Nos comentan que tras las críticas que recibió este fin de semana por saludar, abrazar y besar a personas en su gira por Guerrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió que los actos públicos de fin de semana continuarán, aunque se buscará que no sean multitudinarios. Nos detallan que, como lo informamos el domingo pasado en este mismo espacio, el evento del 21 de marzo, natalicio de Benito Juárez, en Guelatao, Oaxaca, así como la conmemoración de hoy 18 de marzo, Día de la Expropiación Petrolera, sí se llevarán a cabo, pero se busca que sea con poca gente. En el caso de este miércoles, el evento será en la Torre de Petróleos Mexicanos en la Ciudad de México, y para el sábado 21 de marzo se pretende que al evento acudan solo algunos de los pobladores de Guelatao. Ya se verá si este fin de semana hay menos besos y abrazos presidenciales.

Por el bien de todos, primero la reelección, y luego el coronavirus

“Muchos diputados no queremos sesionar mañana. Es una gran irresponsabilidad, somos 5 mil familias expuestas pero Morena quiere aprobar una reforma electoral”. Lo anterior fue expresado en un chat privado por un diputado de oposición en referencia a que la Junta de Coordinación Política (Jucopo) acordó citar a sesiones hoy y mañana jueves, pese a la contingencia que se vive por la pandemia de Covid-19. Nos dicen que aunque la Jucopo agendó varios temas, en realidad el interés de Morena es que se aprueben las reglas de la reelección legislativa, pues el plazo constitucional vence en mayo y si la emergencia sanitaria se alarga se pone en riesgo la reelección de los diputados y senadores. Nos aseguran que aunque la oposición no asista bastará con que haya quórum y se arme mayoría con las bancadas de Morena, que coordina Mario Delgado, y del PT, que encabeza Reginaldo Sandoval. Así que por el bien de todos, primero la reelección. Y ya con esa tranquilidad, entonces sí que lleguen todos los virus que quieran, y los señores y señoras diputados se guarden.

Se tambalea pacto AMLO-CNTE

Nos dicen que el acuerdo de civilidad entre el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación está en riesgo de ruptura. La razón: el magisterio disidente considera que a un año de que se instalaron las mesas de negociación para reinstalación de maestros cesados, pago de incidencias, seguridad social, presos políticos, entre otros, no se han cumplido al 100 por ciento. Ayer durante un bloqueo-plantón en las inmediaciones de Palacio Nacional, los maestros de la Coordinadora amagaron con radicalizar sus acciones, porque —dijeron— de diálogo ya estuvo bueno. Así que en tanto no resuelvan sus demandas “seguirán al Presidente” a donde quiera que vaya. Al parecer la CNTE regresará al escenario de la confrontación.

El “crimen” del secretario de Salud

Bastante molestos tiene a los panistas el perfil bajo que ha mantenido el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela, ante la crisis del Covid-19. Tanto, tanto, que hasta se fueron a la Fiscalía General de la República (FGR) a interponer una denuncia penal por “intento de homicidio y lesiones”. Según los panistas, su denuncia se funda en el artículo séptimo del Código Penal Federal, que admite la omisión como un delito en caso de incumplir un mandato de ley; y en los artículos 181 y 183 de la Ley General de Salud que obligan a la autoridad sanitaria a tomar medidas en caso de una emergencia nacional. El caso es que este tipo de medidas prácticamente nunca procede, y por el contrario, podría revertirse contra los panistas impulsores, pues la maniobra podría ser interpretada como oportunismo político en tiempos de una emergencia por pandemia, algo que ningún código tipifica, pero que puede tener un castigo muy grave por parte de los ciudadanos.

En la foto: Andrés Manuel López Obrador. Germán Espinosa/ EL UNIVERSAL

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