Nos hacen ver que un detalle del estilo personal de gobernar del presidente Andrés Manuel López Obrador es designar a secretarios de su gabinete para que realicen tareas diferentes a las de su cartera. Nos detallan que después de encargar al canciller Marcelo Ebrard atender la compra de medicinas y de vacunas contra el Covid-19, ayer el Ejecutivo federal dio a conocer que encomendó a Arturo Herrera Gutiérrez , secretario de Hacienda y Crédito Público, hacerse cargo nada más y nada menos que de la atención a los deportistas de alto rendimiento que van a participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 . ¿Será que el Presidente no confía en nadie en el sector salud para comprar equipos médicos y vacunas? ¿Será que el Presidente no confía en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, que encabeza la velocista Ana Gabriela Guevara para que atienda a los atletas de alto rendimiento? Solo el mandatario conoce las respuestas a las anteriores preguntas, pero el hecho es que don Arturo se convirtió en otro secretario mil usos.
El atareado Mario Delgado
Un día atareado tuvo ayer el presidente nacional de Morena, Mario Delgado, quien antes de tener, por ley, que guardar silencio aprovechó para responder a los 340 intelectuales y personalidades que firmaron un manifiesto pidiendo a la ciudadanía votar por cualquier partido opositor que tenga la posibilidad de vencer a Morena. Don Mario dijo que los firmantes son “conservadores” que quieren “recuperar las devastadoras reformas antinacionales del sexenio anterior”. Antes Delgado se apersonó en la Fiscalía General de la República para presentar una denuncia por el presunto amago con armas largas que dijo haber sufrido el pasado viernes en Tamaulipas. Y para cerrar con broche de oro, el presidente de Morena expresó su apoyo a Ricardo Gallardo , candidato del Partido Verde a la gubernatura de San Luis Potosí, entidad en la que Morena tiene su propia candidata.
Sobrevivimos a la spotiza
Lo que seguro no va a extrañar mañana la población es la spotiza a la que los partidos la sometieron por dos meses. En solo 60 días se difundieron 19 millones 800 mil spots en radio y televisión, además de un total de 55 millones 400 mil promocionales en todos los medios y redes sociales. Y, nos hacen ver, hubo un gran contraste entre esos millones de spots y promocionales y el número de propuestas que ellos hicieron. Hubo más descalificaciones, amenazas, intimidaciones y lenguaje soez que presentación de proyectos. Quizá estos mensajes trajeron algún beneficio a los partidos, pero es un hecho que a la ciudadanía no le generó ninguno.
El último estirón morenista
Siguiendo la recomendación de sus líderes, los legisladores de la mayoría de Morena se activaron en redes sociales para reforzar el mensaje de la necesidad de que haya continuidad del proyecto de lo que ellos llaman la Cuarta Transformación. Algunos senadores fueron más creativos que otros. Jesusa Rodríguez , por ejemplo, hizo todo un performance en su cuenta de Twitter, en el que, usando una máscara de pájaro, invita a pasar al “túnel neoliberal”, donde aparece alguien caracterizado como el expresidente Carlos Salinas de Gortari . “Para quienes quieren que regrese el saqueo, el nepotismo, el tráfico de influencias... ¡Pasen, pasen a comer al túnel neoliberal!”, exclama doña Jesusa. Otros, de manera más ortodoxa, como Martí Batres , mandaron solo un mensaje en el que piden a la gente refrendar la “mayoría democrática” en la Cámara de Diputados. El lunes se sabrá si sus mensajes fueron o no efectivos.