En una contribución anterior comentamos sobre dos posibles enfoques como fuentes de crecimiento económico del país. Uno de los enfoques se refiere a fortalecer el sector de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) mientras que el segundo tiene que ver con explotar las bondades del nuevo Acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Después de conocer que el país creció 0% durante el segundo trimestre de 2019, y que, por un lado, técnicamente no hay recesión económica, por otro lado, un posible estancamiento no se vislumbra lejos. Entonces la pregunta que anticipamos sigue siendo válida ¿cómo crecer? En esta ocasión profundizamos sobre los retos de las Pymes como motor del crecimiento del país.
Según cifras del Inegi, en México las microempresas (de 1 a 10 empleados) representan 95.4% del total de las empresas del país, mientras que las pequeñas empresas conforman 3.6% y las medianas 0.8%.
Su contribución total al Producto Interno Bruto (PIB) ronda 52% y generan 72% del empleo formal. Sin embargo, a pesar de su impacto en el PIB y en la generación de empleo, tienen tasas de supervivencia muy bajas. Sólo 62.6% de las microempresas que tienen hasta dos empleados vivirán hasta el primer año y 42.6% lo harán sólo hasta el segundo año.
El patrón se repite para las empresas que tienen entre tres y cinco empleados quienes vivirán hasta el primer año en 71.4% y sólo 54.5% vivirán hasta el segundo año. La tendencia mejora a partir de las empresas que cuentan con entre seis y 10 empleados cuyo porcentaje de supervivencia al primer año es de 77.9% y de 65.8% para el segundo año.
Las Pymes han enfrentado retos para el crecimiento por mucho tiempo. Uno de los más mencionados es el acceso al crédito. Según un estudio de la empresa Konfío, las Pymes se encuentran con una serie de barreras como procesos que requieren de estados financieros que las Pymes no saben preparar, tasas de interés que disuaden la contratación de créditos y procesos que en ocasiones son lentos y complejos.
Las grandes instituciones financieras han sido lentas en entender las necesidades de financiamiento de las Pymes y, en su lugar, el ecosistema Fintech ahora ofrece productos de crédito e incluso factoraje con condiciones más convenientes para este tipo de empresas.
Más allá de la falta de crédito, las Pymes enfrentan por lo menos tres retos internos que ponen en juego su supervivencia a pesar de contar incluso con buenos niveles de crédito.
Primero, las Pymes además de generar flujo de efectivo para sus dueños o socios, representan en primer lugar un patrimonio familiar en el que las decisiones normalmente las toma el padre o la autoridad tanto familiar como empresarial. Esto llama a que las Pymes requieren desarrollar esquemas de crecimiento profesional y capacitación para todos los integrantes así como el establecimiento de planes de gobernanza y sucesión.
Segundo, la transformación digital es un factor competitivo crítico hoy donde las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) se han vuelto la columna vertebral de los procesos de negocio. Las Pymes normalmente son las últimas –de entre todos los tipos de empresa– en invertir en este aspecto importante para cuidar lo que es urgente, que generalmente se refiere a pagos y cobros. Los procesos basados en las TICs tienen costos más bajos que pueden incidir en el aumento de los márgenes de ganancia, además de que aumenta la eficiencia de la operación.
Tercero, las Pymes generalmente sufren de falta de talento que opta por buscar oportunidades laborales en las medianas y grandes empresas que ofrecen sueldos y prestaciones mayores. Esto limita la capacidad de acción de las empresas más pequeñas.
En suma, la vulnerabilidad de las capacidades de las Pymes es un reto siempre presente y que puede ser mitigado no sólo con créditos sino con instrumentos que desarrollen sus capacidades organizacionales.
En una próxima entrega analizaremos cómo es que los programa de gobierno actuales impactan en el desempeño de las Pymes y a su vez, en la generación de mayor producción y empleo.
Académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México