Vivir con poesía
es un acto de rebelión.
En un mundo cínico
de consumismo salvaje,
para creer en el amor
se requiere coraje.
Pero aquí estamos… la resistencia,
conspiradores.
Los que aún creemos en el poder
de las palabras y de las flores.
Nos llaman intensos
o románticos anticuados,
por creer en el amor verdadero
…los apestados.
Aquí estamos los necios, los testarudos,
los renegados del amor desechable,
prófugos de la indiferencia.
Llenos de sueños,
nos revelamos.
El amor existe…
no es inventado.
Somos la contracultura,
los radicales del corazón,
formamos la minoría…
la oposición.
Rechazamos todas las expresiones
del amor en decadencia,
somos los insurrectos…
la disidencia.