en la obra encomendada a un grupo de empresas encabezado por compañías de Carlos Slim , durante el gobierno de Marcelo Ebrard (2006-2012).
Slim ha corrido con el mayor desgaste en esta historia, en la cual, en forma singular, se ha buscado excluir a otros consorcios, como ICA y Alstom. El magnate mexicano ha negado fallas de origen, pero extrañamente ofreció pagar las reparaciones que el daño implique.
Las versiones anticipadas sobre el informe de mañana aseguran que se descartará cualquier responsabilidad de los trabajos posteriores o falta de mantenimiento durante la administración de Miguel Ángel Mancera (2012-2018), que no recibió la obra durante 11 meses, tras múltiples auditorías.
También se desestimará que haya habido negligencia en ese mismo periodo por desatención a daños provocados durante el terremoto de 2017. Ninguna responsabilidad surgirá tampoco, de acuerdo con estas fuentes, sobre la administración de la señora Sheinbaum, que el 29 de junio debió cesar a su directora del Metro, Florencia Serranía, ante un escándalo por señalamientos de incompetencia, omisiones en las áreas de mantenimiento y conflictos de interés que, sin embargo, no le atrajeron imputación legal alguna.
Será importante conocer si también se ofrece un balance de la atención a las víctimas; el avance de los trabajos para rehabilitar la L12 y ponerla a funcionar en un año, como ofreció el presidente López Obrador , de los cuales ha corrido casi la tercera parte. Para eso se formó un Comité Técnico formado por seis reconocidos expertos mexicanos, de cuyos trabajos sabemos poco.
Pero la verdadera duda será: ¿Estamos hoy, o no, más cerca de conocer la verdad y aplicar justicia ante lo ocurrido en la L12? ¿Usted qué cree?