A casi dos años de iniciada la LXIV Legislatura y de que la mayoría parlamentaria pusiera en marcha la agenda concurrente con el Ejecutivo federal para sentar las bases de la transformación del país, vale la pena preguntarnos qué se ha logrado y cuáles son los grandes pendientes del Poder Legislativo.
Para responder la primera parte de esta pregunta es importante decir que, de los doce puntos contenidos en la agenda, se han logrado concretar once, quedando sólo pendiente la reforma constitucional para eliminar el fuero. Precisamente gracias al avance en el cumplimiento de la agenda, hoy han sido eliminados los lujos que se ostentaban en la cúpula del sector público, y los sueldos exorbitantes que se percibían han sido disminuidos. Actualmente, ningún funcionario o funcionaria puede tener un salario superior al del presidente de la República y, lejos de los excesos del pasado, ahora la austeridad republicana es una política de Estado.
También fue derogada la mal llamada reforma educativa aprobada en el pasado, y se dio paso a modificaciones de ley que realmente beneficiarán tanto a estudiantes como a docentes. Además, se dejó atrás el fantasma inflacionario que impedía aumentar el salario mínimo , generando incrementos significativos en dos años consecutivos. En materia de participación democrática, los cambios legales realizados permiten que se realicen consultas populares y abren la posibilidad a la revocación de mandato, promoviendo que la participación ciudadana no se limite a emitir un voto cada tres o seis años.
Se han reformado las instituciones encargadas de la seguridad pública del país, muchas de las cuales tenían enquistados profundos vicios que imposibilitaban caminar hacia la pacificación y, si bien aún falta avanzar en este aspecto, su puesta en marcha significó un avance importante para el reforzamiento de la seguridad pública de México. Paralelamente, la corrupción , el robo de hidrocarburos y los delitos electorales antes tolerados, aceptados y, en ocasiones, promovidos son finalmente catalogados como graves.
Así, la agenda concurrente que se planteó hace dos años dejó de ser una lista de anhelos y de aspiraciones, para convertirse en acciones concretas en las que se cimienta la Cuarta Transformación.
Ahora bien, el actuar legislativo de la mayoría en el Senado de la República no se ha limitado a la lista de acciones enmarcadas dentro de la agenda concurrente, y además hay pendientes importantes que se habrán de retomar en el periodo de sesiones próximo a iniciar, con más de 30 leyes o reformas en materia constitucional o legal, entre las que se encuentra la mejora de los sistemas de procuración e impartición de justicia, lo cual ya se está trabajando en coordinación con el Poder Judicial y con la Fiscalía General de la República.
En materia económica, habrá que hacer modificaciones importantes para recuperarnos económicamente de la pandemia generada por la COVID-19, como la de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, para que en casos de emergencias se puedan reorientar los recursos, así como las reformas concernientes a la concentración y extinción de los fideicomisos públicos, la cual representa recursos económicos de alrededor de 250 mil millones de pesos.
Para aumentar el bienestar de la población, buscaremos expedir la Ley General de Economía Circular, y se revisarán los sistemas de ahorro para el retiro, para que las y los trabajadores mexicanos tengan acceso a una jubilación digna y justa.
En materia de contenidos en las plataformas digitales, se buscará garantizar que entre un 10 y un 25 por ciento de la programación corresponda a contenidos nacionales, asegurando que las y los productores del país tengan la posibilidad de ser incluidos, con lo que se apoyaría a esta industria a fortalecer su presencia en estos espacios.
En materia de justicia social y laboral, una de las acciones que se tienen que concretar es la reforma del sistema de subcontratación en México. Otro pendiente importante es tipificar la discriminación racial como delito, con el objetivo de proteger a las personas que han sido víctimas de ataque por sus orígenes étnicos o color de piel.
En materia sanitaria, se trabajará en las modificaciones a la Ley General de Salud, para mejorar los esquemas de prevención del suicidio y proteger la salud mental de la población. También están pendientes las reformas de ley relativas al uso lúdico de la marihuana, algo importante para el fortalecimiento de las libertades personales.
Estos son sólo algunos de los pendientes en los que la mayoría parlamentaria del Senado de la República se enfocará en el futuro cercano. Aún falta mucho para lograr la consolidación del cambio de régimen, pero a casi 24 meses del inicio de la actual Legislatura es posible decir que ahora se cuenta con garantías para que los ideales de la Cuarta Transformación se reflejen en mejoras de vida y para que, a través de su incorporación a la normatividad, se conviertan en cambios de largo aliento difícilmente reversibles. Con esto se está asegurando que, independientemente de quién se encuentre al frente del gobierno, la ampliación y el respeto de los derechos perduren.
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