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Aunque las muertes violentas jamás serán un desenlace aceptable, el secuestro de cuatro estadounidenses y los asesinatos de dos de ellos y de una mujer mexicana ocurridos en Matamoros el pasado viernes 3 de marzo, se acercaban ayer sábado a un esclarecimiento agridulce.
Dulce, coloquialmente hablando, porque sugiere un móvil más o menos verosímil. Agrio, porque muestra otra vez el horror de la inseguridad y la violencia con la que grupos criminales desangran al país frente a un Estado presumiblemente coludido o, por lo menos, claramente rebasado.
El hecho es que la 4T ni resuelve la inseguridad ni recupera el control territorial que ejercen los cárteles del narcotráfico y otros grupos criminales. Ni siquiera la recién aprobada permanencia del Ejército en las calles, atina a garantizarnos vida y propiedad y, peor aún, se suma al problema, como ocurrió con la muerte a tiros de cuatro jóvenes desarmados a manos de soldados en Nuevo Laredo, también en Tamaulipas, el domingo 26 de febrero pasado.
Estos dos casos nos remiten a otros hechos de la historia reciente y a las consecuencias que trajeron: el de la andanada intervencionista desatada por Washington tras el asesinato a manos del cártel de Guadalajara del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar (5 de marzo de 1985) y el del total desprestigio de la Guerra contra el Narco de Felipe Calderón cuando el Ejército mató a dos estudiantes inocentes dentro del Tec de Monterrey (19 de marzo de 2010).
Sobre el tema que hoy nos ocupa se sabe que los cuatro estadounidenses fueron encontrados cuatro días después de su secuestro en una cabaña abandonada, dos de ellos muertos; y que la única mujer del grupo había venido desde Carolina del Sur a someterse a una cirugía estética, pero que -según reportes de la Corte de ese estado- ella y otros dos tienen antecedentes penales relacionados con la elaboración y comercio de drogas, motivo por el cual habrían viajado a Matamoros.
Cuando el pasado viernes 10 de marzo la Fiscalía de Tamaulipas informó de la detención de cinco sujetos por el secuestro y muerte de los estadounidenses, no faltaron las voces críticas respecto a la celeridad de esas capturas que atribuyeron a las exigencias y presiones del gobierno estadounidense, pero la sorpresa fue mayúscula cuando se supo que la captura no fue resultado de investigación policiaca alguna, sino de la entrega de los hoy sujetos a proceso hecha por el Cártel del Golfo (CDG) junto con un narco mensaje en el que dice que decidió “entregar a los involucrados y responsables… quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina”.
¿De qué se trata? Aunque confesos, podrían ser chivos expiatorios para taparle el ojo al macho. O acaso sea otro sanguinario ajuste de cuentas entre los propios grupos criminales. El narco mensaje lo firma el “Grupo Escorpión”, facción del propio CDG. Y el operativo fue de tal magnitud que hace difícil creer que se trató de una confusión. Las cámaras de seguridad de Matamoros permiten recrear que participaron al menos ocho vehículos, bajo el mando de “La Kena” y/o “Ciclón 19”.
Estos hechos han sido el caldo de cultivo perfecto para potenciar una propuesta de ley que hicieron congresistas republicanos estadounidenses días antes del secuestro. Esa iniciativa avala la intervención de fuerzas militares estadounidenses en territorio mexicano para combatir a los cárteles de la droga y frenar el tráfico de fentanilo que hasta ahora ven nuestros vecinos como un grave problema de salud pública.
Esa preocupación desde luego que es legítima, pero no justifica violaciones a la soberanía de otro país, menos aun cuando allá está la fuerza de la demanda de drogas y desde allá vienen las armas con las que el narco ensangrienta las calles mexicanas. Es en ese contexto en el que deben analizarse los comentarios que al respecto hizo AMLO -eso sí, sin buen tino diplomático- al llamar “mequetrefe” al senador republicano Dan Crenshaw, promotor de la iniciativa de marras, quien vía Twitter preguntó al presidente mexicano: “¿A quién representa usted: a los cárteles o al pueblo?
AMLO le respondió al llamándole “mequetrefe”, en lo que más que un calificativo fue una descripción: persona insignificante en lo físico y en lo moral. Pero el dardo se clavó en otros republicanos promotores de la propuesta, los senadores Lindsey Graham y Mike Waltz, cercanos ideológicamente al expresidente Donald Trump, quien durante su mandato ya había esbozado la idea. El presidente mexicano se metió de lleno en el proceso sucesorio estadounidense.
