Esta semana la H. Cámara de Senadores recibirá a Rosa Icela Rodríguez en una comparecencia en la que habrá de demostrar sus competencias y experiencia técnica, y sin duda, su carácter y habilidad de comunicación política.

La seguridad es la política pública no resuelta, espacio de la improvisación y las ocurrencias.

En la gestión del Presidente Zedillo se dio pie al gobierno de William J. Clinton para que la militarización se anudara a la política de seguridad, inserto inconstitucional que fue sembrado en la entonces Procuraduría General de la República.

Con Fox la militarización en la política de seguridad se expandió, llegando al extremo en el mandato de Calderón.

Veníamos de una profunda crisis económica donde el PIB se desplomó a menos del 7%. Ahora las perspectivas económicas para el cierre del presente ejercicio fiscal indican un decrecimiento económico para 2020 de por lo menos 8 puntos del Producto Interno Bruto.

Y los buenos oficios de Clinton no parecen emerger en el equipo de Joe Biden.

Las tasas porcentuales que miden la comisión de delitos han aumentado prácticamente en todos los indicadores nacionales, la violencia crece y la impunidad se afianza en virtud de una estrategia errática.

Hace 15 días en estas páginas compartimos con ustedes una hipótesis sobre la decisión del Presidente de quien podría relevar al ex Secretario de Seguridad Alfonso Durazo:

II. Abrir el compás al nombramiento de una funcionaria civil, con perfil científico humanista, dando oportunidad a que la inteligencia militar que se madeja en el país se acompañe de una política de inteligencia socio estratégica en el que se recupere la reforma policial desde una agenda de género/intercultural y de derechos humanos en el servicio público y la protección ciudadana.

Este es el escenario en el que Rosa Icela debutará como la primera mujer designada como Secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. ¿Quién es Rosa Icela?

Vector de valoración elevadamente clave en el sistema de reclutamiento de la 4T es la lealtad al Presidente.

Es una mujer vinculada estrechamente al Presidente AMLO décadas atrás y al ahora canciller Marcelo Ebrard, justo quien -consumada la elección estadounidense-, comenzará a revaluar las políticas de comercio, seguridad, migración, energía, laboral y de respeto a los derechos humanos.

Es claro que el contexto nacional y geopolítico en el que estamos, con un sistema de seguridad pública y de justicia disfuncional en lo estructural, requiere actores que no administren su inercia, que sopesen las adversidades, que tengan oficio por las tareas del Estado.

En el caso de Rosa Icela Rodríguez, ha probado capacidad de trabajo, diseño estratégico, eficiencia operativa y eficacia institucional en sus encomiendas.

Así fue en la alcaldía Cuauhtémoc en el que con su mentoría formó equipos de profesionales del análisis y la implementación de iniciativas acordes entre seguridad pública y desarrollo social como David Chan -quien evidencia en un estudio aún inédito en la UNAM y dirigido académicamente por el Profr. Pedro Isnardo De la Cruz-, cómo ella en el marco de las gestiones de López Obrador y Ebrard como Jefes de Gobierno, fue decisiva durante 12 años en el diseño y puesta en práctica de una política de seguridad pública comprensiva, con metodología estratégica de articulación entre coordinaciones inter alcaldías y a nivel territorial, comunicación estrecha con actores y liderazgos locales, valoración cotidiana de la incidencia delictiva y los puntos focales de mayor riesgo y criminalidad comunitarios y, sobre todo, un estado de fuerza policial crecientemente cercano con la ciudadanía.

Los méritos de dichas coordenadas de política pública, probaron su funcionalidad en el Centro Histórico en particular y en las zonas de mayor gravedad criminal de alcaldías circunvecinas.

Fue la época de reconfiguración comercial, empresarial y turística en la que el empresario Carlos Slim retomó inversiones en esta región y en la que incluso creó una Fundación ex profeso para diagnosticar y aportar iniciativas a las dinámicas sociales de vulnerabilidad y cambio social en las que fuese posible involucrar a comunidades en situación de calle y pobreza, con el acompañamiento de expertos especialistas internacionales en prevención del delito.

Ese modelo probado de administración y rediseño gradual de respuesta a las problemáticas más sentidas por la inseguridad pública se fue desmantelando bajo el gobierno de Miguel Ángel Mancera.

Rosa Icela, sin embargo, ocupó posiciones centrales en el ámbito del desarrollo social y en la gestión pública de la agenda de las personas mayores; con la asunción en la Presidencia de Andrés Manuel, se posicionó en el equipo de confianza de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, llegando a ser su Secretaria de Gobierno.

Rosa Icela representa una mujer cuyas virtudes personales, temperamento, carácter, capacidad de diálogo, sensibilidad social y experiencia probada en diversos temas delicados para el país, no deben ser juzgados a la ligera y menos aún si implican la necesidad de reestructurar de raíz las capacidades del Estado frente a las actuales dinámicas socio narco delictivas.

El sentido práctico profesional, la autodisciplina, la capacidad metódica y la vocación de trabajo horizontal, permitirá a Rosa Icela implementar a nivel nacional el Modelo de Seguridad Ciudadana que con Sheinbaum se ha buscado afianzar en la Ciudad México, bajo un núcleo de objetivos que implican la no corrupción, la participación ciudadana sustentada en niveles favorables de percepción pública sobre la inseguridad, la articulación entre programas sociales y la estrategia de seguridad.

Rosa Icela Rodríguez habrá de defender el espacio civil como garante de derechos humanos ante la espiral militar de la seguridad, así como la cultura de igualdad y no violencia de género desde las instituciones de seguridad y justicia, el fortalecimiento de la inteligencia nacional y la procuración de justicia como vías para vencer la impunidad.

Rosa Icela conoce estrechamente las virtudes y los alcances del modelo de prevención estratégico, cívico y educativo de seguridad implementado con éxito por Antanas Mockus en Colombia.

No hay tiempo que perder. La violencia corroe los cimientos de la vida pública y social cotidiana.

A su vez, en la historia de la relación bilateral la presión de gobiernos de filiación demócrata, ha sido incisiva y contundente. La pérdida de dos millones de kilómetros cuadrados dan fe de la pretensión de minusvalorar nuestra soberanía y la agenda extraterritorial estadounidense de evidenciar la fusión del crimen organizado, el narcotráfico y ex titulares castrenses y civiles de la seguridad del país, no avizora nada halagüeño si la política de seguridad, el Estado de Derecho y la pacificación en México, no se fortalecen a corto plazo.

Damos nuestro voto de confianza a una trayectoria impecable representada en Rosa Icela, quien deberá evaluar con objetividad lo logrado en el equipo de profesionales del entorno del gabinete del ex titular Alfonso Durazo.

Es posible que con la nueva titular en Seguridad Pública impulse el espíritu de cuerpo en el gobierno en sus tres niveles y nuevos nudos estratégicos de resultados ante este desafío complejo. Es imprescindible resolver juntos este reloj trágico nacional.

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