“Ir sobre los adversarios, aprisa, tras haber fingido temerles, para cansarlos con paciencia planificada. El cuádruple recurso de César”. Hérault de Séchelles.

Dentro de 15 días, el domingo 4 de Junio, la República social de AMLO será sometida a un profundo cuestionamiento, será evaluada críticamente por todos los sectores sociales: en el Estado de México cohabitan todas las clases sociales, Neza, Texcoco, Ecatepec, zonas de poblaciones originarias, Ixtapan del Oro, agobiadas por el hambre, la violencia estructural y movilizaciones peregrinas milenarias, como también los clubes de golf de Bosque Real, Lomas Country, Los Encinos y demás muestras amuralladas de opulencia, indolencia e indiferencia frente a las y los excluidos.

Ahí está la zona industrial de Toluca, su confortable Aeropuerto usado por aeronaves privadas y el nuevo AIFA de Santa Lucía, con decoración popular pero moderna y eficiente.

En ese territorio multicolor que abraza a la gran Ciudad de México, desde donde se les recuerda a las y los chilangos que existe otro México popular y de trabajo, se elabora el futuro político del país.

En el Estado de México la clase media se expresa con fuerza, la clase media es determinante y contundente, ahí está la expresión siempre clara hacia la derecha de Echegaray, Satélite, Chiluca y Valle de Bravo, por ejemplo.

Y sí es un ejercicio muestral de lo que podrá suceder en el 2024.

Es un laboratorio social/electoral, es un recipiente evaluatorio de todas las políticas públicas federales y locales, una aduana electoral clave en la que un triunfo de MORENA en la Gubernatura mexiquense, puede consolidar la figura política prominente de la actual Jefa de Gobierno.

A su vez, es la última oportunidad que tiene el dinosaurio para sobrevivir o extinguirse.

Es una multi célula viva que se niega a fenecer o es solo una vieja expresión deshidratada que solo existe en el imaginario de las anécdotas.

El Presidente AMLO revisa personalmente el teatro de operaciones, sabe que es un encuentro de infantería, un choque de estructuras, recursos ominosos y disputas territoriales.

Está seguro de que su propia estructura posee el ensamble, la argamasa del cemento aglutinador de la doctrina, de la emoción reflexiva que moviliza hacia la acción positiva. Los guindas están envalentonados porque tienen Líder y proyecto.

Una vez terminada la batalla, apilados los cuerpos de las bajas, quemando y purificando las almas y haciendo recuentos de las bajas y de los territorios conquistados viene la planeación de la batalla final y definitiva de la sucesión presidencial.

Acompañan en la coyuntura al Presidente AMLO en esa función estelar sendas biografías, las indispensables: Adán Augusto López, Marcelo Ebrard, Dante Delgado, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal, Santiago Creel, acaso Lily Téllez.

En la acción política de estos personajes descansa el resultado final, el desenlace de nuestro destino.

El Partido de Acción Nacional preserva su división en dos grandes facciones, la foxista y la calderonista.

A pesar de las heridas mortales recibidas, ambas facciones están vivas. Calderón aspira a dirigir la Ciudad de México y apadrina a Lilly Téllez.

Fox ni tan locuaz para quienes pretenden su descalificación, aglutina a Creel, y con Anaya, Diego y Marko, dominan las estructuras partidistas. Por eso la candidatura de Creel cada día se fortalece más.

En el PRI los grupos participantes que destacan son los salinistas, ahí participan decenas de periodistas, los zedillistas, profesionales técnicos ambiciosos, maletas para la política y fieles así mismos; y los peñistas, incluidos en esta facción los de Atlacomulco.

En el PRI no hay otra voz cantante que la de Alito, que irónicamente ha abrazado la campaña de escándalos, elevando el costo a propios y extraños de la eficacia de su astucia.

Él sería el candidato priísta, aunque haga berrinche el bachiller Claudio, quién sigue dilapidando la riqueza que le heredó su padre.

La Alianza que promueve la oposición al Presidente AMLO y a la 4T, se romperá a menos de que Dante Delgado -político profesional probado y astuto-, la rearme.

Dante es el vector clave, por eso, muy inteligente, anunció que el Movimiento Naranja se va hasta diciembre para mostrar a su ungido.

Para ese momento las hieles y las mieles de la oposición así como el decantamiento de la decisión presidencial en MORENA y las decisiones de sus protagonistas sucesorios internos, ya estará plenamente madura.

Dante sabe que sus fuerzas sólo le dan un 8% de la votación nacional, pero con Monreal en la panza se iría al doble, y con ambos o Marcelo en su esfera, al triple.

Sabe bien que hasta ahora la resolución de Luis Donaldo es reservarse para el 2030, y que Samuel prefiere ver en las nubes a Nuevo León y a Mariana, tejiendo una Senaduría icónica.

El PRD continúa su vaciamiento: sin el Ing. Cárdenas y sin AMLO, solo quedan las cenizas de los chuchos y un grupúsculo de advenedizos.

El Güero Velasco está muy activo, busca revalorar el 4% de la votación nacional que poseen los verdes, encarecer su oferta y alcanzar una Secretaría de Estado y la gubernatura de Chiapas. Sus decisiones astutas han sido acompañadas por la fortuna política.

Noroña y el PT tienen canicas para jugar, buenos legisladores y hábiles políticos que habrán de negociar otro pedacito del pastel cremoso del poder. Seguirán con el Presidente AMLO.

Ebrard querrá estar en la boleta sucesoria a como dé lugar, por lo que espera los resultados de Toluca y claridad en las reglas del juego.

Tiene ascendencia en una vieja amistad con Dante y puede con Monreal mantener una esfera de acción cohesionada. En el PRI tiene adeptos y viejos aliados, que le harían escalar un gran cisma en MORENA. Convertirse en el nuevo Cuauhtémoc Cárdenas, que le lleve a vencer al régimen. Ese escenario será analizado en nuestra futura colaboración.

El presidente AMLO mantiene hasta ahora el control de su proceso sucesorio, ante sexenios anteriores en los que cada presidente en turno no ha podido imponer su voluntad, o sus favoritos no gravitaron, o fueron desplazados en la dinámica de las coyunturas que se les presentaron.

Son momentos sucesorios en los que el reloj político del Presidente AMLO, medra la fuerza de su voluntad sobre la angustia punzante desde el fondo de la soledad y las alianzas, de quienes aspiran a beneficiarse de su decisión suprema, recrea los escenarios a los que entregarán sus fines las almas de ambición, y pone a prueba la capacidad de prudencia política de quienes juegan a ser protagonistas del futuro mexicano.

Con ascendencia en el poema famoso de Antonio Machado, siguen en la búsqueda de la certeza de haber puesto su vela donde sopla el viento.

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