Hace algunas semanas se declaró a nivel mundial y también en México el final de la pandemia de Covid-19 que duró un poco más de tres años. En las colaboraciones de ese momento, comentamos sobre los cambios de hábitos y los impactos económicos y sociales causados por el confinamiento, en particular en lo que se refiere al comportamiento del consumidor.

En ese momento comentamos que habría dos tipos de cambios: Los cambios transitorios que son de corto plazo y coyunturales a la situación mientras que los cambios de estado estacionario que se mantienen en el tiempo. A más de tres años del inicio de la pandemia y del confinamiento social en México, podemos identificar sectores que han cambiado drásticamente en estos últimos años.

El primer sector es el comercio electrónico. Durante los meses que duró el confinamiento, las ventas por canales digitales crecieron lo que iban a crecer los siguientes cinco años. Las tiendas en línea tuvieron crecimientos drásticos en ventas. Pero también los supermercados aprovecharon el momento para rediseñar la forma de vender como “recoger y llevar” y las entregas a domicilio. Hoy, el comercio electrónico se mantiene en crecimiento y prácticamente todos los minoristas tienen algún tipo de entrega a domicilio. Durante la pandemia el consumidor encontró valor en la conveniencia de recibir los productos a domicilio y ese comportamiento se sigue manteniendo y aparentemente seguirá convirtiéndose en un hábito de consumo más permanente. Es un cambio de estado estacionario.

El segundo sector es el sector del entretenimiento. Durante la pandemia las cadenas de cines operaron con una audiencia muy reducida, que se ha ido recuperando gradualmente, aunque aún no alcanza aún los niveles previos a la pandemia. Las cadenas de transmisión de video bajo demanda tuvieron también un crecimiento importante durante la pandemia, pero también aparecieron varias plataformas más y la competencia empezó a ser más intensa. La pandemia sólo catalizó el crecimiento. Con la mitigación de la pandemia, el entretenimiento volvió a diversificarse con lo que la base de clientes disminuyó. Hoy las plataformas representan sólo una parte del entretenimiento y enfrentan una competencia que les está llevando a desaparecer o aliarse. Incluso plataformas de videoconferencia como Zoom, tuvieron un crecimiento rápido durante la pandemia, pero conforme los niveles críticos de la pandemia iniciaron el descenso, la compañía perdió clientes y esto impactó el precio de su acción, que regresó a niveles prepandemia. Aquí hay dos efectos que impactan negativamente el crecimiento del entretenimiento en línea, la diversificación y la competencia intensa. Hoy, el cambio de estado estacionario está en que el consumidor de entretenimiento tiene opciones tanto de salas de cine como de video bajo demanda, lo que aumenta la presión sobre las compañías para ofrecer diferenciadores.

El tercer sector es el turístico que engloba los servicios de transporte terrestre y aéreo, hotelería y servicios de hospitalidad, que en México representa uno de los sectores más importantes para el crecimiento económico. Durante la pandemia, al ser una industria intensiva en capital, las líneas aéreas fueron las primeras en sufrir la baja demanda ocasionada por el confinamiento. También los hoteles experimentaron una demanda disminuida. Los cambios drásticos de demanda provocaron la quiebra de restaurantes, que son el eslabón más débil en el ecosistema de la hospitalidad. Hoy los viajeros internacionales están regresando a México y también el turismo local ha regresado a niveles todavía inferiores a los de la pandemia. Lo que es claro en el sector es el uso más intenso de medios digitales para ofrecer información que el turista prospectivo pueda evaluar, así como algunas flexibilidades al momento de las reservas. El sector turístico está empezando a experimentar con la realidad virtual, realidad aumentada y el metaverso como complemento de las experiencias presenciales. Aún está por verse si este cambio es transitorio o permanente.

Los ejemplos anteriores dejan ver que la dinámica de las industrias corre a diferentes velocidades, con disrupciones y cambios incrementales. La pandemia aceleró muchos de los cambios, algunos de ellos se quedaron como la entrega a domicilio mientras que otros desaparecieron como algunas ofertas de entretenimiento puramente digitales. La idea de la presencialidad aún predomina en varias experiencias de consumo. Identificar los detonadores de cambio es clave para entender dónde estará cada industria en uno, o tres o cinco años. El análisis del entorno de negocios es clave para lograr los ejercicios efectivos de prospectiva.

Profesor de la Facultad de Economía y Negocios. Universidad Anáhuac MéxicoEmail: 

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