Hechos del pasado, cuyos protagonistas quisieran olvidar, reaparecen repentinamente y juegan en el presente. Es el caso de la reunión que sostuvieron el 6 de mayo de 1996, Carlos Salinas de Gortari y Jorge Castañeda Gutman, en un exclusivo pub de la ciudad de Dublín. Aquella comida puso en jaque la carrera diplomática de Agustín Gutiérrez Canet, entonces embajador de México en Irlanda.

Del paradero del expresidente poco se sabía en aquellos días tras la confrontación con su sucesor Ernesto Zedillo, luego del intercambio de culpas por la crisis económica que desató a finales de 1994 el llamado “error de diciembre”, y de la detención de su hermano Raúl, el 27 de marzo de 1995, acusado de ser el autor intelectual del asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, ocurrido el 28 de septiembre anterior. Al cabo del tiempo se supo que Salinas había pasado varios meses en Cuba y aquel 6 de mayo de 1996 reaparecía en la capital irlandesa, donde había mudado su residencia.

Fue noticia bomba: Salinas estaba en Dublín, se había reunido con Castañeda Gutman, su crítico entonces desde la oposición de izquierda, y habían sido juntados por Gutiérrez Canet, un embajador de Zedillo, según el diario The Irish Times.

En cuestión de horas, la reunión de marras pasó factura a Gutiérrez Canet. En la cancillería zedillista, encabezada entonces por José Ángel Gurría, se hablaba de una conspiración. Al entonces embajador en Irlanda se le exigió una explicación de lo ocurrido y Castañeda Gutman –después secretario de Fox en Relaciones Exteriores y ahora uno de los firmantes del desplegado contra AMLO– siguió su periplo a Londres.

Dos meses después fue relevado de la embajada y tildado de salinista y traidor. Regresó a México para incorporarse a la academia y se acercó al primer gobierno panista al fragor de la alternancia. Pero con él tuvo otro encontronazo al declarar a The Washington Post que Fox estaba dispuesto a “indultar” a AMLO, entonces jefe de gobierno del Distrito Federal y sometido a un proceso de desafuero.

Su parentesco con Beatriz Gutiérrez Müller, de quien es tío, lo acercó a Morena y ahora respalda la candidatura de Porfirio Muñoz Ledo a la dirigencia nacional del partido que, de ganar, sería el tercero que lideraría después de haberlo hecho en el PRI y el PRD. A Porfirio y a Gutiérrez Canet les critican lo que llaman su “volubilidad partidista”.

LA RESPUESTA


Gutiérrez Canet comparte su versión: Trabajó con Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de José López Portillo, por lo que hizo amistad con su hijo Jorge Castañeda Gutman. Éste le informó que estaría en Dublín para participar en una conferencia, por lo que el entonces embajador –en ese momento de vacaciones con su esposa en Roma– ofreció hospedarlo en la residencia oficial de la legación.

Estando en la capital italiana, Gutiérrez Canet fue informado de la llegada a Dublín de Salinas de Gortari por el cónsul honorario Tony Ryan, quien lo hospedó en una residencia de su propiedad llamada Lions Gate.

Gutiérrez Canet explica que pidió instrucciones al entonces canciller Gurría, quien no respondió su llamada y que por interpósita persona le hizo saber que no había restricción alguna. Adelantó su regreso de Roma y ya en Dublín cenó con su huésped Castañeda Gutman, quien le preguntó: ¿Adivina con quién comí hace un par de días? La respuesta lo dejó helado: “Con Salinas de Gortari”. Fue una entrevista para su libro “La Herencia, arqueología de la sucesión presidencial”. La reunión había sido pactada por Andrés Rozental Gutman, su medio hermano, entonces embajador de México en el Reino Unido y a quien el propio Zedillo cesaría meses después por sus fuertes vínculos con Salinas.

El expresidente buscó a Gutiérrez Canet para decirle que estaba apenado por lo ocurrido y lo invitó a cenar en un pub dublinés. Ahí le pidió un poder notarial para que su hijo Emiliano pudiera realizar operaciones de compra-venta a su nombre. Salinas parecía haber olvidado que durante su gobierno lo transfirió de la embajada en España al consulado general de Hong Kong, por haber atendido en Madrid al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien en aquella ocasión dijo al viceministro de Asuntos Exteriores, Inocencio Arias, que él había ganado la elección y que Salinas es un presidente espurio.

A Gutiérrez Canet le indicaron desde México que le habían perdido la confianza y que sería transferido de Irlanda a Haití, lo que rechazó para solicitar “disponibilidad” como diplomático de carrera. Aquí tiene las dos versiones. Usted juzgue.

Instantáneas:


1. ¿ESPIONAJE? De la conversación telefónica entre Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente interino de Morena, la presidenta de su Consejo Político, Berta Luján y su esposo Arturo Alcalde, filtrada ayer al periódico Reforma, llama la atención que estos personajes hablen de emprender una “resistencia” al interior de ese partido en caso de que Mario Delgado gane a Porfirio Muñoz Ledo la dirigencia nacional de Morena. Dicen los que saben que podría tratarse de un “autoespionaje” filtrado por ellos mismos como parte de su estrategia para reventar el proceso vía encuesta de renovación partidista, en el que saben Delgado lleva ventaja. Mantendrían así el control partidista durante las próximas elecciones federales en respaldo de las aspiraciones presidenciales de su grupo político encabezado por Claudia Sheinbaum, frente a las del canciller Marcelo Ebrard y su aliado Ricardo Monreal, quienes tienen en Delgado a su elegido para el liderazgo partidista. Lo cierto es que la sucesión en Morena está cada vez más caliente.

2. EL SECRETARIO de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard insiste a cada momento que no tiene metidas las manos en la sucesión de Morena y que su única ocupación está centrada estos días en la consecución a tiempo y en las mejores condiciones de la vacuna contra el Covid-19. ¿Será esta una versión recargada de aquel “que a mí me den por muerto” que un día sí y otro también mencionaba López Obrador para ocultar sus aspiraciones presidenciales cuando era jefe de gobierno del Distrito Federal?

3. AYOTZINAPA. Mañana a las 10 horas en Palacio Nacional será la reunión de AMLO con los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala hace exactamente seis años. Participarán el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, y el fiscal general Alejandro Gertz Manero. Aunque los familiares de las víctimas de Ayotzinapa no esperan más información de la que ya se les dio en el encuentro de la semana pasada, podría haber sorpresas relacionadas con la orden de aprehensión contra el exdirector de la AFI, Tomás Zerón Lucio, y la presunta participación de militares en los hechos. Lo que los padres de Ayotzinapa sí esperan –según su representante legal Vidulfo Rosales– es un pronunciamiento político del Presidente de que el caso no se cerrará hasta que quede completamente esclarecido lo ocurrido en Iguala la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014.

4. INCONSTITUCIONALIDAD. La Suprema Corte envió ayer un primer mensaje sobre la constitucionalidad de la consulta popular solicitada por AMLO para enjuiciar a cinco expresidentes. El proyecto del ministro ponente Luis María Aguilar considera que es inconstitucional porque conlleva una restricción a los derechos humanos. Ya lo definirá el pleno en su sesión del próximo jueves primero de octubre.

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