El niño Salvador Elizondo Alcalde, futuro escritor, crece en el auge de la Alemania nazi de 1937. Las fotografías de época del álbum familiar nos revelan a un niño que experimenta el aprendizaje simultáneo de dos culturas e idiomas. Por otra parte, su padre, don Salvador Elizondo Pani, experimenta un cargo diplomático estratégico por el momento histórico en el que el destino ha puesto a padre e hijo.
México le vende petróleo a Alemania, por lo que las relaciones diplomáticas entre ambos países, en el climax de euforIa y exaltación que vive la Alemania de Hitler, son de suma importancia.
Como conté a ustedes, el embajador de México en Alemania entonces era don Francisco Icaza, y el cargo de mi suegro era el de agregado de negocios. En muchas fotografías aparecen juntos en paisajes nevados, todos con vestimentas invernales, las familias del embajador y la de mi suegro. Los niños Salvador Elizondo Alcalde, de cinco de edad, y Paquito Icaza junior, de siete años son capturados por la cámara fotográfica de mi suegro abrazados sentados en un trineo en medio de la nieve. Paquito Icaza junior se convertiría con el tiempo en un pintor relevante. Ambos siguieron siendo amigos en su vida adulta y yo compartí con ellos pláticas sobre sus recuerdos de infancia.
Para los interesados, Salvador Elizondo, mi esposo, escribió alrededor de 1964 una Autobiografía (que en segundas ediciones tituló Autobiografía precoz porque le pareció que era muy joven para escribir una cuando aún estaba “en el medio del camino de su vida”, parafraseando a Dante) en donde narra los recuerdos de su extraordinaria experiencia. (Continuará)