Existe un tequila que fue concebido para educar paladares y educar consumidores responsables y sustentables. Platiqué con el empresario Marcos Galindo, que encabeza las riendas de este producto que sólo se comercializa fuera del país, denominado La Dama Tequila. Y aunque me habló de todo, menos de las bondades de su tequila, me quedo con la historia detrás de esta revolucionaria propuesta, la cual atrapa muy bien sus raíces.

Todo empezó en el poblado nayarita Lo de Marcos, muy cerca de Puerto Vallarta. Un pueblito que, según las primeras memorias de Galindo, es como haber habitado en el paraíso. Eran días de familia y los niños podían caminar tranquilamente en la playa, como si fuera parte del barrio. El papá de Marcos era un comerciante e ingeniero agrónomo, pero no cualquier ingeniero agrónomo, ya que siempre fue muy brillante que lo llevó a crear una compañía sólida con base en lo que él hacía siempre: la agricultura.

Después de radicar en Puerto Vallarta gran parte de su niñez y estudiar en Guadalajara la carrera de ciencias políticas, Marcos se propuso cambiar al mundo. Un día, estuvo a punto de tomar un avión que lo llevaría a estudiar un posgrado de economía a Londres, pero faltando sólo seis meses para que iniciara el curso, su abuelo lo convenció de trabajar en el campo con su familia.

Así que las ganas de cambiar al mundo se convirtieron en un proyecto revolucionario motivado por el ejemplo de su abuelo y su padre. Pronto fundó su propia compañía de productos agrícolas que exportaba a Estados Unidos y, al paso de diez años, ya tenía una compañía sólida que después vendió, para reinventarse y escalar a otro nivel de emprendimiento.

Desde el poblado de San Sebastián del Oeste empezó lo que Marcos llama una revolución gastronómica. Armó un equipo multidisciplinario que se dedicó a “evangelizar” a propios y extraños sobre la manera de obtener los suficientes recursos naturales para la elaboración de mezcales, tequilas y hortalizas en un entorno totalmente sustentable.

Chefs, periodistas, mixólogos, maestros agaveros, ingenieros agrónomos, jimadores, cocineros de montaña y campesinos de la zona conforman el equipo ideal para dar origen al Proyecto Nebulosa, que luego lanzó La Dama Tequila, con una botella que se diseñó especialmente emulando la forma de una mariposa que se reproduce sólo en esa región montañosa.

Proyecto Nebulosa es una experiencia que trastoca los sentidos y supone una innovadora manera de degustar las bondades de la naturaleza, y aunada a la Denominación de Origen del tequila, tiene como resultado una explosión de sabores y sensaciones.

Me encontré con esta historia de éxito de un negocio sustentable, que incluso recibió reconocimiento en la Feria Gastronómica de Madrid como el mejor proyecto en su categoría, en medio de una pandemia que sacude al planeta y nos exige ser más conscientes de nuestra huella de carbono. ¡Salud, pero con responsabilidad sustentable!

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