En las reuniones del equipo de transición de la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum que encabeza desde el martes pasado Juan Ramón de la Fuente, están ya claramente identificados los temas que son considerados “focos rojos” y de inmediata atención, de cara al inicio del próximo gobierno. Y no podía ser otro más que el de la inseguridad, el que ha ameritado el principal énfasis por su gravedad e inmediatez.
Según pudimos saber sobre algunas de las cosas que se han debatido en esas reuniones, la intención es continuar con la política de atacar las causas que generan la violencia criminal, pero con un innegociable compromiso con la política de cero impunidades y la obtención de resultados contundentes e inmediatos.
El diagnóstico en las mesas de trabajo del equipo de transición de la virtual presidenta electa considera que el correcto funcionamiento de esa estrategia obliga a colocar a personas honestas, transparentes y completamente incorruptibles, en los principales mandos de la seguridad pública e interior.
Un ejemplo comentado con preocupación en esas reuniones sobre lo que no puede ni debe repetirse, es lo ocurrido en las aduanas del país durante esta administración bajo la batuta del hoy secretario general de Gobierno del Estado de México, Horacio Duarte y del exsubsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, periodos en los que floreció el llamado huachicol fiscal, de acuerdo con investigaciones periodísticas, y en los que se hizo caso omiso a un oficio enviado el 18 de agosto de 2022 por el general secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval al director del Centro Nacional de inteligencia (CNI), general de división en retiro Audomaro Martínez Zapata, en el que señala a “un alto funcionario de Aduanas, Juan Carlos Madero Larios, de recibir recursos de negociaciones con operadores externos de las aduanas de Baja California y Sonora” y de participar en “probables actos de corrupción relacionados con el contrabando de hidrocarburos cuando laboró en la aduana de Progreso, Yucatán”.
El documento del que le informé aquí el pasado primero de marzo (https://tinyurl.com/zbu7xy5h) incluso transmite la orden presidencial de dar de baja al funcionario de marras sin que en su momento se cumpliera la disposición.
Muchos de los funcionarios incorporados a Aduanas durante las administraciones de Duarte y Peralta difícilmente aprobarían el examen de control de confianza y de antidopaje. El equipo de transición ya cuenta con un expediente muy completo, que contiene también información que proporcionó el exdirector de Aduanas Rafael Marín Mollinedo, quien renunció intempestivamente y fue designado embajador de México ante la Organización Mundial de Comercio, obligado por las presiones de los ex titulares Duarte y Peralta, quienes presumen que siguen teniendo el control de las aduanas y que incluso llegaron a poner en riesgo la integridad de Marín Mollinedo, razones que expuso en su momento a AMLO y por las que fue enviado al extranjero.
Esta información, de la que también tiene conocimiento la gobernadora mexiquense Delfina Gómez contiene detalles muy delicados del paso por aduanas de su secretario general de Gobierno y de sus presuntos vínculos con personajes como Sergio Carmona, el llamado rey del huachicol que fue asesinado en circunstancias aún no aclaradas.
El equipo que encabeza Juan Ramón de la Fuente ha insistido en la importancia de corregir la situación del sector aduanal, lo que incluye cortar la injerencia que mantiene Duarte y que lo colocó bajo la lupa de la mesa de trabajo del gobierno de transición, en donde ven con preocupación la participación del teniente coronel Cristóbal Castañeda, auspiciada por Duarte, en las reuniones de coordinación de la paz que tienen lugar en el palacio de gobierno de Toluca.
Tal preocupación se debe a que a Castañeda se le atribuye haber tejido vínculos con el cártel de Sinaloa durante los siete años que laboró en esa entidad, primero como subsecretario y después como secretario de Seguridad, periodo que es considerado como el de la mayor violencia en la entidad y en el que su falta de respuesta estratégica desató el llamado “culiacanazo”, episodio de violencia que obligó a la liberación de Ovidio Guzmán (hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán) minutos después de su captura, para evitar sanguinarios daños colaterales entre la población civil.
Este militar es impulsado públicamente por Horacio Duarte para que sea nombrado secretario de Seguridad del Edomex, de acuerdo con reportes que tiene el equipo del gobierno de transición.
Un gabinete para después del tsunami
Se lo dije: ¡fue otro tsunami!, incluso más intenso que el de hace seis años con AMLO. Las encuestas no estaban equivocadas. Equivocados estuvieron los varios opinadores que aseguraban que las encuestas estaban equivocadas. Claudia Sheinbaum arrasó y todo indica que Morena y aliados tendrán la mayoría calificada en el Congreso. Ganaron, además, la Ciudad de México y seis de los otros ocho estados en que se renovaron las gubernaturas.
¿Por qué? Principalmente porque la enorme mayoría que votó el domingo pasado está cómoda con el hecho de que desde hace seis años se le haya volteado a ver y se sienta atendida y representada por Morena y aliados.
Pero también porque la oposición aliancista creó una falsa esperanza de triunfo a algunos sectores de las clases medias, porque los partidos que postularon a Xóchitl Gálvez están totalmente desprestigiados y no ofrecieron ni ofrecen un proyecto alternativo de país sino el mismo plan de negocios de antaño; pero también porque presentaron a una muy mala candidata: limitada, vacía, incompetente.
Da pena y un poco de risa que quienes se han creído los precursores intelectuales de nuestra democracia den toda clase de justificaciones, con brincos y machincuepas, para no reconocer que erraron (como, por lo demás, cualquier ser humano desatina) y llegar a decir con infinita soberbia que los mexicanos nos volvimos a echar las cadenas que ellos nos habían quitado.
