#LaVozDeLosExpertos
Dedicar energía a ser fan de una serie (un equipo, un artista, un autor, un influencer) puede ser maravilloso, extenuante y de momentos, depresivo. Pones horas de interés y aprendizaje en las manos de alguien más, de algo que no controlas. En el caso específico de Star Wars , esto se trata de generación tras generación de entusiastas.
Han pasado décadas y sigo escuchando conversaciones de gente que se pierde entre la 3-4-5 y la 1-2-3; preguntas de si la tienes que ver en orden de estreno o mejor en orden de la saga. Lo que no se habla es del contexto rodeando la posibilidad de la producción, ¿qué podía hacer Lucas con la tecnología disponible en su momento? Sabemos que gracias a él muchos avances en efectos especiales y calidad del sonido han sido alcanzados, pero no es lo mismo un Jar Jar Binks dirigiendo a un ejército que un Jabba the Hutt riendo con una princesa a ‘sus pies’.
Pero no vengo a justificar sagas que por fin han terminado. En dado caso debo decir que me pareció muy bien logrado el final. Si me quito la gorra de fan ferviente y lo veo como entretenimiento de calidad al que ya he dedicado una cantidad de inversión (tiempo y dinero) entre boletos, compras, juguetes, playeras y accesorios.
Pero no terminamos de conocer la historia del linaje Skywalker cuando ya estábamos como locos esperando un nuevo, llamativo, tierno “Baby Yoda” (The Child) en todos los formatos: playeras, peluches, muñecos mecánicos, stickers (de pegamento y para WhatsApp). Muy conscientes de que la franquicia ahora la tiene una de las empresas que mejor capitalizan sus adquisiciones ( Disney ), no faltarán objetos que adquirir ahora que llevaron la saga a una serie disociada: The Mandalorian.
No hay cosa más refrescante que ver lo que más te puede atraer del universo que aprecias que una historia en un momento pasado, presente o paralelo con el mismo estilo de la película que te atrapó para siempre. No se trata de uniformes o presupuesto, de efectos especiales o la posibilidad de ver los cables que mueven speeders. Es el placer de sentir que el universo sigue, aunque otros imperios y un nuevo orden busquen su lugar.
Sabemos que la saga tiene su buena parte de contribución de textos religiosos, pero sin duda The Mandalorian toca de manera contextual algo muy importante, la interacción de un grupo altamente fanático de su religión, arraigados a sus creencias y costumbres “this is the way” pero que las mismas los llenan de responsabilidad alrededor de la fortuna de sus decisiones.
The Mandalorian
al parecer acontece después de la caída del Imperio y antes de la aparición de La Primera Orden, un descanso para seguir a un nuevo caza recompensas, distinto a Jango o Boba Fett, lejos del control de The New Republic. Para eso, si tienes tiempo para un intenso maratón, tal vez recomendaría ver The Mandalorian entre Return of the Jedi y The Force Awakens.
Sin tanto #ruidoblanco ni ruido espacial, mientras esperamos la segunda temporada, la lista a recomendar se vería algo así:
1. Rogue One
2. Star Wars: A New Hope
3. Star Wars: Empire Strikes Back
4. Star Wars: Return of the Jedi
The Mandalorian
5. Star Wars: Attack of the Clones
6. Star Wars: Revenge of the Sith
7. Solo: A Star Wars Story
The Mandalorian
8. Star Wars: The Force Awakens
9. Star Wars: The Last Jedi
10. Star Wars: The Rise of Skywalker
Nota: La opinión de Ricardo Blanco es personal y no refleja la del medio ni la de la empresa para la que trabaja.