La guerra humana contra el coronavirus está perdiendo la batalla y lo afirmo por una sola razón, no hay unidad mundial, no existe solidaridad internacional y ningún país y ninguna organización ha querido tomar el liderazgo de encabezar una gran alianza mundial integrada por países y organismos internacionales que coordinados, armados y preparados combatan a la pandemia global.

El Nuevo Orden Mundial ya comenzó pero sin rumbo y sin dirección, lo que peligrosamente podría transformarse en el nuevo desorden mundial si los países no se unen pronto y actúan en consecuencia para marcar el rumbo que no lo hay.

Es lamentable ver cómo cada país enfrenta solitariamente la epidemia en su población, contemplamos alarmados las escenas dantescas de países enteros que están sufriendo los embates despiadados de un enemigo invisible, astuto y sigiloso que está logrando la exterminación en masa de su economía y su población.

No veo un llamado urgente de las Naciones Unidas convocando a la unidad de las naciones para hacerle frente al enemigo más potente y poderoso que haya enfrentado la humanidad, no veo a la Unión Europea alistando sus tropas y ejércitos de la salud planeando una alianza multilateral para vencer al virus mortal, ni tampoco veo a Estados Unidos, China y Rusia en el Consejo de Seguridad tomando la directriz del mundo para vencer a la pandemia global.

Si los países y los organismos internacionales no van a hacer nada y van a seguir peleando como lo ha hecho Trump con la OMS (como si ellos fueran el enemigo y no el coronavirus), entonces la victoria será para el virus y no para la humanidad.

En estos momentos que los países y las organizaciones no se ponen de acuerdo, entonces los gigantes tecnológicos deben tomar el liderazgo mundial y planificar la madre de todas las batallas con sus recursos y herramientas para vencer al enemigo, ahora más que nunca la tecnología debe ser nuestra mejor arma, en China lograron contener al virus gracias a los programas digitales que se utilizaron en los celulares para detectar, monitorear y aislar a los contagiados, hoy deben ser desarrollada con más precisión y profundidad la nanotecnología, la inteligencia artificial y los algoritmos para desafiar al microrganismo. Hoy existe más tecnología en un celular, que la que tenían todas las computadoras de la NASA cuando el hombre llegó a la luna.

Si en estos momentos de catarsis mundial las potencias, los organismos y las empresas no actúa unidos y rápido a la altura de las circunstancias y dejan a los países más pobres y atrasados combatirlo solos, entonces nos enfrentamos a un desequilibrio mundial catastrófico en donde los países con dinero y tecnología podrán contener al enemigo, pero los demás países que carecen de dinero, recursos y tecnología se enfrentarán al exterminio de la humanidad.

Los hombres debe entender que en estos momentos el capitalismo depredador le está ayudando al virus a ganar la batalla, no es posible que los insumos médicos se vendan a precios desorbitantes y los chárter que los transportan de China a América los cobren en millones de dólares, la locura se apoderó de los depredadores, la pandemia les cayó como “anillo al dedo” como lo confesó López Obrador, por eso mientras que los hombres actúen con egoísmo y ambición y no entiendan que son tiempos de supervivencia y fraternidad la batalla la perderá la humanidad.

Debemos aceptar que el mundo ya cambió, hoy la programación de la humanidad es completamente diferente a la de ayer, debemos adaptarnos y aprender a vivir de esta nueva manera, cuando menos por los próximos meses, porque no habrá regreso a la normalidad como la conocemos, habrá regreso a un nuevo orden de la humanidad que poco a poco la “mano invisible” de Adam Smith va a adaptar y a organizar.

Analista Internacional

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