Como le adelantamos aquí el viernes antepasado, la semana que termina quedó calificada como válida la elección presidencial y por lo tanto confirmada la victoria de Claudia Sheinbaum Pardo, quien recibirá constancia de mayoría y será declarada presidenta electa el próximo jueves.
En su sesión del viernes pasado, la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desechó los 240 juicios presentados por la oposición en contra de la elección presidencial al considerar que no se aportaron pruebas suficientes para atender y resolver las presuntas irregularidades denunciadas.
La sentencia de validación, elaborada por la comisión especial que conformaron los magistrados electorales Felipe de la Mata Pizaña y Felipe Fuentes Barrera resolvió desechar los juicios de nulidad demandados por la oposición y confirmó el triunfo de Sheinbaum.
La magistrada Janine Otálora y el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón propusieron anular 29 y 37 casillas respectivamente, porque se permitió que ciudadanos ajenos a la sección electoral fungieran como funcionarios de las mesas.
Aunque en su argumentación ambos aceptaban que las anulaciones que proponían no alteraban el resultado de la elección, la mayoría de las magistradas y magistrados (Mónica Soto, Claudia Valle, De la Mata Pizaña y Fuentes Barrera) las rechazaron al considerar infundados e inoperantes los señalamientos de una violencia generalizada que impidiera el libre ejercicio del voto, de una ilegal intromisión de AMLO en el proceso y de un uso faccioso de los programas sociales.
“… no se aportaron los elementos probatorios idóneos…” para asumir que “… las irregularidades manifestadas trascendieron a los resultados de la elección, lo cual no aconteció…”, dice el resolutivo.
La sala superior del TEPJF volverá a sesionar mañana para resolver tres juicios que, prácticamente con las mismas acusaciones, interpusieron la excandidata opositora Xóchitl Gálvez, PAN, PRI y PRD. Lo resuelto el viernes pasado permite suponer que también serán desechados y que, en la sesión del miércoles siguiente, se realizará el cómputo final sin cambios en el conteo distrital del INE y el jueves 15 de agosto se oficializará el triunfo de Sheinbaum.
Así, en los resultados por candidato, Sheinbaum habrá obtenido casi 36 millones de votos (59.75%), con una abrumadora ventaja de 20 millones de votos sobre Xóchitl Gálvez que se queda con 16.5 millones de votos (27.45%), diferencia en la que definitivamente no cabe aquel “haiga sido como haiga sido” de Felipe Calderón en 2006.
En el resultado por partido, Morena se alza con 27.3 millones de votos (45.52%), seguido por el PAN con 9.6 millones (16.04%), MC con 6.2 millones (10.32%), PRI con 5.7 millones (9.54%), Verde con 4.6 millones (7.7%), PT con 3.8 millones (6.45%) y PRD con 1.12 millones (1.86%).
Este último no logró el mínimo de 3% de la votación total para conservar el registro de partido político nacional. Le faltaron poco menos de 700 mil votos que pretendía obtener con las impugnaciones que interpuso, pero que el TEPJF ya rechazó.
Se extingue así el PRD a los 35 años, partido sin el que, ciertamente, no se entendería la evolución política del México actual y al que, paradójicamente, las fuerzas de izquierda que lo impulsaron y vieron crecer, son las mismas que a través de Morena, le arrebataron los votos que le daban vida.
Instantáneas:
1. PARTIDO HEGEMÓNICO. Morena, con su abultada votación y la mayoría calificada para reformar la Constitución que todo indica tendrá junto con sus aliados en la cámara de Diputados tras el reparto que hará el INE de las curules plurinominales, se alza como partido casi hegemónico, por lo menos durante los próximos tres años, esto es, hasta las elecciones federales intermedias de 2027. No se vislumbra conflicto alguno en la próxima renovación de su dirigencia en la que todo indica que irá como candidata única la actual secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. La competencia más bien se verá en la secretaría general donde, por cierto, se empiezan a decantar apoyos para Emilio Ulloa, bien visto al interior del partido guinda por sus ideales de izquierda y su reputación de buen constructor de consensos.
2. SECUESTRO DEL TRICOLOR. En el PRI todo está encaminado hacia la reelección en su liderazgo nacional de Alejandro Moreno Cárdenas. Quienes cuestionan sus desastrosos resultados electorales y su intención de perpetuarse mediante la reforma estatutaria que impulsó, aseguran que Moreno Cárdenas tiene secuestrados a los órganos de dirección del otrora poderoso partido tricolor. Ciertamente tiene cooptados a los delegados a la asamblea general y a los integrantes del Consejo Político. La composición del próximo Congreso de la Unión bajará al PRI de tercera a quinta fuerza política nacional (por debajo de MC y el Verde), lo que parece, aunque usted no lo crea, una oportunidad para los fines de Moreno Cárdenas. Se le ha visto muy obsequioso con el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López quien a no dudarlo será el próximo líder de la cámara de Senadores donde Moreno Cárdenas compartirá escaño con él. Dicen los mal pensados que de las 17 senadurías que tendrá el PRI en la próxima Legislatura, saldrán los tres o cuatro votos que Morena y aliados necesitarán para conformar la mayoría calificada que les permita reformar la Constitución.
3. EN BUSCA DE IDENTIDAD. Donde también es grave el descontento contra su líder nacional por los desastrosos resultados electorales obtenidos es en el PAN. Crece el número de detractores de Marko Cortés quien sin embargo trae el apoyo de un grupo de jóvenes panistas que con el excandidato presidencial Ricardo Anaya, el líder de los diputaos blanquiazules, Jorge Romero Herrera y otros distinguidos personajes del llamado cártel inmobiliario, mantienen el control del partido. Es en la intención de recuperar identidad democrática que debe entenderse la decisión de abrir a la votación de su militancia la elección de su próxima dirigencia. Para la realización de ese proceso interna en el que hasta ahora figuran como aspirantes Kenia López Rabadán y Jorge Romero Herrera, se puso como fecha tentativa el próximo 10 de noviembre. Damián Zepeda, también aspirante a sustituir a Cortés envió señales de que se bajaría del proceso ya que su demanda es que la elección se abra a toda la ciudadanía.
4. ¿NUEVOS PARTIDOS? En medio este crítico panorama en los partidos de oposición, se extiende la versión de que el experredista Guadalupe Acosta Naranjo, hoy dirigente del Frente Cívico Nacional (una de las organizaciones de la sociedad civil promotoras de la llamada “marea rosa”) promueve la construcción de un nuevo partido con los ideales que dieron vida al referido movimiento. Se dice que lo hará con otras organizaciones ciudadanas aglutinadas en torno del empresario Claudio X. González y el apoyo de antiguos correligionarios como Jesús Zambrano y Jesús Ortega, mejor conocidos como “Los Chuchos” al encabezar la corriente perredista conocida como “Nueva Izquierda” y bajo cuyo liderazgo le clavaron la puntilla al hoy extinto Partido de la Revolución Democrática. Por otra parte, también circuló la versión de que el expresidente Felipe Calderón opera otra vez la construcción de un nuevo partido que de cabida a los panistas inconformes con el actual estado de cosas en el blanquiazul. Circuló la versión de que entre sus operadores está la ex priista, experredista y ex emecista Sandra Cuevas, exalcaldesa de la Cuauhtémoc en la CDMX. Acaso así se infiera por la fotografía que Cuevas se tomó y circuló en redes sociales cuando visitó en Madrid a Calderón y a Margarita Zavala.
@RaulRodriguezC