La operación política que dio paso a la presidencia del PRI y de Dulce María Sauri en la Cámara de Diputados no sólo se realizó en la Secretaría de Gobernación con el encuentro entre la secretaria Olga Sánchez Cordero, el coordinador morenista, Mario Delgado, y coordinador priista, René Juárez, la tarde del martes. También hubo otra pista en la que se negoció el apoyo del PT para dar paso al PRI en San Lázaro, y esa, nos dicen, fue con el líder nacional petista Alberto Anaya, quién aceptó ceder la presidencia legislativa y de paso traicionar a Gerardo Fernández Noroña y a su coordinador Reginaldo Sandoval, a cambio de que su esposa, Guadalupe Rodríguez, fuera nombrada presidenta del Congreso de Nuevo León, donde ella es diputada local por el PT. El nombramiento de la señora de Anaya ocurrió sorpresivamente la tarde del martes, casi a la misma hora, que Mario Delgado y René Juárez salían de Bucareli, anunciando un acuerdo para la designación de Sauri, que finalmente se consumó ayer en medio del pataleo de Fernández Noroña, quien acusó “una operación de Estado” para imponer a la priista. Lo que quizá no supo don Jerry es que esa operación incluyó al líder nacional de su partido.

Fallaron los cañonazos de 5 millones del PT

A varios se les ocurrió preguntar qué va a hacer la bancada del Partido del Trabajo con sus fichajes estelares que hizo en los últimos meses y días para tratar de ser la tercera fuerza y poder presidir la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Nos recuerdan que según acusaciones públicas, algunos de ellos recibieron “cañonazos” de 5 millones de pesos para volverse petistas de ocasión. La duda ahora es si todos los que llegaron se quedarán en la bancada o algunos intentarán regresar a sus anteriores fracciones, y si en sus anteriores grupos parlamentarios estarían dispuestos a recibirlos. Lo que sí puede suceder es que algunos salgan del PT con la cola entre las patas y cinco millones en sus cuentas.

La última travesura del estresado secretario


Nos comentan que, con seguridad, al presidente del Consejo Nacional Agropecuario, Bosco de la Vega, no le gustaron las palabras de despedida del hoy exsecretario de Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo. Don Víctor Manuel reveló al despedirse del cargo que el presidente Andrés Manuel López Obrador publicará un decreto donde se prohibirá de manera gradual el uso del glifosato. Nos dicen que un día antes, el martes  en  Palacio Nacional, cuando acudió  a escuchar el mensaje del presidente López Obrador con motivo de su Segundo Informe de Gobierno,  don Bosco celebraba la salida de Toledo y aseguraba que este herbicida —el glifosato— “es un elemento importante para la agricultura porque es la que quita las malas hierbas del campo. Sería un grave freno (que se prohibiera) para el sector agroalimentario que está compitiendo con el mundo”. Y ¡zas!, que hoy se entera De la Vega que su milagroso herbicida será prohibido. Fue, nos hacen ver, la última travesura del secretario que, según AMLO,  renunció porque ya no podría con el estrés y la presión que le generaba el trabajo.

Ahora sí, Delgado buscará el partido

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