Nos dicen que una de las frases dichas por el subsecretario Hugo López-Gatell en la entrevista publicada este martes en EL UNIVERSAL llamó la atención de algunos. “Yo no tengo, en este momento, ese interés”, respondió el funcionario a la pregunta sobre si estaba interesado en competir por algún cargo de elección popular. Nos comentan que al interior de la autollamada 4T algunos de los que acostumbran a medir su aceptación en encuestas regulares, y que también miden a López-Gatell, no dejaron de hacer notar que el técnico ya habla como político y evita cerrar del todo la puerta de una candidatura. Así es que, por el momento, don Hugo comienza a mandar mensajes y dar algún calambre. La gran pregunta es qué pasará con el hoy llamado rockstar de la 4T cuando los reflectores de la pandemia dejen de iluminar su rostro.
Otro AMLOfest perdido
¡Ni modo! Nos comentan que el presidente Andrés Manuel López Obrador deberá, de nueva cuenta, olvidarse de presentar su informe trimestral en el Zócalo por culpa del Covid-19. De manera similar al realizado el pasado 5 de abril, el próximo 1 de julio —segundo aniversario de su victoria electoral a la Presidencia— el mandatario dará su informe en el Palacio Nacional y sin invitados. Sin embargo, al Presidente todavía le queda otro informe de gobierno para el 1 de diciembre —segundo aniversario de su toma de posesión—, y si para entonces ya se domó la pandemia, y el semáforo sanitario se lo permite, podrá realizarlo en el Zócalo, con sus seguidores.
Las víctimas de la austeridad republicana de la 4T
El actual gobierno se comprometió con el México agraviado por una guerra que desangró al país, y prometió atender a las víctimas de esa batalla y ayudarlas a retomar su proyecto de vida. Nos hacen ver que el gobierno mexicano tiene una sola institución para cumplir con esa promesa: la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas. Pues hoy, esa Comisión, que encabeza Mara Gómez, no tiene recursos ni para pagar la renta de sus instalaciones, ni los sueldos de la mayor parte de sus trabajadores, pues les llegó el ajuste presupuestal para atender la pandemia. La Comisión, nos dicen, pasó ya de la austeridad republicana, a la pobreza franciscana. Un número importante de votos detrás del actual gobierno, nos comentan, proviene de la esperanza de justicia que se incubó en los cientos de familias mexicanas que por años experimentaron la vulneración de sus derechos humanos en el marco de una guerra contra la delincuencia, de las víctimas. Ahora, estas personas están en riesgo de ser también víctimas de la austeridad de la 4T.
El tapón en el Senado
