Cuando el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México estaba en su auge, (hacia 1973-75), bajo la dirección del museógrafo y crítico de arte don Fernando Gamboa, empezó, dicho museo, la publicación de la revista trimestral Artes visuales, sumándose a la sólida lista de revistas de arte, literatura y política que se publicaban entonces, como Plural, Diálogos, Revista de la UNAM, Siempre, etc. amén de los suplementos culturales de varios periódicos.
Salvador Elizondo, experimentado creador y fundador de las revistas Nuevo Cine y S.NOB, aceptó la invitación que el Museo de Arte Moderno le hizo de dirigir el número 6 de la primavera de 1975. Después de pensarlo detenidamente se decidió por el tema que tituló “Texto y textualidad”.
En la presentación o introducción del número 6 Elizondo escribe:
“Desde sus orígenes más remotos todas las formas de expresión artística muestran una clara y significativa tendencia a fundirse en una forma más amplia por la que los elementos esenciales de cada una de ellas se conjugan y se combinan en manifestaciones de otra índole que son como la segunda potencia de la figura primigenia que animan. Tal es el caso muy evidente de la simbiosis de pintura y escritura que encuentra su más alta expresión en la escritura china en la que la palabra escrita designa al objeto que representa, aún si este es de naturaleza abstracta, mediante una forma que es a la vez legible y visible, es decir concreta.
“El pensamiento de occidente, que se concretiza mediante el empleo combinatorio de unos cuantos signos convencionales — no son más de dos docenas— no ha permanecido del todo ajeno a esta tendencia por la que se pretende dar un contenido visible a la forma legible. La poesía ha sido, desde la antigüedad clásica, el vehículo de estas tentativas. El poema griego ‘La siringa’ reproduce en la disposición de los versos que lo componen la forma de este instrumento; el oráculo de ‘Diva Botella’ en Rabelais tiene la forma de una botella y la simbología de los alquimistas, al igual que los emblemas de los místicos del periodo barroco tiene la pretensión de hacer visible y concreto el significado de ideas o conceptos abstractos.
“Es en el siglo presente cuando esta tendencia de fundir forma y significado encuentra su expresión idónea en la noción de texto o textualidad, por la que a su vez se define la posibilidad de hacer legible lo que es visible o viceversa: poesía concreta y texto visual son el resultado de esas tentativas.
“En el presente número de Artes visuales se recogen algunas muestras que dan cuenta de estas nuevas escrituras. Su legibilidad está en función directa de su visibilidad y es de esperarse que ni la originalidad ni la sutileza de ciertos estilos impidan la captación de su significado, ya que en ellas éste no es distinto de su forma evidente.”
Salvador Elizondo
Para la investigación y realización sobre el tema, Salvador me invitó a colaborar con él como fotógrafa. Un trabajo apasionante para mí porque cada una de las imágenes que eligió para ilustrar el ensayo que escribió para la revista en cuestión la fotografié bajo su guía y dirección. A mediados de los años 70 no había otro método, la era digital estaba a más de 30 años de distancia… (Continuará)