La nueva narrativa es que no hay narrativa, no hay respeto por la historia, no hay política edificante, no hay búsqueda de consenso.
La Presidencia de Trump 2.0 nos ofrece una espiral de agresiones, una política de shock, una apuesta por doblegar como táctica de negociación mordaz, corrosiva, larva contradictoria, punzante.
Vemos a un Estados Unidos con un mensaje claro respecto a que si las empresas invierten en ese país tendrán los impuestos más bajos y si le venden a Estados Unidos, tendrán que incluir en su costo aranceles gravosos, lo que encarecería los productos que vengan del extranjero al consumidor estadounidense.
Por esa vía, Trump avanza en su idea de reconquistar el Canal de Panamá, colonizar Groenlandia, degradar a gobernantes y propiciar cambios de regímenes hacia la extrema derecha como está trazado en Canadá y someter a gobiernos como el colombiano de Petro, para usarlos de ejemplo de que su política de deportación y aranceles va en serio.
Durante esta semana, esta ruta trumpiana se combinó con el gran golpe a las aspiraciones de EUA de liderar la carrera tecnológica vía Inteligencia Artificial; sin embargo, se demuestra que el gigante asiático a través de DeepSeek está dispuesto a dar una muy buena batalla o una paliza a empresas hiper tecnológicas estadounidenses.
Si los productos estadounidenses no se pueden vender en otras latitudes como en América Latina, en otras épocas fue inevitable asumir la dificultad de transferencia tecnológica asumiendo sin reservas que se les impusieran mecanismos como la Doctrina Monroe.
Ahora, América Latina tiene una amplia libertad para adquirir sus productos en el mercado estadounidense ya que el proteccionismo confirma su efecto boomerang.
Así, las naciones proteccionistas suelen ahogar sus mercados internos e impactar negativamente en sus propios índices inflacionarios.
Ahora hay tal nivel de competencia global -incluyendo microchips, IA, etcétera-, que como en todos los casos, economías como las latinas tienen diversos grados de integración y diversificación comercial más allá del mercado estadounidense.
Tan es así que las sanciones económicas que se imponían como armas de guerra antes de la guerra ruso - ucraniana, se pueden volver disfuncionales.
Sin embargo, las lecciones históricas propias y latinas de la era de los imperios, nos dicta prudencia pragmática a países como México, sobre todo cuando se ensaya una nueva era de expansionismo territorial, económico, tecnológico, comercial, militar y espacial -a modo de exigencias incondicionales para satisfacer ahora mismo un pasado mítico glorioso-, espejo de futuro en el que México puede ser utilizado como chivo expiatorio global.
Pedro Isnardo De la Cruz es Doctor en Ciencias Políticas y Sociales y profesor en la UNAM. Publicó en 2017 Decisiones estratégicas presidenciales en EUA: El aprovechamiento de la ocasión en crisis de Seguridad nacional y Terrorismo. George W. Bush y Barack Obama (2001-2012).
Juan Carlos Barrón es Licenciado en Administración, Maestro en Estudios para el Desarrollo por la Universidad de East Anglia (Norwich, Inglaterra) y Doctor en Filosofía del Desarrollo Internacional. Actualmente es Secretario Académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.