Nada conjura los críticos efectos que estos acontecimientos traerán en el corto plazo a las de suyo complicadas relaciones con el vecino del norte.
Instantáneas
1. OFENSIVA EN MORELIA. Por si algo le faltara a este clima de violencia e inseguridad, los bares Mint, Vertical y Luv, ubicados en la exclusiva zona de Altozano de la capital michoacana, amanecieron ayer sábado envueltos en llamas. Horas antes, sujetos armados habían lanzado bombas Molotov contra los establecimientos. Estos bares han sido ligados al grupo criminal “Cárteles Unidos” y los hechos referidos ocurren justo cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lanzó una ofensiva contra la organización rival. Se dice en Morelia que los antros incendiados son utilizados por Cáteles Unidos para lavar dinero y que incluso operan hasta las seis de la mañana con el permiso del presidente municipal de la capital michoacana, en panista Alfonso Martínez Alcázar.
2. RÉPLICA. Acuso recibo de la carta aclaratoria enviada a esta columna por la titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), Mariana Boy Tamborell en relación con la columna del domingo pasado titulada “Otro cártel inmobiliario, ¿ahora en Álvaro Obregón? En la carta informa que, en efecto, vecinos de la colonia Jardines del Pedregal presentaron dos denuncias por el desarrollo de una obra nueva en Avenida de las Fuentes 245, derribo de arbolado, contravención a la zonificación y ruido, mismas -informa- que “se encuentran actualmente en investigación. Explica, sin embargo, que durante un reconocimiento de hechos se constató la construcción de un inmueble de dos niveles y diversos árboles “sin indicios de afectación”. Reconoce que el constructor de esa obra refiere erróneamente que se permiten diez viviendas cuando solo se permiten cinco “en razón de la densidad establecida y la superficie del predio”. Informa asimismo que el desarrollador aportó Declaratoria de Cumplimiento Ambiental en la que solicita el derribo de 82 árboles y el trasplante de 15 al interior del predio, de los 194 existentes “no 600 como se menciona en su colaboración”. Respecto a la obra referida en las calles de Cráter y Agua señala que la PAOT no ha recibido ningún tipo de denuncia. Sobre la Presa Anzaldo confirmó que continúan los trabajos de demolición del edificio construido sobre su lecho y en relación con el edificio de Desierto de los Leones 5602, la PAOT consiguió la suspensión de la obra por
rebasar de 11 a 15 el número de niveles de la torre. Boy Tamborell niega “coincidencia de intereses” o relación de amistad con la alcaldesa en Álvaro Obregón, Lía Limón en lo que considera información “no solo falsa sino notoriamente errónea”. Acaso haya errores en lo denunciado aquí por vecinos de la Álvaro Obregón, pero jamás, como señala Boy Tamborel, una intención dolosa de quien esto escribe. Servida procuradora.
3. LA LUCHA POR LA CDMX. Aunque ha dicho expresamente que no busca la candidatura de Morena para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch sigue siendo el mejor posicionado de ese partido y de la alianza opositora, de acuerdo con el modelo de Polls MX que, más que una encuesta, jerarquiza la fuerza política de los aspirantes al cargo en 2024. Es seguido por la alcaldesa en Iztapalapa, Clara Brugada y llama la atención el avance de hasta cinco puntos que registró esta semana el alcalde panista de la Benito Juárez, Santiago Taboada para colocarse en el tercer sitio, incluso por encima de sus correligionarios, la senadora Xóchitl Gálvez, el diputado federal Jorge Romero y los alcaldes Mauricio Tabe de Miguel Hidalgo y Lía Limón de Álvaro Obregón.
4. PRESIENCIABLES. El que ya pinta en las encuestas por la candidatura presidencial para 2024 a pesar de casi un año de ser ignorado por AMLO como posible “corcholata” y de su reiterada petición de piso parejo con los otros aspirantes de Morena, es el senador Ricardo Monreal. Si nos atenemos al Análisis de Conversación Socio digital presentado ayer por la empresa MW Group, Monreal ya aparece con 12.27% de preferencias, incluso por arriba del secretario de Gobernación, Adán Augusto López (11.21%) y la panista Lily Téllez (10.95%). Monreal está por debajo del también panista Santiago Creel (14.40%), el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard (16.26%) y la difícilmente alcanzable jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum (25.86%). (rrodriguezangular@hotmail.com , @RaulRodriguezC , raulrodriguezcortes.com.mx)
Dulce, coloquialmente hablando, porque sugiere un móvil más o menos verosímil. Agrio, porque muestra otra vez el horror de la inseguridad y la violencia con la que grupos criminales desangran al país frente a un Estado presumiblemente coludido o, por lo menos, claramente rebasado.
