1.- ¿Cómo descubrió su vocación de lectora y posteriormente de escritora?

Mi casa siempre fue un lugar de libros. Mi papá era editor y escritor y hacía mucho trabajo de divulgación de la lectura, especialmente de géneros “periféricos” y mi mamá también es lector. Mi papá me leía todas las noches y con el tiempo empecé a hacerlo sola. Escribir fue más complicado. Lo hice muy poco hasta que encontré en la escritura una forma de evadir mis obligaciones de tesista al final de mi licenciatura, o más bien, la obligación de la nota al pie de página. De ese deseo de acercarme con libertad a la cultura clásica nació mi primer libro.

2.-¿Cuáles son los desafíos de dedicarse a la literatura en la era del internet y las redes sociales?

Hay una exigencia no dicha de tener redes sociales “fuertes” para difundir el trabajo que haces. Es decir, hay un doble trabajo. El mercado literario está más presente que nunca y se siente la presión de la competencia en todo momento. Las redes sociales ponen de manifiesto (y son parte de) cómo el capitalismo tiene una injerencia brutal en la manera en que se hacen, comercializan y difunden los libros ahora. Y ahí estamos, porque no hay de otra.

3.- ¿Por qué decidió incursionar en la producción de videos de promoción literaria en Youtube?

Es una manera de hablar de los libros que me gustan sin tener que hacer una reseña, género que me parece que cada vez se lee menos y que además implica otras dinámicas de crítica literaria, que a mí no me interesan en este punto, o no todo el tiempo, al menos. Si la intención es que las personas se enteren de estos libros que me emocionan, para mí tenía sentido hacerlo de la manera en que alcanzara a más gente.

4.- ¿En qué género se siente más cómoda? ¿La narrativa o el ensayo?

Para unos temas uno, para otros la otra. Depende el sapo la pedrada.

5.- Su novela más reciente, Mar de piedra, se ocupa de la tragedia de los desaparecidos en México desde una perspectiva distópica, casi como de ciencia ficción en una mezcla de géneros. ¿Por qué?

Primero, porque creo en la potencia de los géneros no realistas para hablar de la realidad y permitirnos pensarla desde otros ángulos. Pero además, particularizándolo, “Mar de piedra” es la historia de tres personajes, una de los cuales, Sofía, presenció una desaparición que pretendió olvidar. Es un relato de lo que una ausencia así significa para un personaje, el dolor y la culpa que le ha generado en los años después del evento. Sacar a los personajes de nuestra realidad me permite hacer estudios de personajes y procesos culturales sin tener que hacer alusiones directas. La metáfora de las personas desaparecidas como estatuas que están o no están sí habla de una realidad contemporánea que las personas en este país conocemos bien, pero me gusta pensar que las novelas viven en su peculiaridad y no es su tema general.

6.- ¿Quiénes son las autoras y autores que más han influido sobre su obra?

Es difícil saberlo, pero Kurt Vonnegut está hasta arriba.

7.- ¿Alguna otra de las bellas artes influye decisivamente sobre su obra?

En algún momento de mi vida quise ser artista, luego diseñadora y luego terminé estudiando literatura. No dudo que algo de mis deseos juveniles se haya colado. Luego está el cine, claro.

8.- ¿La cultura pop, el cine, las series de tv impactan su propuesta narrativa?

Sí, y yo creo que difícilmente en esta época no impacta la escritura de todas las personas que escriben porque lo consumimos constantemente. Yo además soy guionista desde hace unos años y eso sin duda ha influido mi forma de escribir o al menos mis procesos últimamente.

9.- ¿Incursionará en otro género próximamente? ¿La dramaturgia o la poesía por ejemplo?

Creo que lo que escribo es tan híbrido que puede irse hacia cualquier dirección. Me gustan los libros que no se casan con las visiones tradicionales de tal o cual género. Por otro lado, he escrito poesía, pero no siento que sea buena en ello. A lo mejor un día publico algo de eso. O no.

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