El que vino de las sombras y derrotó a Trump.

El que busca contener la osadía neoimperial de V. Putin, la devastación de Ucrania y una era de dominación rusa sobre Europa, con un modelo de no confrontación directa y acciones de distensión, le permite obtener resultados positivos para la comunidad de naciones de Occidente.

El que arrebató a Trump y los republicanos -con la ascendencia del ex presidente Barak Obama-, el control del senado estadounidense.

Al interior de la unión estadounidense, el cabildeo en el Congreso para juzgar las acciones de Trump en el Capitolio, que mantuvieron en vilo la fortaleza institucional del Congreso, aunado a las conclusiones y determinaciones del fisco sobre las discrepancias en declaraciones impositivas de Trump; presentan en las percepciones y en la realpolitik un Presidente Biden fortalecido, astuto, impredecible, contundente.

El Presidente Joe Biden viene empujando fuerte, con una inercia de menos a más, con estrategias políticas y geopolíticas complejas, consolidando sus posibilidades de reelección, el frente estadounidense en la diplomacia de guerra multipolar, y al interior, su gobernabilidad.

Sí, con las victorias electorales de Nevada y Arizona, el Partido del Presidente Biden, el demócrata, está más sólido en el Senado y en el sistema político vecino.

A fuerza de ser objetivos, lejos del análisis deben quedar los motes y erróneos calificativos de tibio y viejito, que algunos medios masivos han endilgado al Presidente Biden.

Dos apuntes más sobre el contexto previo a la visita de los mandatarios:

A fines de septiembre, el gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió una orden ejecutiva que designa a los cárteles mexicanos de droga como organizaciones terroristas e instruyó al departamento de seguridad pública del Estado (DPS), a tomar medidas inmediatas para mantener segura a la ciudadanía texana en medio de la crisis nacional del fentanilo.

En días posteriores a la Nochebuena, el presidente AMLO acusó al gobernador Abbott de ser “inhumano y muy anticristiano”, dada la época de bajas temperaturas y por enviar camiones de migrantes a Washington, Nueva York y Chicago y a la casa de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.

Un día antes de la visita oficial de los presidentes de Canadá y EUA, se desarrollará la última audiencia de preparación en el proceso que enfrenta en el sistema de justicia de EUA Genaro García Luna, el ex Secretario de Seguridad Pública del ex Presidente Felipe Calderón.

Recapitulemos.

Sí, el nuevo Biden, el Biden zorro, el Biden león, agresivo, inteligente y perspicaz, es el que vamos a recibir en la Cd. Mx. los primeros días de este mes de enero del año que comienza.

El presidente mexicano López Obrador tendrá que mostrar sus mejores dotes políticos, carismáticos, persuasivos e histriónicos para contener esta inmensa fuerza, meditado y estratégico momento que los estadounidenses portan en ésta visita histórica.

El cuerpo diplomático mexicano no debe caer en ingenuidad, falsas retóricas y amistad.

La agenda oficial consensuada presenta temas recurrentes por más de medio siglo como migración, comercio, combate a las desigualdades y pobrezas, así como puntos de acuerdo sobre comunidades originarias.

El tema de la no pacificación en México y la exportación ilegal de drogas ilegales sintéticas sofisticadas; sin embargo, se acrecienta como fenómeno delicado transfronterizo para la salud pública y la seguridad interna estadounidense.

Movilidad laboral, cambio climático, salud, competitividad con el resto del mundo y seguridad común, destacan como puntos de agenda a desarrollar con las delegaciones estadounidense y canadiense.

No obstante, el núcleo central de la visita serán los encuentros privados, las reuniones directas, sin prensa, ni redes, ni medios masivos.

Temas delicados como narcotráfico, sucesión presidencial en México, inversión extranjera, Estado de Derecho, inseguridad, violencia contra la libertad de prensa, sistema electoral, podrán provocar fuertes presiones para la soberanía nacional.

Un presidente mexicano cada vez más cuestionado por intelectuales y clase media, justo al inicio del quinto año de su mandato, en que la historia muestra que el Ejecutivo federal pierde liderazgo, y los adversarios de siempre forman nuevas alianzas y los amigos por conveniencia o compromiso se cuartean, se dejan llevar por las ambiciones, sogas de la traición.

La lealtad del gabinete de política exterior hacia el Presidente AMLO y la unidad nacional, serán decisivas en estas circunstancias de tensión y rupturas.

Cajón de sastre.

La UNAM hasta ahora ha logrado defender su autonomía frente a los embates del poder.

En la circunstancia reciente, de no haber ocurrido esta férrea defensa de su autonomía por parte del C. Rector Enrique Graue, hubiese perdido credibilidad y liderazgo en el proceso de sucesión en la Rectoría, a consumarse en noviembre del 2023.

El prestigio de la Suprema Corte también depende de la investigación y el fallo resolutorio de las autoridades universitarias.

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