México forma parte de un mundo en crisis en el que cada gobierno y pueblo tienen que solucionar sus problemas, trazar su ruta para salir adelante y superar los problemas de salud, inseguridad y parálisis económica. Los mexicanos debemos entender que nadie vendrá a salvarnos, nadie vendrá a sacarnos de nuestros apuros; lo que no hagamos por nosotros mismos nadie lo hará. Nuestro objetivo colectivo es construir un país de convivencia y libertades, de oportunidades y de realizaciones humanas.
Los dos gobiernos, el de Estados Unidos y el de México, deben comprender que el mundo ya cambió, es otro. No pueden esperar resultados promisorios con la actitud del pasado. Se debe cambiar y fortalecer la convivencia con nuestros vecinos del norte. Nuestra relación bilateral México-Estados Unidos debe cambiar de tono y de propuesta y privilegiar el apoyo a la cooperación para el desarrollo. Un nuevo trato, al estilo Roosevelt, y una alianza para el futuro, similar a la del Progreso, de Kennedy.
Los tiempos obligan a trabajar juntos en grandes proyectos de reivindicación económica y social; a contemplar los problemas comunes con una visión integral y acometer su solución en forma conjunta. La pandemia y la vacunación masiva rebasan nuestras fronteras y se convierten en un asunto de interés nacional para los norteamericanos. Se requiere de una atención conjunta porque, de lo contrario, las miles de familias sin vacunar que entran a Estados Unidos serán un foco permanente de contagio.
Asimismo, el fenómeno de la migración es muy complejo. La gente deja su tierra, su hogar y su familia por necesidad. En gran parte, es la resultante de la violencia, inseguridad y falta de oportunidades de trabajo en sus países, pero también es la búsqueda del sueño americano. Ninguna acción militar podrá dar solución a esta problemática. Se deben combatir las causas que generan la diáspora migratoria.
El gobierno de Biden debe también comprender la inminente necesidad de dar un nuevo giro a la relación bilateral, privilegiar la cooperación para el desarrollo y, de manera franca, amistosa y útil, analizar los problemas comunes entre México y Estados Unidos como retos de solución conjunta, en beneficio de ambas naciones. La migración, el narcotráfico, la parálisis económica, la pandemia, la vacunación masiva y la pobreza extrema en el país exigen un nuevo tratamiento, acciones comprometidas y recursos para solucionarlos.
La frontera sur es Chiapas. Un estado estratégico, puerta de entrada a Centroamérica, con recursos naturales y humanos que pueden ser el instrumento conjunto de México y Estados Unidos para detonar un nuevo esquema de cooperación bilateral. Crear un nuevo mercado que aproveche las ventajas geográficas para integrarse e interconectarse a las cadenas exportadoras del T-MEC. En forma conjunta, con una nueva relación bilateral, es factible hacer de este importante territorio un gran recinto para su reactivación económica y dotarlo de suficientes servicios para el aprovechamiento de la infraestructura y estímulos para tener ocupación, ingreso y bienestar.
En concreto, el presidente López Obrador, además de su planteamiento de apoyar a Centroamérica, debe proponer al presidente Biden esta acción nueva y sustentable para Chiapas y para México. Lo que se pretende es poner sobre la mesa una nueva carta como propuesta: iniciemos un plan piloto en Chiapas y construyamos una nueva realidad económica a la puerta de Centroamérica. Chiapas es la frontera sur. No es justo hablar del desarrollo de Centroamérica al margen del estado de Chiapas. Es una omisión y una ofensa a nuestra presencia nacional.
En principio, se proponen algunas acciones:
* Convertir a Chiapas en territorio especial de facilitación y apoyo a las inversiones privadas, oficiales, nacionales y extranjeras. Un recinto fiscal internacional.
* Promover entre ambos gobiernos, el mexicano y el norteamericano, inversiones multilaterales y crear la infraestructura de servicios para el desarrollo de la región.
* Establecer, con base en datos duros, el compromiso de instalar 200 empresas, de diferentes ramas industriales, interconectadas al esquema de los mecanismos de exportación del T-MEC.
* Rehabilitar Puerto Madero con todos los servicios: bodegas, viviendas, gasoductos, estaciones de servicio, intercomunicaciones, etcétera.
* Crear rutas del Tren Maya: Palenque-Tapachula-Tuxtla Gutiérrez-Cd. Cuauhtémoc y a futuro Tapachula-Guatemala, Cd. Cuauhtémoc- Guatemala.
* Construir infraestructura de carreteras modernas: San Cristóbal-Ocosingo-Palenque, San Cristóbal-Comitán-Cd. Cuauhtémoc.
* Desarrollar y operar, gobiernos y las empresas y corporaciones empresariales, el sistema de riego del Soconusco (100 mil hectáreas), para el desarrollo de plantaciones comerciales de exportación.
* Crear sistemas de riego de 10 mil hectáreas en los márgenes del río Grijalva, para incorporarlas a la producción agrícola. Rehabilitar y dar mantenimiento a los sistemas de riego existentes también es una urgencia.
* Construir, con las normas y protocolos más estrictos de respeto al medio ambiente, la infraestructura para el desarrollo turístico del norte de Chiapas: Palenque, Agua Azul, Yaxchilán y Bonampak. Este es un gran atractivo cultural, es una joya mundial que, sin duda, generará un torrente de visitantes a la zona.
* Trasladar la CFE a Chiapas y crear un polo de desarrollo cercano a Tuxtla para un nuevo asentamiento humano de 10 mil viviendas para los trabajadores de la empresa, bien planeado y mejor construido, que a futuro será un importante centro de desarrollo regional.
* Convencer y apoyar a las grandes universidades del mundo, como lo hizo en su tiempo el presidente Nehru, de la India, e instalarlas en Chiapas con todas las facilidades y apoyos, para empezar a construir el futuro con base en la ciencia y la tecnología: Harvard, Chicago, Oxford, etcétera.
* Potenciar a Chiapas como el hábitat propicio para el desarrollo de las empresas generadoras de energías limpias.
Nuestra vecindad marca la diferencia y nuestra fortaleza. China y Estados Unidos están en plena conquista comercial, México les representa una gran opción para su expansión. Nuestro país debe aprovechar la coyuntura y las circunstancias.