El hecho es que la 4T ni resuelve la inseguridad ni recupera el control territorial que ejercen los cárteles del narcotráfico y otros grupos criminales. Ni siquiera la recién aprobada permanencia del Ejército en las calles, atina a garantizarnos vida y propiedad y, peor aún, se suma al problema, como ocurrió con la muerte a tiros de cuatro jóvenes desarmados a manos de soldados en Nuevo Laredo, también en Tamaulipas, el domingo 26 de febrero pasado.
Estos dos casos nos remiten a otros hechos de la historia reciente y a las consecuencias que trajeron: el de la andanada intervencionista desatada por Washington tras el asesinato a manos del cártel de Guadalajara del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar (5 de marzo de 1985) y el del total desprestigio de la Guerra contra el Narco de Felipe Calderón cuando el Ejército mató a dos estudiantes inocentes dentro del Tec de Monterrey (19 de marzo de 2010).
Sobre el tema que hoy nos ocupa se sabe que los cuatro estadounidenses fueron encontrados cuatro días después de su secuestro en una cabaña abandonada, dos de ellos muertos; y que la única mujer del grupo había venido desde Carolina del Sur a someterse a una cirugía estética, pero que -según reportes de la Corte de ese estado- ella y otros dos tienen antecedentes penales relacionados con la elaboración y comercio de drogas, motivo por el cual habrían viajado a Matamoros.
Cuando el pasado viernes 10 de marzo la Fiscalía de Tamaulipas informó de la detención de cinco sujetos por el secuestro y muerte de los estadounidenses, no faltaron las voces críticas respecto a la celeridad de esas capturas que atribuyeron a las exigencias y presiones del gobierno estadounidense, pero la sorpresa fue mayúscula cuando se supo que la captura no fue resultado de investigación policiaca alguna, sino de la entrega de los hoy sujetos a proceso hecha por el Cártel del Golfo (CDG) junto con un narco mensaje en el que dice que decidió “entregar a los involucrados y responsables… quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina”.
¿De qué se trata? Aunque confesos, podrían ser chivos expiatorios para taparle el ojo al macho. O acaso sea otro sanguinario ajuste de cuentas entre los propios grupos criminales. El narco mensaje lo firma el “Grupo Escorpión”, facción del propio CDG. Y el operativo fue de tal magnitud que hace difícil creer que se trató de una confusión. Las cámaras de seguridad de Matamoros permiten recrear que participaron al menos ocho vehículos, bajo el mando de “La Kena” y/o “Ciclón 19”.
Estos hechos han sido el caldo de cultivo perfecto para potenciar una propuesta de ley que hicieron congresistas republicanos estadounidenses días antes del secuestro. Esa iniciativa avala la intervención de fuerzas militares estadounidenses en territorio mexicano para combatir a los cárteles de la droga y frenar el tráfico de fentanilo que hasta ahora ven nuestros vecinos como un grave problema de salud pública.
Esa preocupación desde luego que es legítima, pero no justifica violaciones a la soberanía de otro país, menos aun cuando allá está la fuerza de la demanda de drogas y desde allá vienen las armas con las que el narco ensangrienta las calles mexicanas. Es en ese contexto en el que deben analizarse los comentarios que al respecto hizo AMLO -eso sí, sin buen tino diplomático- al llamar “mequetrefe” al senador republicano Dan Crenshaw, promotor de la iniciativa de marras, quien vía Twitter preguntó al presidente mexicano: “¿A quién representa usted: a los cárteles o al pueblo?
AMLO le respondió al llamándole “mequetrefe”, en lo que más que un calificativo fue una descripción: persona insignificante en lo físico y en lo moral. Pero el dardo se clavó en otros republicanos promotores de la propuesta, los senadores Lindsey Graham y Mike Waltz, cercanos ideológicamente al expresidente Donald Trump, quien durante su mandato ya había esbozado la idea. El presidente mexicano se metió de lleno en el proceso sucesorio estadounidense.
