QUÉ PASA CON LOS LIBROS DE LA SEP. Los nuevos materiales de nivel básico han abierto un lío jurídico al gobierno e incluso un problema político.
Independientemente del cauce que tomen ambos, los alumnos de educación básica pagarán el costo.
Como ha sido costumbre del gobierno actual en todos los temas, en el educativo se propuso una “revolución”, anunció la creación de la “Nueva Escuela” y se dio a la tarea de modificar los planes de estudio de nivel básico y elaborar nuevos libros de texto. La idea general: acabar con la “educación neoliberal” y dar paso a la “popular”.
En resumen apretado: la SEP se brincó todas las reglas legales establecidas para crear los libros y lo hizo en lo oscurito a capricho de unos cuantos funcionarios. Imprimió una fuerte dosis de ideología e ignoró la técnica pedagógica. El proceso fue duramente criticado por los expertos, lo mismo que el contenido que ha podido conocerse. El desacuerdo llegó a la solicitud de un amparo, una jueza ordenó suspender la distribución de los libros y tanto la SEP como el presidente López Obrador anunciaron que no cumplirán la orden.
El primer problema: están en un desacato claro a una orden judicial. El segundo: desde las organizaciones dedicadas a la educación, la academia y la oposición política se rechaza con vehemencia el fruto de la “Nueva Escuela”. El gobierno dice que nada le afecta. Pero enfocado en lo electoral como suele ser, una medida que afecte a todos los niños del país se le puede convertir en una pesadilla en las urnas, que sí le importan.
De cualquier modo, los niños sufrirán los estragos del embrollo político-judicial. Hoy y en su futuro.
EL APUNTE
Los niños no aprenderán matemáticas pero sabrán recitar las glorias de los movimientos guerrilleros en México y América Latina.
asf