Como “anillo al dedo”, los jefes de la 4T politizaron la pandemia y el presidente Andrés Manuel López Obrador utilizó la arena para polemizar y golpear a lo que llama sus “adversarios”, desde empresarios, periodistas y hasta los médicos. Y, nos hacen notar, ahora tienen un plan para la reapertura de las actividades, el arranque de la maltrecha economía nacional, con tintes políticos. Así como lo lee, con jiribilla política. ¿De qué le hablamos? Nada más y nada menos, el gobierno de la 4T está utilizado el mote de municipios “de la esperanza”, los que están libres de contagio de Covid-19, donde va a volver “la nueva normalidad”. ¿Y qué le recuerda el eslogan? Atinó usted: “Morena, la esperanza de México”. Hoy en México tenemos una pandemia enferma de política y la nueva fase con el mismo medicamento: política rumbo al 2021, nos comentan.
El “modito” de la 4T de comunicar los contagios
Como si se tratara de algo vergonzante, a algunas dependencias les ha costado un gran trabajo comunicar cuando sus funcionarios han dado positivo de la enfermedad de Covid-19. En la mayoría de los casos se trata de servidores públicos que por la naturaleza de su trabajo no se pudieron quedar en casa, y derivado de su exposición, se contagiaron. Por ejemplo el Seguro Social dio a conocer la noche del martes que la jefa de enfermeras del IMSS, Fabiana Zepeda, dio positivo de Covid-19. Sin embargo, la Jefa Fabiana tenía ya varios días de saber del contagio y lo dio conocer solo hasta que este medio preguntó al Instituto si era cierto o falso que estaba contagiada. Un caso similar ocurrió con la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, quien reveló el 27 de abril que siete días antes recibió un diagnóstico positivo. El anuncio, casualmente, se dio luego de que un medio llamó al equipo de la secretaria para confirmar la información. Claro que no es así en todos los casos, está el del procurador federal del Consumidor, Ricardo Sheffield, quien con oportunidad comunicó su diagnóstico; y el del vocero de la cancillería, Roberto Velasco, quien la noche del martes informó que dio positivo, minutos después de que su jefe, el canciller Marcelo Ebrard, estuviera en el Aeropuerto capitalino recibiendo un cargamento de ventiladores. Cada quien ha tenido en la 4T su modito de comunicar su contagio en la pandemia.
El PRI, opositor o enemigo
En el número 59 de la avenida de los Insurgentes, en la Ciudad de México, lugar donde se ubica la sede nacional del PRI, aún esperan una respuesta del gobierno federal. El pasado 8 de mayo el dirigente nacional del Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno, envió una carta al secretario de Salud federal, Jorge Alcocer, para ofrecer inmuebles priistas que pudieran adaptarse como lugares para atender a contagiados de Covid-19. Al menos hasta ayer por la mañana, la respuesta no había llegado. Algunos priistas dicen que don Alejandro peca de inocente, pues para la actual administración, los opositores son enemigos y símbolo de la corrupción, por lo que ni en una situación de emergencia se dejarían ayudar por ellos.