En un reciente artículo publicado por La Jornada, Carlos Fernández-Vega replica las mentiras y falsedades que la organización Oxfam ha difundido durante años en torno a la riqueza. Veamos.
La maniquea y militante Oxfam de nuevo se asoma para plantear un FALSO dilema sobre la riqueza y tiene que ser señalado y corregido. Siguen haciendo ver que ser rico es malo y eso es una perversidad.
Empecemos porque esta mal llamada ONG, que desde el profundo rencor ataca la libertad y la innovación, ha vuelto a cuestionar que los empresarios generen valor económico, social, ambiental y riqueza.
Estos que intentan hacer ver mal a la libre empresa resultan ser los representantes de la misma ONG que usó su financiamiento para pagar prostitutas en Haití… ¡Dinero que supuestamente iba destinado a las propias víctimas del sismo de 2010 a las que decían estar ayudando!
Desde una falsa superioridad moral, Oxfam ?que se financia principalmente con dinero público, que no les cuesta a ellos sino a los contribuyentes de Inglaterra y otras naciones? hace un llamado para que el Estado confisque aún más riqueza con impuestos en lugar de ver la evidencia: para acabar con la pobreza hay que generar riqueza.
Su sueño es “quítenle a los ricos para repartirlo entre nosotros y poder pagar más prostitutas haitianas”… ¿No les suena conocido eso de “les quitamos y nos repartimos”?
Se los repito: si se quiere acabar con la pobreza solo será posible hacerlo creando riqueza.
Es innegable que en México hay inversión y confianza para que haya crecimiento; también es innegable que ese crecimiento existe porque se fabrican productos y se ofrecen servicios, porque hay construcción y comercio; porque se pagan sueldos que, en libertad, se hacen competitivos y también porque se pagan dividendos a quienes invertimos para seguir poniendo nuestros recursos a crear más valor; es un círculo virtuoso, pues.
En cambio, quienes desde la militancia, pequeñez y arrogancia sólo saben extender la mano para obtener dinero (como los gobiernícolas), no alcanzan a comprender un dato que muestra con nitidez las fallas en su lógica: entre el año 2018 y 2022, según datos del Coneval, 5.1 millones de personas salieron de la pobreza en México.
Nadie tuvo que perder lo suyo para que otros tengan más. Ese es un falso dilema.
Durante ese periodo tan complicado para nuestro país y el mundo entero por la pandemia y la guerra, los empresarios que apostamos por el futuro y seguimos invirtiendo, seguimos produciendo; nosotros que no entramos en pánico ni nos dejarnos arrastrar por el miedo, fuimos la piedra angular para salir adelante.
Aunque hay algunos que quieren robarnos la riqueza y la esperanza, nosotros seguimos y seguiremos defendiendo nuestra libertad de creer y crear, de fomentar las condiciones para que todas las personas puedan salir adelante por sí mismas, para que exista prosperidad y que esa prosperidad la puedan construir todos para sí mismos.