El presidente Andrés Manuel López Obrador parece que dio un paso atrás en su compromiso de hacer públicas las declaraciones ministeriales que rindieron 44 militares sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos la noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero, al señalar que hubo “una mala interpretación” de sus comentarios del jueves pasado. “Dije que íbamos a entregar los documentos que han estado poniendo a disposición de la investigación la Secretaría de la Defensa, no los anteriores, porque se confundió. Si los entregaron testados antes, pues vamos a buscar los originales para entregarlos bien, pero los que tenemos los va a dar a conocer Alejandro (Encinas) , hoy mismo”. Es decir, no se harán públicos, por ahora. Por lo pronto, el Centro Pro y Fundar, dos organizaciones que han acompañado a las víctimas, ayer se mostraron indignadas tanto por la revelación de una investigación en curso, como por el hecho de que se dieron cuenta que las Fuerzas Armadas tienen más información sobre el crimen de lo que admitían. ¿Cuánto más no sabemos? Se preguntan los activistas y las familias de los desaparecidos.
PRI y Verde, ¿contra lo que apoyaron hace 8 años?
Vaya problemón que les aventó el presidente Andrés Manuel López Obrador a las bancadas del PRI y del Partido Verde en el Congreso de la Unión. Si el PRI y el Verde deciden apoyar esta reforma constitucional estarían traicionando por lo que tanto pugnaron, cuando fueron aliados y fieles escuderos del presidente Enrique Peña Nieto , nada más y nada menos, que la reforma energética del 2013. Las bancadas de Morena y del PT necesitan de los votos de ambos partidos para que pase esta propuesta constitucional pero el costo será desmantelar y acabar con la reforma energética peñista. Además, ambos grupos parlamentarios han dicho que no podrían acompañar alguna reforma que vaya en contra de lo que ellos mismos impulsaron en el pasado. Claro que no sería la primera vez que descubrieran nuevas convicciones y valores a la luz de la conveniencia del momento. “Éstos son mis principios y, si no le gustan, tengo otros”, diría Groucho Marx.
Los autores de la reforma
Ayer no se aplicó la máxima de “honor a quien honor merece” en la conferencia mañanera donde se anunció la reforma energética que busca nacionalizar la explotación del litio. Resulta que la iniciativa original fue presentada el 8 de septiembre del 2020 por el senador de Morena, Alejandro Armenta . Con un diagnóstico sobre el potencial de este recurso y argumentos diversos, incluso propuso crear una paraestatal encargada del tema. En Palacio Nacional, sin embargo, ni media palabra para el autor. ¿Será porque el senador en cuestión es cercano a un presidenciable que no es el favorito? También podría ser, nos dicen, una simple expresión del gobierno actual: todas las buenas ideas, son del Presidente.
Cambios en la OEA
En donde están muy contentos es en la representación de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), que encabeza la embajadora Luz Elena Baños, debido a que el dominicano Josué Fiallo acaba de tomar la Presidencia del Consejo Permanente y, con ello, México apuesta a que el diálogo —con toda la membresía de la organización— será privilegiado pero sobretodo se podrán acomodar las agendas que busca impulsar el gobierno federal mexicano. ¿Qué será lo que el país quiere meter en agenda en un organismo del cual apuesta su desaparición?