Finalmente, después de varias semanas, la Cámara de Representantes ya tiene a Mike Johnson como vocero, presidiendo los trabajos legislativos con un liderazgo republicano ultraconservador.

Difícil se percibe que pueda representar los intereses de toda la Cámara, en el que un bastón negociador resulta fundamental para que los asuntos de Estado caminen.

Ello se da en un momento en el que los republicanos siguen apoyando decisivamente a Israel en el conflicto con Hamas-Palestina, contexto desde el que Donald Trump -quien ha solido ser reticente al liderazgo de B. Netanyahu y en su apoyo a Israel-, se suma de manera más recalcitrante que el propio presidente Biden al ala dura republicana.

Ahora la política interior empieza a alinearse en este hilo de consenso mayoritario bipartidista estadounidense proisraelí, y confirma el aislacionismo estadounidense trumpista, posición ahora preeminente en la política exterior estadounidense.

El juicio contra Trump se mantiene intacto y sigue cosechando evidencias en su contra.

Ésta semana, Jenna Ellis se suma a un núcleo de abogadas cercanas a Trump que participaron en su campaña presidencial -Sidney Powell y Kenneth Chesebro-, declarándose culpables de haber diseñado electores falsos para justificar el triunfo electoral del ex presidente republicano.

El proceso penal busca involucrar a cerca de 20 procesados quienes están siendo vencidos al ser acusados de participar en testimonios que buscan hacer convicto en una especie de maxiproceso contra el ex Presidente D. Trump.

Sin embargo, las consecuencias para la candidatura de Trump ha sido todo menos afectada en su popularidad, en su prominencia en las encuestas y en el universo de votantes que le respaldan para la elección presidencial a pesar de que seguirá siendo procesado.

Trump sigue teniendo una estela triunfalista inobjetable en su propio partido, cuando ahora su propio ex Vicepresidente Mike Pence, ha renunciado a postularse por la Presidencia.

Con Biden, EUA está intentando lograr con su respaldo a Israel que es el actor con mucho el más fuerte liderazgo en la región de Oriente Medio; sin embargo, con la doctrina del “ataque defensivo”, la conquista israelí y el dominio territorial de territorio palestino se ve cuesta arriba.

A pesar de la respuesta cada vez más cruenta e indiscriminada contra población civil por la ofensiva militar israelí, está suscitando resistencias, movilizaciones y críticas de opiniones públicas, liderazgos y sociedades vecinas y de cada vez más países internacionales, tradicionalmente aliados de EUA e Israel.

¿Y usted también evitará tomar partido y su antorcha de odio?

La polarización de las opiniones públicas internacionales en torno al conflicto israelí-hamas-palestino, seguirá una pendiente de movilización, posiciones enconadas y afrentas de odio que seguirán escalando.

Varios signos de ello.

A pesar del esfuerzo de Antonio Guterres Secretario General de la ONU de mostrar una posición imparcial y diplomática que incorpore la perspectiva de todos los actores, provocó la furia visceral del representante israelí y ahora insiste en su renuncia.

A su vez, en medios como facebook, hemos visto una pauta de censura a expresiones de apoyo a la comprensión de la causa palestina, evitándose que pueda haber pronunciamientos y posicionamientos ecuánimes en contra de uno u otro acto atroz, que parte de los actores en el histórico conflicto están perpetuando.

Recibimos con pesadumbre las noticias de que Israel sigue escalando el bombardeo en la zona norte de la Franja de Gaza con la premisa del premier Netanyahu de que “Hamas es un desafío existencial para nosotros”, y a su vez, ha sellado la internacionalización del conflicto, al acusar al gobierno de Irán de “financiar el 90% del presupuesto (de la organización terrorista) Hamas”.

Las manifestaciones de apoyo a uno u otro fuego de odio y desprecio han entrado en una espiral irrefrenable, varios ciclistas resultaron heridos por manifestarse a favor de Palestina en la céntrica calle Alberto Aguilera de Madrid, por un conductor que está en desacuerdo con la causa palestina, o lo podemos también corroborar con las manifestaciones cada vez más hostiles contra comunidades que profesan el Islam y personas refugiadas en Francia, Alemania y en varias partes de Europa, en las que son tratados como ciudadanos de segunda clase.

La guerra ruso-ucraniana y ahora éste conflicto regional que escala desde el episodio terrorista de Hamas contra ciudadanos inermes y diversos objetivos estratégicos israelíes, habla del daño que a nivel de escalamiento de la polarización hacia ánimos y odios religiosos, sigue haciendo en las naciones y sociedades europeas, de la impotencia e incapacidad de la diplomacia europea para ser más cautos y distanciarse de la subordinación característica a la política exterior estadounidense.

Se siguen disipando los márgenes de solidaridad, fraternidad, comprensión, diálogo y paz porque se recrean los entornos de la política del mal en la actualización geopolítica de ambiciones -con su contraparte en disturbios callejeros, amenazas de bomba, delitos y asesinatos como episodios fanáticos-, dispuestas a cancelar el futuro de sociedades enteras.

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