Dos noticias significativas hubo ayer sobre la Covid-19: 1. Rebasamos los 50 mil muertos confirmados y 2. Las autoridades de salud anunciaron que se trabaja en un plan B en la estrategia de contención. Veamos primero las cifras oficiales: 462 mil 690 casos confirmados, acumulados en lo que va de la pandemia y 50 mil 517 defunciones confirmadas.

No es novedad que se trata de cantidades obtenidas de pruebas realizadas solo en 475 unidades de salud de las más de 25 mil que hay en el país. En esas unidades se hacen pruebas confirmatorias al 10% de los casos ambulatorios y a la totalidad de los casos graves. No arrojan, por lo tanto, la totalidad real de contagiados por el SARS-Cov2.

Para estimarlos, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell sugirió el 8 de abril pasado multiplicarlos por 8.3, factor que —dijo— iría actualizando, pero que no lo ha hecho. Quedándonos entonces con ese factor, hoy tenemos tres millones 840 mil 327 casos reales totales (2.95% de nuestra población).

Hace un par de semanas se dio a conocer el resultado de un estudio de exceso de mortalidad aplicado en 20 estados. Aunque quedaron fuera 12 (aproximadamente 35 millones de personas), del estudio resultó el factor 2.6 por el que deben multiplicarse los 50 mil 517 decesos confirmados oficialmente. Eso resulta en 131 mil 344 muertes totales estimadas hasta hoy.

Epidemiólogos consultados por esta columna estiman que la pandemia seguirá creciendo hasta finales de este mes de agosto, cuando creen se alcance el pico. Consideran que para tener una señal clara de que empieza a declinar, es de esperarse una disminución consistente de casos durante la primera mitad de septiembre, y entonces sí hablar de que estará domada a finales de octubre, si no se complica con la temporada de influenza que iniciará ese mes.

Hablamos entonces de 75 días más de pandemia que si conservadoramente y de acuerdo con la tendencia registrada arroja 500 defunciones por día, tendríamos que agregar 37 mil 500 más a las 50 mil 517 hasta hoy registradas, lo que daría un total de 88 mil 17 fallecimientos por la Covid-19 en México.

Esta cifra es consistente con el pronóstico de 91 mil defunciones totales del Institute of Health Metrics de Washington , aunque se queda corta respecto a las 140 mil calculadas por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Tal es el nada halagüeño panorama que seguramente obligó a López-Gatell a hablar ayer por primera vez de un plan B en la estrategia contra la Covid19. Lo hizo durante una reunión virtual con la Conferencia Nacional de Gobernadores presidida por la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y el secretario de Salud, Jorge Alcocer .

El subsecretario de Salud reconoció que ante la duración de la pandemia hay que replantear la estrategia, aunque matizó que eso no significa el arrepentimiento de las acciones emprendidas. Le llamó entonces el lado B que, dijo, está en construcción. No precisó en qué consistirá el replanteamiento.

Debe reconocerse que sin vacuna y sin cura específica ante un virus nuevo, ningún país ha logrado una gestión cien por ciento exitosa, ni siquiera Japón al que se considera el más efectivo y donde aún se registran rebrotes. Pero también habrá de reconocerse que el manejo aquí ha sido inconsistente por decir lo menos. Los epidemiólogos consultados lo puntualizan así: 1. Apostarle al modelo Centinela , diseñado según comunicado de la OMS en 2014 para la influenza AH1N1 y no recomendado para virus nuevos, en lugar de la aplicación de pruebas masivas para cortar las cadenas de transmisión; 2. Confinamiento muy precipitado y reapertura anticipada; 3. Cambios repentinos de los criterios de elaboración del semáforo epidemiológico ; Y 4. Mensajes contradictorios sobre medidas elementales de contención como el uso del cubrebocas.

Sobre este último punto ya son varios los estudios científicos que confirman que el uso masivo de las mascarillas reduce considerablemente los contagios en el espacio público. Pero si, y solo si (para citar al clásico), es masivo. De nada sirve que unos lo usen y otros no. Y en esto todos tenemos responsabilidad. Hay que usarlo y exigir que lo hagan los que no lo usan porque se sienten inmortales. Y la exigencia debe extenderse al propio López-Gatell y a AMLO . Es un tema de ejemplo y concientización en el que ambos juegan un papel determinante.

Instantáneas:

1. IMPOLUTOS.

Quiénes son los exlegisladores grabados por Emilio Lozoya Austin es, hasta ahora, uno de los secretos mejor guardados. Varios de los mencionados son panistas y muchos de ellos son actualmente gobernadores. El exlíder del blanquiazul y excandidato presidencial, Ricardo Anaya , respondió que es falso y absurdo que haya recibido sobornos. El hoy gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca , dijo que él no recibió ni un peso. Y el de Querétaro, Francisco Domínguez , guardó silencio con un aire de impoluto que contrasta con pasadas evidencias de maniobras ilegales. Me refiero a una llamada telefónica filtrada a redes sociales durante las campañas electorales de 2018. En ella le comunica a otro exlegislador panista y hoy gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis , que ya le había conseguido apoyo de seis millones de pesos al mes, por cinco meses y le instruye que hable con “El Kurs”. ¿Quién es o era ese personaje?

2. RÉPLICA.

Acuso recibo de la réplica enviada a este espacio por David Peychina y publicada el ayer por EL UNIVERSAL. Nos referíamos el miércoles aquí a un trascendido —surgido de la indiscreción de un importante integrante del actual gabinete— del que inferimos la pregunta sobre el eventual inicio de un proceso en su contra relacionado con el caso de Emilio Lozoya. El expresidente de la Comisión de Energéticos del Senado dice que no hay tal. Gracias por la respuesta. Queda anotada.

3. RATIFICACIÓN.

El Consejo Político del PRI acordó el fin de semana pasado dotar de atribuciones más claras a su Comité Ejecutivo Nacional para la designación de candidatos a puestos de elección popular. Se dijo que a su dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas se le otorgó la facultad de nombrar a los coordinadores parlamentario del tricolor en la cámara de Diputados y en el Senado. Esto último no es cierto. Lo primero sí y ya fue ratificado por más de 25 consejo estatales, ocho más de los 17 requeridos para aprobarlo. Lo que sigue es entregar al INE esas modificaciones para que las avale.

rrodriguezangular@hotmail.com 

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