¿Sabías que la ciberdelincuencia tiene preferencia de género? Sí, algunas mujeres, por diversas razones, son blanco de los delincuentes dedicados a extraer información personal y financiera a través de llamadas, correos y hasta whatsapp. Es muy posible que estemos frente al phishing de género.
El phishing, esa ingeniería social que se utiliza para el robo de información sensible, ha emergido como una de las principales amenazas de la seguridad. Actualmente, podemos ver algunas señales que anticipan un enfoque hacia las mujeres: de acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de las Ciudad de México, de los ciberdelitos reportados entre el 2021 y febrero del 2022, el 65% de 7 mil 509 fueron a mujeres y niñas.
¿Por qué las mujeres son uno de los objetivos más frecuentes? La respuesta radica en una combinación de factores que incluyen violencia de género y tácticas de ingeniería social estereotipadas creadas a partir de la percepción de inferioridad con respecto a los hombres.
Es muy probable que la ciberdelincuencia se base en ideas preconcebidas como que las mujeres están solas o que son más proclives a creer las promesas recibidas en la red, sin embargo, también es cierto que la navegación es más intensa en la red para las compras (53% del comercio electrónico es realizado por mujeres).
Cualquiera que sea la razón, para combatir esta amenaza, es fundamental que las mujeres estén equipadas con conocimientos sólidos sobre seguridad cibernética, así como una fortalecida cultura de precaución y sensibilización en torno a la seguridad en línea en todos los ámbitos de la vida.
A la par, es esencial que las plataformas en línea y las empresas intensifiquen sus esfuerzos para prevenir el phishing y proteger la seguridad de los usuarios. Esto podría comprender la implementación de sistemas de verificación de identidad más rigurosos, el uso de tecnologías de detección de fraudes avanzadas y la colaboración con expertos en seguridad cibernética para identificar y abordar nuevas amenazas.
En respuesta a esta creciente amenaza, es fundamental implementar medidas efectivas para proteger a las mujeres en el mundo digital. Esto incluye una combinación de educación, concientización y acceso a herramientas de seguridad cibernética.
La educación sobre prácticas seguras en línea, la identificación de señales de advertencia comunes de phishing y el uso de contraseñas seguras y autenticación de dos factores son pasos críticos para protegerse contra los ciberataques.
Es por ello que, se recomienda seguir la regla de las tres R para la prevención del fraude:
• Reconocer los indicios de fraude en las llamadas, correos electrónicos o mensajes de texto no solicitados en los que piden información personal o financiera.
• Rechazar toda solicitud que sea motivo de presión, sospecha o incomodidad. No hagas clic en los enlaces, no abras documentos adjuntos, ni proporciones información personal como contraseñas de uso único.
• Reportar toda sospecha de fraude inmediatamente a tu institución financiera, policía local y organizaciones nacionales.
Al adoptar estas estrategias y estar alerta ante las tácticas de phishing, las mujeres pueden reducir significativamente su riesgo de convertirse en víctimas de fraude en línea.
La seguridad cibernética es un esfuerzo colectivo que requiere la participación y la colaboración de todos los usuarios de Internet. Juntos, podemos crear un entorno digital más seguro y proteger a las mujeres del peligro del phishing y otros ataques cibernéticos.
Directora de Comunicación Corporativa Sostenibilidad y Asuntos Públicos de Scotiabank México