El gobierno López Obrador ha trazado una estrategia de doble filo sobre los temas electorales, que como puede resultarle exitosa, puede llevarlo a una crisis con alcances constitucionales.
El cálculo de Palacio Nacional es amarrar, sí, el gasto del Instituto Nacional Electoral (INE), que preside Lorenzo Córdova, pero a la vez castigar las prebendas de que disfrutan los partidos políticos, con lo que se espera atraer el beneplácito público. En ambos frentes se espera tormenta, pero según fuentes consultadas, el equipo presidencial dispone de algunas armas secretas de las que puede echar mano si las cosas se complican en demasía.
Esta semana la Cámara de Diputados emprenderá la tarea encomendada a Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena, para reducir 50% el dinero destinado a los partidos políticos, un reclamo acumulado por décadas, acaso desde que se definió el modelo de que el Estado deba subsidiar, por interés público, la vida de los partidos, con cantidades que no han dejado de crecer, hasta superar los cinco mil millones de pesos el próximo año, cuando habrá una minúscula actividad electoral.
Estas cantidades brincaron en forma inopinada en 1996, con ajustes legales e incluso constitucionales promovidos por los propios partidos representados en el Congreso, bajo el falaz argumento de que la democracia es muy costosa. Lo que resultó enormemente oneroso fue el apetito de los políticos para autopromocionarse y el de las empresas televisivas para capturar no solo extraordinarias tajadas del erario, sino también convertirse en grandes electores.
Un recorte de la mitad de los dineros entregados a las diversas franquicias partidistas tendrá como primer afectado a Morena, hoy en el gobierno, que de acuerdo con estudios en este campo, vería multiplicarse por cuatro las llamadas prerrogativas que recibiría a partir de 2020.
Los clásicos dirán que será de pronóstico reservado la reacción que Morena y las otras agrupaciones (varias de ellas agónicas, como el PRD) busquen oponer a una determinación de esta naturaleza, incluso apelando a una controversia constitucional.
Por lo que toca al INE, los comisionados encabezados por Córdova se han alineado en un discurso sobre el riesgo de que este órgano del Estado, que representa un contrapeso esencial, sea sometido bajo el recurso de los ajustes presupuestales. Ilustran este hecho en que el Congreso federal no les autorizó el aumento que solicitaron, si bien el monto de sus recursos crecerá marginalmente con respecto a otros años. Y lo hará en 2020 cuando, como se dijo, habrá solo par de elecciones aisladas, si bien hacia finales de año deberán comenzar los preparativos para el proceso 2021, ese sí de grandes proporciones.
Documentación recopilada por operadores gubernamentales da cuenta, sin embargo, de los excesos en los que incurre el gasto del INE, tanto en el ámbito de sus funcionarios como en generosas partidas para contratar asesores externos o para contratar con terceros lo que debería hacerse con los robustos equipos internos. Una pugna desbordada nos dotará de un nuevo circo, ahora en el campo electoral.
APUNTES:
Jared Kushner, yerno del presidente Trump, ha sido por tres años el mensajero confidencial de lo que jamás se podrá decir en público. De ahí que su nueva visita a México solo puede entenderse como el cierre de una negociación extrema para que se autorice el T-MEC o se le declare en vida latente hasta finales de 2020, cuando hayan transcurrido los comicios presidenciales en Estados Unidos. Nuevamente el tema caerá en la mesa del canciller Marcelo Ebrard ooo A unas cuantas semanas de iniciado, el gobierno de Jaime Bonilla, gobernador morenista de Baja California, ya no genera dudas sobre si extenderá su mandato a cinco años, sino que quizá no logre sostenerse los 24 meses para los que fue electo. Dos funcionarios clave de su administración fueron echados ya del cargo luego de descubrirse su ansiedad por enriquecerse. El secretario general de Gobierno, Amador Rodríguez Lozano, encontró sensato reaccionar con insultos en contra del semanario Zeta, que hizo las denuncias correspondientes, y se aseguró de injuriar la vida personal de su directora, la acreditada periodista Adela Navarro. Acabó pidiendo una disculpa que difícilmente alguien le podrá conceder ooo La crisis de equilibrios en Morena y sus aliados dentro del Congreso de la ciudad de México abrió la puerta para que el coordinador parlamentario del PAN, Mauricio Tabe, encabece la Junta de Coordinación Política. Anoche presentó un balance que lo acredita con destreza para la prestidigitación circense.
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