Nos platican que, apenas confirmaron que el Senado avaló el Plan B del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la bancada de Morena en la Cámara de Diputados surgió una nueva prioridad: un plan para limitar las atribuciones del Tribunal Electoral, luego de que determinó que la próxima presidencia del INE debe estar a cargo de una mujer. Nos cuentan que los morenistas comenzaron a urdir su estrategia desde el periodo pasado, cuando el tribunal ordenó incluir a Movimiento Ciudadano en la Comisión Permanente, y más tarde se fortaleció la idea cuando ordenó modificar la convocatoria para elegir consejeros del INE. Nos cuentan que el coordinador Ignacio Mier ya encargó a un grupo de legisladores diseñar una vía legal para frenar a la máxima autoridad electoral. Queda claro que a la mayoría oficialista la única autoridad a la que le gusta someterse es la del inquilino de Palacio Nacional.
Tras cuatro años, asusta a líderes del Senado la violencia verbal
En el Senado, que desde 2018 ha sido escenario de intensos intercambios de insultos, descalificaciones y agresiones verbales, e incluso más de un conato de gresca, nos cuentan que los coordinadores de todos los partidos comentaron entre ellos su preocupación por el tono que tomaron el miércoles las discusiones en el pleno. Durante el debate del llamado Plan B electoral, además de los ya normalizados improperios, en tribuna se llegó de plano a la amenaza de revelar videos íntimos de una legisladora. Nos comentan que platicaron la necesidad de tomar medidas para frenar la violencia verbal porque cada vez se acerca más a derivar en violencia física. ¿Será que logren frenar el florido lenguaje de los senadores y su marcada propensión a confundir el debate parlamentario con un concurso de expresiones de odio e intolerancia?
A corcholatazos y billetazos se llevan
La contienda interna de Morena por la candidatura presidencial se calienta cada día. Ahora, seguidores de algunas corcholatas invierten su dinero en subir tuits promocionados de noticias que les peguen a sus adversarios. Luego de que la cuenta tuitera @ALEPHBIO reveló que Pemex y Fonatur dieron contratos por varios millones de pesos a una consultoría dirigida por un sobrino de Marcelo Ebrard , la diputada Gabriela Jiménez , quien apoya a Claudia Sheinbaum , pautó en Twitter una nota sobre el tema. En los pasillos de Palacio, nos cuentan, no cayó nada bien que, por pegarle a don Marcelo, la legisladora no reparó en que su dinero sirvió para raspar de paso a dos tabasqueños aliados del presidente, Octavio Romero , de Pemex, y Javier May , de Fonatur. La oficina de prensa del canciller no desmintió los contratos, sólo dijo que hace años que ni habla con el sobrino. Entre que sí le habla o no, nos cuentan que el equipo marcelista llevó su queja de juego sucio al árbitro único del proceso, el que despacha frente al Zócalo. Así se llevan. Y apenas es febrero de 2023.
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