Raudel Ávila

Voy contra corriente y llevo desventaja: Indira Kempis

Articulista Raudel Ávila. Foto: EL UNIVERSAL
15/11/2023 |05:18
Raudel Ávila
autor de OpiniónVer perfil

1.- ¿Cómo nacen sus inquietudes políticas en la juventud?

Crecí en una casa de científicos y maestros. Por lo tanto, para mí la política nunca fue una opción, al menos no motivada por mis padres. Sin embargo, estando ya en la maestría en el Tec de Monterrey, cuando matan a Jorge Mercado y Javier Arredondo, estudiantes de esa institución en mí se quebró algo. Antes de eso, digamos que era una persona informada, consciente del país en el que vivía, pero después de eso entendí que no podía estar sentada o cruzada de brazos. No podía dejar la vida pública en manos de unos cuantos, y entonces comenzó mi activismo social en Monterrey, como dirigente de un movimiento estudiantil que exige justicia por este doble asesinato. Hoy sabemos que fue una ejecución extrajudicial y han sido 13 años de lucha social por derechos y libertades para todos. Una lucha por cambiarme a mí primero, en una realidad difícil y complicada como la de México, que me orilló a decidir entrar en política. Hace 6 años en mi primera participación en una competencia electoral ganamos el Senado de la República por mayoría.

2.- ¿En qué momento se incorporó y por qué a Movimiento Ciudadano?

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En el momento de mi primer fracaso electoral porque yo fui antipartidos. Era una persona convencida que se podía hacer política fuera del sistema de partidos políticos mexicano. Al estar en una candidatura sin partido por una diputación local, fracasé. A las 3 semanas, entendí que no había manera de conseguir los avales que se necesitan y que son definitorios para ganar. Yo no estoy compitiendo para perder, compito para ganar. Por lo tanto, ese mismo día fui a conversar con quien era el dirigente estatal de Movimiento Ciudadano que después lo hicimos senador, y después lo hicimos gobernador de Nuevo León. Bueno, se abrió la posibilidad de ser compañera de esa fórmula exitosa al Senado. Éramos los primeros jóvenes menores de 35 años que no pertenecían a los partidos tradicionales y que en esa contracorriente logramos llegar al senado con el voto y la confianza de la gente.

3.- ¿Cuál ha sido su experiencia como militante de un partido?

Sigo sin ser militante de un partido. Entré por la figura de candidatura ciudadana, porque MC desde hace tiempo aprobó que 50% de sus candidaturas pueden ser sin militancia. Por eso asumí la responsabilidad de entender lo que significaba entrar en una organización político, pero al mismo tiempo mantener mi distancia con el ejercicio directo de una militancia. Es fecha que sigo siendo una persona disidente del sectarismo partidista, sino que el futuro de la política ya no está en las organizaciones políticas. Está en las personas. Consecuentemente, en esos cambios, que constituyen un salto cuántico y que nos van a enfrentar a nuevos desafíos, estar en MC me ha dejado una sensación de tránsito. Algo así como el jamón en un sándwich.

4.- ¿Cree usted que Movimiento Ciudadano es la organización idónea para que crezca más gente como usted?

He sido partícipe de su construcción, de su crecimiento y venimos de ganar en 2018 y 2021. Estoy convencida que los partidos políticos híbridos, que permitan esta posibilidad y esta flexibilidad, serán los partidos políticos del futuro. Sin duda, hoy la gente tiene menos adherencias, compromisos, menos facilidad para entrar en un entendido de que hay líneas, directrices, que debes ser disciplinado a esa estructura tan jerárquica que nos han vendido y que ha tenido efectos negativos. Esto es igual que en las empresas, hay cada vez mayor apertura para conductas más horizontales, menos jerarquías, más núcleos de poder, de toma de decisiones en consenso. Si construimos un proyecto político hacia allá, conectaremos mejor con este momento. Por eso Movimiento Ciudadano representa la posibilidad de construir un proyecto político más allá de las identidades e ideologías que se caen por incoherencias e incongruencias. Más bien que podamos construirlo a partir de ideas, resultados y la forma en que nos organizamos.

5.- Una pregunta sobre liderazgo. ¿Cuál es su deporte favorito y si usted jugara en qué posición lo haría?

