“Bewere the Ides of March”…
William Shakespeare, “Julius Caesar”, 1601
Con los “idus” de marzo llegaron los malos tiempos para México y el mundo entero. Un virus coronado reina sobre la humanidad y en un santiamén nos encontramos ante un “distinto amanecer” (como la película de Julio Bracho) que impone, como arma principal para combatir al virus Rey, un encierro domiciliario y la renuncia de la sociedad entera al mundo urbano y citadino, creándose una gran incertidumbre ante el desenlace de la gran epidemia que Bill Gates predijo que pasaría algunos años atrás. Mi preocupación principal es el futuro de la niñez y juventud al verse limitados en sus actividades y aprendizaje, confinados a las paredes de su casa.
Por cumplirse el próximo 29 de marzo el catorceavo aniversario luctuoso de la partida de Salvador Elizondo al viaje sin retorno tenía yo pensado escribir sobre los malos tiempos que vinieron para él cuando fue diagnosticado con una grave enfermedad y cómo su fortaleza y amor por la vida lo llevaron a escribir día a día, hasta tres días antes de su muerte, en sus Cuadernos de Diarios, con detalle y dibujos, su experiencia como paciente. Un acto literario valiente y fascinante que sería mi próximo proyecto para seguir publicando las páginas inéditas en su obra, sin embargo, no pude abstenerme al trágico e inusitado momento que vive hoy el planeta entero y me pregunto: “¿Que hubiera escrito Elizondo del apocalíptico trance que estamos viviendo?