Nada conjura los críticos efectos que estos acontecimientos traerán en el corto plazo a las de suyo complicadas relaciones con el vecino del norte.
Instantáneas
1. OFENSIVA EN MORELIA. Por si algo le faltara a este clima de violencia e inseguridad, los bares Mint, Vertical y Luv, ubicados en la exclusiva zona de Altozano de la capital michoacana, amanecieron ayer sábado envueltos en llamas. Horas antes, sujetos armados habían lanzado bombas Molotov contra los establecimientos. Estos bares han sido ligados al grupo criminal “Cárteles Unidos” y los hechos referidos ocurren justo cuando el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lanzó una ofensiva contra la organización rival. Se dice en Morelia que los antros incendiados son utilizados por Cáteles Unidos para lavar dinero y que incluso operan hasta las seis de la mañana con el permiso del presidente municipal de la capital michoacana, en panista Alfonso Martínez Alcázar.
2. RÉPLICA. Acuso recibo de la carta aclaratoria enviada a esta columna por la titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), Mariana Boy Tamborell en relación con la columna del domingo pasado titulada “Otro cártel inmobiliario, ¿ahora en Álvaro Obregón? En la carta informa que, en efecto, vecinos de la colonia Jardines del Pedregal presentaron dos denuncias por el desarrollo de una obra nueva en Avenida de las Fuentes 245, derribo de arbolado, contravención a la zonificación y ruido, mismas -informa- que “se encuentran actualmente en investigación. Explica, sin embargo, que durante un reconocimiento de hechos se constató la construcción de un inmueble de dos niveles y diversos árboles “sin indicios de afectación”. Reconoce que el constructor de esa obra refiere erróneamente que se permiten diez viviendas cuando solo se permiten cinco “en razón de la densidad establecida y la superficie del predio”. Informa asimismo que el desarrollador aportó Declaratoria de Cumplimiento Ambiental en la que solicita el derribo de 82 árboles y el trasplante de 15 al interior del predio, de los 194 existentes “no 600 como se menciona en su colaboración”. Respecto a la obra referida en las calles de Cráter y Agua señala que la PAOT no ha recibido ningún tipo de denuncia. Sobre la Presa Anzaldo confirmó que continúan los trabajos de demolición del edificio construido sobre su lecho y en relación con el edificio de Desierto de los Leones 5602, la PAOT consiguió la suspensión de la obra por
rebasar de 11 a 15 el número de niveles de la torre. Boy Tamborell niega “coincidencia de intereses” o relación de amistad con la alcaldesa en Álvaro Obregón, Lía Limón en lo que considera información “no solo falsa sino notoriamente errónea”. Acaso haya errores en lo denunciado aquí por vecinos de la Álvaro Obregón, pero jamás, como señala Boy Tamborel, una intención dolosa de quien esto escribe. Servida procuradora.
3. LA LUCHA POR LA CDMX. Aunque ha dicho expresamente que no busca la candidatura de Morena para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch sigue siendo el mejor posicionado de ese partido y de la alianza opositora, de acuerdo con el modelo de Polls MX que, más que una encuesta, jerarquiza la fuerza política de los aspirantes al cargo en 2024. Es seguido por la alcaldesa en Iztapalapa, Clara Brugada y llama la atención el avance de hasta cinco puntos que registró esta semana el alcalde panista de la Benito Juárez, Santiago Taboada para colocarse en el tercer sitio, incluso por encima de sus correligionarios, la senadora Xóchitl Gálvez, el diputado federal Jorge Romero y los alcaldes Mauricio Tabe de Miguel Hidalgo y Lía Limón de Álvaro Obregón.
4. PRESIENCIABLES. El que ya pinta en las encuestas por la candidatura presidencial para 2024 a pesar de casi un año de ser ignorado por AMLO como posible “corcholata” y de su reiterada petición de piso parejo con los otros aspirantes de Morena, es el senador Ricardo Monreal. Si nos atenemos al Análisis de Conversación Socio digital presentado ayer por la empresa MW Group, Monreal ya aparece con 12.27% de preferencias, incluso por arriba del secretario de Gobernación, Adán Augusto López (11.21%) y la panista Lily Téllez (10.95%). Monreal está por debajo del también panista Santiago Creel (14.40%), el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard (16.26%) y la difícilmente alcanzable jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum (25.86%). (rrodriguezangular@hotmail.com , @RaulRodriguezC , raulrodriguezcortes.com.mx)