El fenómeno de la “camera obscura”, el cual es capaz de transportar, mediante la luz, las imágenes de la realidad e introducirlas por un orificio al interior del espacio negro, era un fenómeno de la física aceptado como indiscutible por los hombres de ciencia y artistas del Renacimiento. El mismo Leonardo da Vinci lo dibuja en sus cuadernos. Se cree que pintores como Velázquez de alguna manera utilizaron la “camera obscura”, tal vez en el enigmático cuadro de Las Meninas o en su célebre retrato del Papa Inocencio o el caso de los maravillosos cuadros de Johannes Vermeer que suceden en un cuarto que parece ser siempre el mismo, donde hay un piso cuadriculado con la ventana del lado izquierdo bañando a los personaje y objetos con una luz perfecta y mágica, que explicaría, tal vez, el uso de algún tipo de “camera obscura”, sin embargo, aunque se conocía el fenómeno, no era posible materializar físicamente la imagen que penetra en la oscuridad del espacio negro, pero las cosas empezaron a avanzar.
La “camera lucida “
Hacia finales de 1780 y hasta 1826, el fenómeno mágico atrajo el interés de ópticos e ingenieros, quienes desarrollaron la manera de visualizar las imágenes reales mediante el invento de un aparato que denominaron “camera lúcida”, que, mediante la combinación de una “camera obscura” y espejos, reflejaba la imagen de la realidad sobre un vidrio despulido donde aparecía la imagen de afuera. Por fin los pintores podían dibujar directamente de la realidad absoluta. El aparato tuvo mucho éxito y se comercializó para convertirse en un utensilio indispensable de los pintores, sobre todo de los paisajistas, ya que era portátil y “en sito” podían reproducir la escena a su imagen y semejanza exactas, no había duda. Esto trajo por ende la decadencia de la pintura que, en su afán de ser cada vez más realista, ayudados por las diversas “cameras lúcidas”, cayó en un estancamiento.
La primera fotografía de la historia
No sería hasta 1826 que Nicéphore Niépce lograría realizar, mediante un procedimiento muy primitivo, basado en una solución de betún de Judea y sales de plata, el gran sueño y materializa la primera fotografía de la historia de una aventura ardua que comienza con la captura de la imagen desde una ventana. La primera fotografía de la historia llevó una exposición a la luz de ocho horas de duración. Aparece entonces “la fotografía” como tal.
El mundo se asombra, queda atónito: El hombre ha logrado una de las más grandes hazañas científicas de la era moderna que revolucionará y cambiará todo. El hombre ha encontrado en la fotografía el vehículo de la realidad. ¡¡¡El mundo es real!!! y se puede corroborar mediante la fotografía que es capaz de capturar todo lo que existe… (Continuará)