Yo fui basquetbolista de niña y jugaba de ala dentro del basquetbol. ¿Un deporte ahora mismo? Camino y camino mucho. Ahí es donde pienso y puedo tener ciertas reflexiones y encontrar lucidez, pero en algún momento de mi vida soñé con ser la mejor basquetbolista. Soy una futbolista frustrada porque cuando llegué al TEC quise pertenecer al equipo de futbol y me dijeron que no tenía habilidades suficientes. Como puedes ver, no todas las personas nacimos para lo mismo (risas) pero sí todas tenemos una función y qué mejor que estar en un proyecto político donde todas las personas tengan un lugar para llegar a un objetivo.

6.- Pero ¿qué tipo de deportes prefiere? ¿Los individuales o los que se juegan en equipo?

Los individuales y los que se juegan en equipo. Me gustan ambos.

7.- ¿Cuál es su perspectiva de la situación política actual en Nuevo León?

Nuevo León se cuece aparte. Para empezar, es el epicentro de la economía nacional. Los intereses que hay en juego mueven a todo un país. Somos personas que aportamos una gran parte del PIB de México y por lo tanto entendemos que la política es una vía para construir una visión muy estructurada, objetiva, estratégica para lo que queremos lograr. Hoy mismo lo que necesita Nuevo León es lo que en algún momento votamos en 2021: estabilidad. Claridad y resultados. Venimos de una clase política en declive y fracasada. Desde hace algunos sexenios no ha habido esta compatibilidad de que por una parte, avanzamos en sentido económico pero tal parece que retrocedemos en sentido político. Ese voto de confianza en 2021 era para tener un equilibrio y que el gobierno que merecemos pueda acompañar las decisiones económicas que están impactando en todo el país. Por ejemplo, la inversión histórica de TESLA. No fue cosa fácil conseguirla y hoy la tienen que sostener las decisiones que se toman desde el gobierno. Estamos pasando por una crisis institucional y una crisis política que exige estabilidad , calma y altura para que podamos conseguir eso que tanto hemos buscado. En los últimos sexenios ha habido gobiernos corruptos, malos resultados, funcionarios que en lugar de ayudarnos a que eso suceda más bien nos han hecho retroceder en el tiempo. Eso no lo merece la gente de Nuevo León con su cultura de gente emprendedora, cultura de gente de trabajo, que sabe resolver la vida sola pero necesita un gobierno. Ese gobierno hoy no está, y no solamente no está, sino que se quiere ir. Y se quiere ir por los intereses de una sola persona. Yo esperaría que esta crisis se resuelva con la mayor ecuanimidad y he sido muy franca con la gente de Nuevo León “ustedes tienen que aprender a cobrar las facturas de las malas decisiones que tomamos los políticos.”

8.- ¿Ha platicado de esto directamente con Samuel García?

No porque es una persona que no sabe hablar y no sabe escuchar. Para que haya una conversación se necesitan 2 personas. Si lo hago yo sola, es un monólogo. No solamente es mi experiencia, es la misma de varias personas, incluyo a gente de su propio equipo que hemos tenido que entrar en estas discusiones y lamentablemente no podemos salir de ellas por falta de un gobernador a la altura. Un gobernador dispuesto a hablar, pero, sobre todo, a escuchar.

9.- Usted ha dado nota con sus aspiraciones presidenciales. Háblenos de esto.

