Por: Félix Hernández Gamundi
La reforma al Poder Judicial en México es un tema toral para el futuro de la democracia. No es posible pensar en un Estado justo, igualitario y garante de los derechos ciudadanos, sin un Poder Judicial con capacidad para impartir justicia, que vele por el cumplimiento de la Ley y que atienda de manera clara, expedita e imparcial la resolución de violaciones y conflictos.
Por ello, la Reforma no solo es un tema de expertos juristas, es también del interés de todos, pues estamos en la construcción de futuro en este NUESTRO PAÍS. Por ello, el proyecto de reformas actual debe abordar las cuestiones estructurales y sustantivas del sistema judicial, para garantizar su eficiencia, transparencia y equidad.
El Poder Judicial de México enfrenta múltiples desafíos, incluyendo corrupción, ineficiencia y falta de independencia. Durante décadas, el sistema judicial mexicano ha sido criticado por su lentitud y por una percepción generalizada de falta de justicia. Por ello, no basta con diseñar nuevos mecanismos para elegir jueces y magistrados.
La reforma al Poder Judicial ha de ser integral y abarcar varios objetivos sustantivos:
1. Independencia: La reforma deberá garantizar independencia del Poder Judicial. El equilibrio de los poderes es indispensable para un Estado sólido y con capacidad para gobernar.
2. Transparencia y Rendición de Cuentas: Garantizar transparencia en el funcionamiento del Poder Judicial. Los procesos judiciales deberán estar sujetos a una mayor rendición de cuentas respecto a las actuaciones de los jueces.
3. Eficiencia Procesal: Dar paso a nuevas tecnologías y la modernización para agilizar los procedimientos y reducir la duración de los juicios. Esto implica también dotar al Poder Judicial con presupuestos suficientes.
4. Acceso a la Justicia: Mejorar el acceso a la justicia para todos los ciudadanos, especialmente para aquellos en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Los Cambios Propuestos
1. Selección y Evaluación de Jueces: La reforma incluye modificaciones en el proceso de selección y evaluación de magistrados y ministros.
2. Creación de Nuevas Instituciones: Propone la creación de nuevas instituciones y organismos que supervisen el funcionamiento del Poder Judicial, incluyendo comisiones encargadas de investigar y sancionar posibles irregularidades.
3. Modernización Tecnológica: Propone implementar sistemas electrónicos para la gestión de casos y la realización de audiencias virtuales.
4. Reformar la Ley de Amparo: Modificaciones en la Ley de Amparo para hacerla menos susceptible de aplicaciones indebidas.
Siendo necesarios, los cambios no son suficientes. La propuesta no está exenta de críticas y desafíos. La reforma tiene que incluir al aparato completo de justicia, el Ministerio Público, incluyendo las fiscalías y toda la estructura del Poder Judicial. También debe reformarse el sistema carcelario, la defensoría de oficio y tener en cuenta el contexto actual de un Ministerio Público incapaz de representar a la sociedad. Corregir la alta exposición del MP y jueces a la corrupcion debe pasar por proteger la seguridad de los procuradores y de los juzgadores; se requiere garantizar una escuela de trabajo que procure calidad. Esto conduce a la creación de un servicio civil de carrera confiable.
Imposible olvidar que para decenas de miles de mexicanos pobres sus casos dependen de una defensoría de oficio, ahora burocratizada y de baja calidad que no cumple su cometido. Un sistema carcelario lleno de prisioneros sin dinero para una fianza o un abogado y víctimas de un sistema carcelario que es una escuela del crimen. Se trata de gente encarcelada por delitos muy menores y expuesta a la convivencia con criminales responsables de delitos graves y que controlan las cárceles.
Debe considerarse un espacio para que la sociedad participe activamente en los procesos de modificación de conductas delictivas menores, con acciones solidarias en la comunidad. Establecer mecanismos legales y apoyos profesionales para que la familia y la comunidad se hagan cargo de procesos que modifiquen la conducta antosocial, en vez de encarcelamientos que atropellan derechos y proyectos de vida.
Si bien los objetivos y propuestas son prometedores, la verdadera medida del éxito de estas reformas dependerá de la voluntad política para implementarlas de manera efectiva y de la capacidad del sistema judicial para su independencia y fortaleza, esto rebasa a esta reforma que es más bien administrativa. Finalmente, es fundamental que el proceso de reforma continúe siendo vigilado por los otros poderes y la sociedad, para asegurar mejoras sustanciales y sostenibles en el acceso a la justicia para todos los mexicanos. Mexico requiere de un nuevo modelo de justicia.
Integrante de Por México Hoy @pormxhoy