Ricardo Rocha

Feminicidios: Alerta Nacional de Género

21/08/2019 |00:59
Redacción El Universal
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“Nosotros las degradamos, las humillamos, las explotamos, las golpeamos, las torturamos, las violamos y las matamos. Nosotros todos. Nosotros los hombres, nosotros los gobiernos, nosotros los policías, nosotros los asesinos, nosotros las fábricas, nosotros las oficinas, nosotros los comercios, nosotros la pobreza, nosotros las leyes, nosotros la impunidad, nosotros los medios, nosotros la indiferencia.

En México, la violencia contra las mujeres es el más grave problema de salud pública. Aunque el gobierno federal y los de estados y municipios se niegan a aceptarlo. Adentro de las casas, en seis de cada diez, su “pareja” las golpea sistemáticamente. Afuera, en las calles o en los baldíos de los cinturones de miseria que aprietan las grandes ciudades, siguen apareciendo sus cuerpos sin vida. Cada vez más jóvenes. Niñas. Todas muertas. Víctimas de una violencia irracional y creciente.

Para millones de mujeres en este país, una pesadilla que incluye presidentes, gobernadores, procuradores, fiscales, jueces y una caterva de funcionarios inútiles. Ninguno que haya podido ofrecer a la nación ni respuestas ni acciones contundentes a esta cadena interminable de asesinatos.

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Por supuesto, hay una danza macabra de cifras y razones, dependiendo del cristal con que queramos mirar esta realidad oscura. Que si unas son muertes por violencia intrafamiliar. Que otras por crímenes pasionales. Que algunas son víctimas de asesinos seriales. Que no, que se trata de hechos aislados. Que si los narcos, que si los juniors. Que quién les manda ser bonitas y andar a deshoras en la calle.

Así que no nos engañemos ni seamos cómplices silenciosos. En este país se comete todos los días un gigantesco y vergonzante feminicidio colectivo. Un crimen multitudinario, resultado de una violencia de género cuyas condicionantes sociales, económicas y laborales nadie quiere atender y que llevado al extremo de la impunidad ha provocado todos estos asesinatos bajo el manto de una insensibilidad que debiera avergonzarnos a todos”.

Lo malo es que todo lo anterior lo escribí en este mismo espacio y lo dije en estas mismas estaciones de radio y televisión el 6 de junio de 2005. Hace 14 años. Y, como se ve, no ha habido avance alguno en materia de seguridad para más de 60 millones de mujeres en este país. Por el contrario, las cifras son cada vez más horrorosas y vergonzantes: nueve mujeres asesinadas cada día; casi cuatro mil en el recuento del año pasado; una de cada cuatro niñas mexicanas es violada antes de cumplir los 18 años y solo en uno de cada mil casos llega a producirse una condena; en la Ciudad de México, 7 de cada diez violaciones son cometidas por algún familiar.

Por eso la furia de las miles de mujeres que han salido a marchar y protestar en los días recientes. Las que en una visión absolutamente reduccionista están siendo juzgadas por los vidrios roto, las pintas en el Ángel y la diamantina arrojada a los ineptos. Cuando reivindican una lucha de décadas.

También creo que los gobiernos de Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador tienen una sola oportunidad de ponerse a la altura de la circunstancia histórica que les tocó vivir. Ella, con medidas urgentes, valientes e imaginativas más allá de foros interminables. Él, con el reconocimiento de que es necesario decretar una ALERTA NACIONAL DE GÉNERO. Aunque sus “conservadores” le digan que sería muy dañino para la imagen del país. A ver si es cierto.



Periodista.
dn_rocha@hotmail.com