Y mientras la oposición aliancista arma su narrativa del fraude para revertir la diferencia de 30 puntos con los conteos distritales que terminarán el próximo domingo, con lo que ayudan a Morena y aliados a concretar su pretensión de reformar el INE, pues lo ponen en entredicho en contradicción con su exigencia de que el órgano electoral no se toca, la virtual presidenta electa respalda que se abran y recuenten todas las casillas y opera en la conformación de lo que será su gabinete.
El primer funcionario ya confirmado en el cargo es Rogelio Ramírez de la O quien continuará por tiempo indefinido en la Secretaría de Hacienda. Pero ya se barajan varios nombres en las mesas de trabajo del equipo de transición. Van algunos de ellos: el jefe de gobierno sustituto de la CDMX, Martí Batres a Gobernación; la actual secretaria capitalina de Medio Ambiente, Marina Robles García a la misma cartera pero federal; la actual subsecretaria del Trabajo, Quiahuitl Chávez, a la titularidad de esa dependencia; Lázaro Cárdenas Batel a Energía; Susana Harp a Cultura; el exsubdirector de la FAO, Julio Antonio Berdegué Sacristán a Agricultura; el exdirector de Nutrición, David Kershenobich a Salud; Andrés Lajous a Infraestructura, Comunicaciones y Transportes; Juan Ramón de la Fuente a Relaciones Exteriores; la exdirectora general de Estudios de Posgrado de la UNAM, Rosaura Ruiz, a Educación; la abogada y empresaria Altagracia Gómez Sierra a la secretaría de Turismo; Omar García Harfuch, a Seguridad y Protección Ciudadana; Marcelo Ebrard a Economía; Tatiana Clouthier a Bienestar; y Roberto Salcedo a la Función Pública.
Se sacó el tigre de la Cuauhtémoc
Aunque al final resultó cierto, fue políticamente incorrecto que Claudia Sheinbaum declarara a unos días de los comicios que a su victoria electoral solo le faltaba el trámite del 2 de junio. Quien no lo dijo, pero en su campaña actuó así hasta su derrota el domingo pasado, fue Santiago Taboada. El candidato aliancista creyó que el día de la elección sería solamente un trámite porque en las internas arrancó como puntero para confrontar a una candidata del oficialismo, Clara Brugada, a la que se le dio la nominación para completar la cuota de género ya que en la encuesta morenista de selección había quedado por debajo de Omar García Harfuch.
Confiado y rodeado de personas de reputación cuestionable (nada más y nada menos que integrantes del llamado cártel inmobiliario), Taboada quedó encapsulado e ignoró voces que de buena voluntad le hacían críticas constructivas. En ese contexto se gestionaron candidaturas a las alcaldías y en algunos casos, como el de la Cuauhtémoc, la daban por perdida.
Esa candidatura la ofrecieron a varios personajes que la rechazaron en parte por la complejidad operativa de la demarcación, pero también por miedo a Ricardo Monreal (personaje con enorme peso político) y temor a los poderes de facto, particularmente los del crimen organizado.
La que decidió tomar el toro por los cuernos y a los liderazgos de los partidos aliancistas les pareció un perfil que por lo menos les permitiría aparentar empuje y competencia, fue la joven de 38 años Alessandra Rojo de la Vega, quien había sido directora de Desarrollo Social de la alcaldía Miguel Hidalgo y antes diputada local en la CDMX por el Verde.
Su carácter confrontativo la volvió competitiva y emparejó a Morena, a cuya candidata, Cati Monreal, hija de Ricardo, le colocó golpes certeros. No la soltó durante dos meses con temas con aroma de tráfico de influencias como el de las gasolinerías, los terrenos en Zacatecas (un hotel y casas), y todos los intentos de amedrentarla (incluido el denunciado atentado a balazos), solo le dieron más fuerza, la suficiente para ganar la elección.
Dio una buena batalla con pocas herramientas, pues casi todo el esfuerzo estaba centrado en Taboada. Y cosas de la política: la que parecía la campaña más compleja, la que todo el mundo rechazó y daba por perdida, la de Rojo de la Vega, resultó la ganadora; mientras que la que tuvo todo el apoyo, gente y foco, la de Taboada, fue la perdedora.
Instantáneas:
1. NUBARRONES. Por cierto, los números electorales ya planchados en la alcaldía Cuauhtémoc y en el municipio zacatecano de Fresnillo, no favorecen al exjefe de la demarcación, exsenador y próximo diputado, Ricardo Monreal. La alcaldía capitalina, perdida por su hija Cati es de gran importancia política por tener el centro histórico de la capital del país, pero también un peso económico notable. Se dice que tiene en Tepito, un fundo a cielo abierto más productivo que la zacatecana mina del Edén en su época de oro. Se sabe que Monreal ya tenía trabajando a sus operadores financieros Mauricio Farah y Andrés Lozano en los planes económicos de la demarcación para apoyar el eventual gobierno de su hija. Con la derrota electoral esos planes se desmoronaron al igual que los que se preparaban en Fresnillo, la tierra del clan, donde su jefe no pudo imponerse electoralmente. Dicen los que saben que tal situación tambalea la pretensión de Ricardo Monreal de ser el próximo líder de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados.
2. CLASES MEDIAS. Otro hallazgo entre los resultados electorales del domingo pasado fue que el supuesto apoyo mayoritario de la clase media a la candidatura de Xóchitl Gálvez resultó un mito. O, visto de otra forma, el voto oculto que sugerían las encuestas resultó ser de apoyo a Claudia Sheinbaum. Una encuesta de El Financiero lo confirma con estos datos: Entre la clase media alta 49% votó por Sheinbaum y 41% por Gálvez; entre la clase media-media 59% por la morenista y 30% por la aliancista; Y entre la clase media baja, 61% por Claudia y 28% por Xóchitl.
@RaulRodriguezC
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