Yo desde que entré a política, sé lo que es competir. De niña me gustaban mucho los concursos de conocimientos. Sé lo que es competir, sé lo que es prepararse y sé lo que es acariciar el sueño de retarse a uno mismo. Sobre todo, retar a lo que nos han vendido como el destino. Yo rompí eso de origen es destino. Vivo en el entendido de la corresponsabilidad, lo que puedo hacer para que esto cambie. Cuando me metí en política, en un equipo que formamos jóvenes y mujeres, nos convertimos en un equipo ganador. Mi historia en la política es ganar en el 18, ganar en el 21 y hoy me planteo la posibilidad de llegar al 24 con un equipo ganador. En esta búsqueda de talento, el país se construye con el talento de la gente, de lo que somos capaces de hacer con la propia experiencia. Las malas experiencias también son parte de nuestra historia y tenemos que aprender a rehacernos, renovarnos y reinventarnos. Entonces, el reencuentro con mis raíces es que yo vengo de una infancia de pobreza. Si la historia de mi vida me ha llevado a tener mayores oportunidades por diferentes factores, pienso que el país también lo puede lograr. Entonces si lo hicimos contundentemente en Nuevo León, ¿por qué no hacerlo por el país? Claro que hay protagonistas de esta historia. Yo no me hago a un lado y he sido protagonista de esta historia. Entonces, quiero ser esa primera mujer en MC (que además nunca había tenido candidatura presidencial propia). No solamente la primera mujer, la primera mujer sin militancia que en su primera participación en política llegó al senado. La primera mujer que ha construido un proyecto político al lado de otras mujeres y otros jóvenes para que esto crezca, para que más personas (porque esto sí es de aritmética) participen. Yo no soy salvadora de nadie ni me presento como tal. No tengo una tarjeta que lo diga. Soy una servidora pública como cualquier otra. Pero si reunimos el talento, las ideas y las personas, esto sí hace la diferencia. Entre más seamos, más podemos cambiar las cosas y más rápido. Hoy el factor tiempo es más importante que el dinero. Parte de cómo resolver los problemas es ponerme al frente y atrás. Un buen liderazgo no es nada más la cara que presenta un proyecto, sino quien está detrás respaldando que más personas lleguen a espacios de poder. Si no queremos a los mismos de siempre, reciclados, de apellidos políticos, con dinero del narco, entonces lo que tenemos que hacer es regresar a la aritmética básica y crear oportunidades para que un grupo de gente pueda llegar al ejecutivo y hacer los cambios que México necesita. Mejor dicho, seguir haciendo cambios porque ya los hacen muchas personas. Yo no me caso con la idea de que hay que hacer proezas o cuestiones titánicas, hay muchos mexicanos y mexicanas que todos los días son lo suficientemente responsables con sus propias vidas y el país. De que podemos llegar, podemos llegar. ¿Cuándo acaricié el sueño de la presidencia? Desde el momento que entré a la política. Desde ahí.

10.- Usted misma decía que todo empezó con un equipo en Nuevo León. ¿Por qué usted y no Luis Donaldo o Samuel primero?

Porque no quiere. Luis Donaldo no quiere. Si quisiera, por supuesto. Por eso te digo, hay muchos protagonistas en esta historia. Pero el asunto es querer y en una segunda parte, ser suficiente. La suficiencia no solamente está medida en preparación o en ideas. Se mide en la ética y la capacidad de liderazgo para hacer equipos. Cuando digo que hay que hacer un equipo, no hablo de hacerlo con la misma gente. No todos somos talentosos para lo mismo. Hay que saber leer la circunstancia histórica. Hay que hacer equipo con gente que quiera y pueda. Que quiera y tenga suficiencia para soportar plantarle cara a los enormes desafíos del país que hoy ya padece una crisis generalizada.

11.- ¿Cuáles son sus perspectivas en el partido para lograr la candidatura?

Voy contracorriente, ¿cómo nadan los salmones? (risas). Llevo muchas desventajas porque fuera de los pactos de cúpulas de poder, solamente se puede construir con la constitución en la mano. Cumplo los requisitos constitucionales y es mi derecho legítimo y adquirido. Sí. Desde hace 70 años las mujeres podemos votar y ser votadas. Pertenezco a una plataforma política que no ha impuesto ninguna condicionante que yo contravenga, en consecuencia, puedo participar en esta convocatoria abierta. Pero lo digo claramente, yo no traigo un solo pacto ni con el presidente ni con Dante Delgado… He estado incidiendo en diferentes estados, no de ahora. La política no me dio la visión de país, me lo dio mi historia. Buscando justicia y paz, encontré muchos liderazgos en estos 13 años. Echo mano de esos liderazgos porque para mí la palabra estructura denigra a la gente. La gente no es una estructura, la gente es gente. Por eso las personas merecen un digno lugar en un proyecto. Yo creo en los liderazgos de las personas y en ellos me sostengo.

@avila_raudel

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