Por Carlos Heredia Zubieta
México se considera afortunado de tener una doble pertenencia geopolítica: la geografía, la demografía y las alianzas comerciales nos sitúan en América del Norte, mientras que las vertientes de la historia, la lengua y la religión nos ubican en América Latina. El bolsillo apunta al norte, mientras el corazón palpita hacia el sur.
Sin embargo, no hemos sido capaces de desplegar una agenda estratégica. Estamos descolocados en los tres grandes temas de nuestro tiempo: las desigualdades, las migraciones y los efectos del cambio climático.
‘Primero los pobres’, dijo este gobierno, pero durante su mandato las oligarquías y las fuerzas armadas han acumulado cada día mayor poder económico y político, en violación flagrante del mandato constitucional en este último caso.
La fijación presidencial con los combustibles fósiles, la eliminación de la Comisión Nacional para la Biodiversidad, y los incendios forestales que como metáfora política se multiplican en el tramo final del obradorismo, son consecuencia del desmantelamiento institucional, y descolocan a esta administración respecto a las políticas de acción climática seguidas por los gobiernos autodenominados progresistas de Brasil, Chile y Colombia.
Estados Unidos y Canadá nos ven quizá como socios comerciales, pero en una más de sus intervenciones xenofóbicas, el 16 de diciembre de 2023, en Nueva Hampshire, en ruta a su posible regreso a la Casa Blanca, Trump acusó a los migrantes indocumentados de ‘envenenar la sangre’ de Estados Unidos.
En América Latina, a diferencia de Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), y de Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), AMLO no ha rechazado el ‘Madurazo’ por el cual el gobierno venezolano impide el registro de candidatos de la verdadera oposición en las elecciones presidenciales. En la ruta de la regresión autoritaria, México ha escogido como compañeros de viaje a Cuba, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Venezuela.
Las actuales izquierdas en el poder son sumamente heterogéneas, con visiones muy distintas sobre democracia, derechos humanos, medio ambiente e inserción internacional.
La política exterior empieza con los vecinos. La incineración de 40 migrantes latinoamericanos en instalaciones gubernamentales el 27 de marzo de 2023 sintetiza una política migratoria que nos llevó a convertirnos en el muro que Trump quiso. Algún día tendremos que explicar a decenas de miles de madres guatemaltecas, salvadoreñas y hondureñas, cómo es que los cuerpos de sus hijos e hijas acabaron hacinados en alguna fosa común, o ultrajados por el abominable crimen del tráfico y la trata de personas.
La irresponsable ausencia del presidente de México en el accidentado camino a la toma de posesión y en los primeros meses de la gestión del presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, hablan volúmenes sobre el desinterés en la región, lo que nos llevó a dejar de lado el Plan de la CEPAL para el desarrollo mesoamericano.
Como lo ha señalado acertadamente la profesora Guadalupe González González, en un año de cierre de sexenio, como 2024, el gobierno mexicano tendría la responsabilidad de hacer un corte de caja con un análisis puntual de aciertos, errores, omisiones y tareas pendientes. Y quien resulte electa presidenta de México tiene frente a sí los imperativos de construir sinergias hemisféricas en los temas de desigualdad, de movilidad humana y de cambio climático.
Miembro de @pormxhoy