Da la impresión que sí. Apenas este lunes se presentó una nueva manifestación de la imperiosa necesidad de un cambio de rumbo en el acontecer nacional. Unos tres centenares de personajes se reunieron para el nacimiento formal de “Colectivo por México” o “Mexicolectivo” proponiendo un nuevo “Punto de Partida” para el país, a través de un documento que diagnostica la polarización, la ingobernabilidad, la corrupción, el mal uso de los recursos públicos y el autoritarismo que actualmente vivimos; señalando que es mejor tener un coro de voces, aunque sean disonantes, que el mando de una sola voz. El documento incluye también un análisis de los grandes temas y subtemas de todo el quehacer público como paz, desarrollo, seguridad, justicia, gobernabilidad, salud, educación, cultura, calidad de vida, pobreza, desigualdad, economía, empleo, productividad, medio ambiente, problemática de las mujeres, los niños y muchos otros.
Por supuesto que no es desdeñable ni menospreciable el esfuerzo de todos estos mexicanos que durante un año —a decir de ellos mismos— se han dado a la tarea de trazar este mapa radiográfico del país. Sin embargo, inquietan varias cosas: que muchos de sus razonamientos pasen a formar parte de un catálogo de buenas intenciones sin propuestas concretas: por ejemplo, ¿habría que rehabilitar Texcoco y cerrar el AIFA? ¿Vale la pena la vida artificial financiera para Pemex y la CFE? ¿Por qué no reabrimos las estancias infantiles, los refugios para mujeres violentadas y las escuelas de tiempo completo? ¿No serán más valiosos los créditos a micro y pequeñas empresas y la creación de cooperativas —como las que operan exitosamente en el sureste asiático— en lugar del reparto electoral de dinero en efectivo?
Otra interrogante es que en el documento no se menciona al presidente López Obrador, vaya, ni siquiera a su gobierno de la Cuatro T. Lo que me hizo recordar a mi admirado manager Arturo “El Cuyo” Hernández, cuando en alguna entrevista me hablaba del “punch” como algo que se trae o no, y que ahora siento que le faltó a esta propuesta.
Tal vez a ello se deba que al momento de escribir estas líneas me llega un comunicado de Cuauhtémoc Cárdenas deslindándose de Colectivo por México y Punto de Partida. Lo que explicaría su ausencia en el acto de presentación, pero implicaría también cierto desorden de organización, ya que su nombre fue anunciado como uno de los principales convocantes. Al menos que “las consideraciones de carácter político” del ingeniero se deban a que su hijo es el coordinador de asesores de AMLO.
Pero la inquietud principal es que este agrupamiento, por respetable que sea, es un nuevo frente de la oposición que no acaba de aglutinarse en este país: ya existe Va por México y Sí por México y ahora una tercera vía con Mexicolectivo; añádanse los intereses de cada partido contrincante de Morena y no parece haber adversario para el partido del presidente. Por el contrario, una oposición dividida y deshilachada donde están privando más los protagonismos que los intereses nacionales; todavía incapaz de proponernos un nuevo modelo: un México posible.
Regresando al “Cuyo”: otro round ganado por Andrés Manuel López Obrador. Quien debe estar feliz, feliz, feliz.