Ya está disponible en Kindle, y en estos días empezará a circular en librerías el nuevo libro de Luis Rubio ¡En sus marcas! México hacia 2024. Hay una clarísima continuidad entre sus libros anteriores, sus artículos periodísticos, sus intervenciones en medios de comunicación y la obra que hoy nos ocupa. No obstante, hay dos novedades muy significativas. La primera es el enfoque, cada vez más centrado en análisis de políticas públicas, las del pasado, el presente y las que el autor propone para el futuro. La segunda es la ineludible conexión de los problemas de México con los del mundo. Si bien a Luis Rubio siempre lo ha caracterizado la mirada internacional más rica y amplia de la prensa mexicana, en esta obra va todavía más lejos, pues resulta imposible disociar las cuestiones geopolíticas de los desafíos mexicanos.

“¡En sus marcas! México hacia 2024” contiene un diagnóstico de los errores de sexenios anteriores, de los fracasos de éste y, en respuesta, una serie de sugerencias de enmienda. Rubio empieza por anticipar un cierre de sexenio (o inicio del siguiente) francamente complicado: una posible crisis fiscal a la que se sumará la crisis institucional por la demolición que emprendió este gobierno. En consecuencia, recomienda prever escenarios con la finalidad de evitar los peores. Rubio explica por qué el liberalismo sigue siendo la mejor opción en el mundo del siglo XXI. Después de analizar el modelo autoritario chino, demuestra los beneficios que le ha traído y le puede traer a México continuar e intensificar su asociación con Estados Unidos, sin desdeñar la posibilidad de incrementar el comercio con China. Dos, Rubio propone apostar por una reforma profundísima del sistema político que ponga en el centro a la ciudadanía. Se trata de remodelar el sistema con el fin de aumentar la rendición de cuentas mediante un esquema de reelección legislativa más eficaz. También se ocupa de la necesidad de establecer con claridad las fronteras entre los técnicos gubernamentales y los políticos. Por una parte, la clase política debe pactar y socializar el contenido y profundidad de las reformas. Por otro lado, las burocracias gubernamentales, debidamente profesionalizadas deben instrumentar esos cambios en sus aspectos administrativos. En nuestro país, históricamente se hizo al revés. Por eso, el gobierno actual logró eliminar instituciones que no gozaban de un amplio respaldo popular, pues obedecieron a diseños exclusivamente técnicos.

De especial interés para el autor es la modernización del sistema educativo en la era digital, por la necesidad de insertar a la mano de obra mexicana en empleos bien pagados. Para la inseguridad pública ofrece medidas de reforzamiento del rule of law o supremacía de la ley. Esto resolvería los inconvenientes de incertidumbre para la inversión que caracterizan al actual gobierno, favoreciendo la explotación de las oportunidades que perfila el nearshoring. El libro esboza una nueva estructura de responsabilidades federalistas para la distribución de facultades entre gobierno federal, estados y municipios. Se postula una reconciliación nacional entre los diversos actores políticos, distanciados por la polarización. Esto a su vez necesita la construcción de un nuevo centro político que preste atención a las demandadas populares y el hartazgo social. Rubio se ocupa de la existencia de 2 mundos rurales mexicanos. Un campo moderno, exportador y altamente productivo. Otro de campesinos empobrecidos y desprovistos de recursos para modernizar su producción. Entonces, entre los objetivos inmediatos del país deben figurar la disminución de la desigualdad social, más competencia económica y aumento de productividad. En consecuencia, necesitamos también la modernización de la infraestructura energética. Como ve, este libro dará mucho de qué hablar. Apresúrese a leerlo y recomendarlo a sus amigos y familiares para enriquecer sus decisiones electorales. México lo necesita.

@avila_raudel

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