He sido legislador la mayor parte de mi carrera política: tres veces diputado federal y tres veces senador de la República. Esto se traduce en más de dos décadas de experiencia, los cuales me permiten asegurar que en los últimos treinta años no hubo un Congreso de la Unión tan autónomo y tan diverso como el que se constituyó después de la transición política de 2018.
El Grupo Parlamentario de Morena en el Senado de la República está conformado por 61 integrantes, mujeres y hombres libres y respetables. Sus profesiones son diversas; hay médicas, maestros, empresarias, activistas, líderes sindicales y sociales, académicas, artistas, juristas y otras tantas. Las causas que abandera cada elemento le dan al grupo un carácter multidisciplinario en temas como igualdad de género, medio ambiente, atención a víctimas, fomento económico, igualdad, internacionalismo, derechos humanos, seguridad pública, soberanía energética, y un larguísimo etcétera.
Resultaría antinatural que coincidiéramos en todo, que no hubiera diferencias ideológicas y de posturas en torno a los temas que nos ocupan. Pero esto no implica que no coincidamos en lo fundamental. Al Grupo lo une el anhelo de construir un país más justo, equitativo y próspero, pero al mismo tiempo, lo distinguen la libertad de expresión y el derecho a disentir.
En tal sentido, fue sano y natural que durante la octava reunión plenaria del Grupo Parlamentario, llevada a cabo el sábado y domingo pasados, hubiera coincidencias respecto a cuáles serán los temas primordiales en el futuro legislativo cercano, y que además se manifestaran posturas personales que, bajo ninguna circunstancia, implicarán que nos alejemos de la unión y la cohesión.
La discusión de la iniciativa constitucional de reforma eléctrica fue uno de los temas centrales. Para lograr este cambio estructural, que busca corregir las fallas cometidas en el pasado con la aprobación del llamado Pacto por México y, al mismo tiempo, transitar hacia la soberanía energética, se requiere encontrar un balance entre el respeto a las inversiones privadas y el fortalecimiento del Estado en la materia. Aprobarla no será sencillo; para lograr reformas constitucionales es indispensable el apoyo de la oposición , el cual se debe conseguir mediante el diálogo y el entendimiento.
Coincidimos también en que la seguridad, junto con la salud pública y el encarecimiento de los precios, son de los temas más relevantes en la actualidad. En el Senado de la República hemos coadyuvado con el Ejecutivo federal para que el Gobierno de México cuente con las herramientas necesarias que permitan romper el ciclo de la violencia, desencadenado de manera acelerada en el país desde 2008. Sin embargo, es una asignatura pendiente que la mayoría parlamentaria tendrá que revisar con responsabilidad y objetividad.
Por otro lado, una de las diferencias más claras entre quienes integramos el Grupo Parlamentario fue la postura con respecto a la Comisión Especial para Investigar Abusos de Autoridad en Veracruz , la cual se creó en diciembre de 2021, fue disuelta la semana pasada y surgió por un acuerdo de la Jucopo, como un instrumento de apoyo a personas que han sido injustamente incriminadas en Veracruz, toda vez que no cuentan con otro espacio para que sus voces sean escuchadas.
Crear esa comisión provocó la división entre quienes apoyaron la iniciativa y quienes no. Es algo que no debe sorprender a nadie; recordemos que la libertad que impera en el Grupo ya había provocado una divergencia similar durante la elección de la Mesa Directiva, después del primer año de labores legislativas de la LXIV Legislatura.
En lo personal, he sostenido que Morena no se debe alejar de las causas que le dieron vida: la defensa de las personas marginadas, vulnerables y bajo persecución política , que por décadas fueron olvidadas e ignoradas frente a cualquier abuso en su contra, ya sea la opresión económica causada por un modelo diseñado para servir intereses particulares o por la impunidad rampante que durante años descompuso nuestro sistema de justicia.
Como lo expresé en la plenaria, seguiré defendiendo las causas justas, no sólo porque es una responsabilidad moral con las víctimas, sino porque se trata de valores y principios que siempre he apoyado y que no dejaré de lado, al margen de la existencia de la comisión, cuya disolución yo mismo decidí, haciendo un llamado a la unidad del Grupo Parlamentario, pues sólo de esa manera podremos enfrentar y superar los retos que se esperan para el próximo periodo de sesiones.
Como legislador, conozco la importancia de que un grupo parlamentario cuente con una base ideológica que sirva de argamasa para su funcionamiento, pero también, como coordinador de mi bancada y presidente de la Jucopo, reconozco que la fuerza de Morena en la Cámara Alta radica en nuestra pluralidad. Se podría decir que el de ahora es un Senado en el que la unidad y pluralidad no son factores excluyentes, sino naturales.
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