El pasado 1 de julio, en Florida, entró en vigor la ley SB1718 propuesta por el gobernador Ron DeSantis, la cual es claramente antiinmigrante. En Texas, también se está exacerbando dicha postura con la operación Lone Star. Pero más que ser medidas para detener la migración, son acciones en contra de los trabajadores inmigrantes que los obliga a entran a Estados Unidos de forma irregular, para convertirlos en criminales. Sin embargo, su mercado laboral necesita de ellos, por al menos dos razones: primero por el envejecimiento de su propia fuerza laboral, y segundo porque son trabajadores especializados que cubren actividades fundamentales de la economía a muy bajo costo, y que los trabajadores nativos desprecian.
En Estados Unidos se pagan muy bajos salarios a los trabajadores mexicanos, como ya comentamos, al convertirlos en criminales se les impide exigir el respeto a sus derechos humanos y laborales, y otro mecanismo es seguir reproduciendo relaciones sociales construidas sobre un sistema capitalista y de supremacía blanca, que orilla a los trabajadores extranjeros en general, y a los mexicanos en particular a incorporarse en los trabajos catalogados como 3D (dangerous, difficult, dirty).
El recrudecimiento del ambiente hostil contra los inmigrantes debe entenderse también en el contexto de sus tiempos políticos. El gobernador de Florida busca ser el candidato presidencial del partido más conservador, y su contrincante a vencer es Donald Trump. Para DeSantis, el tema migratorio sigue siendo estratégico, como lo fue para el expresidente. El discurso consiste en señalar a los trabajadores extranjeros como los culpables de todos los males internos, esto permite no comprometerse a solucionar los graves problemas como son el consumo de drogas, la población sin casa, el aumento de su deuda, y la desigualdad social, por señalar algunos.
Regresando al tema migratorio, si en verdad el objetivo de la política migratoria estadounidense fuera detener a los inmigrantes irregulares, no se explica cómo han llegado más de 6 millones de mexicanos sin documentos. En 2022, el total de latinos en el mercado laboral estadounidense fue de 16,327,971 (IPUMS CP 2023), representando el 9.9% de toda la fuerza laboral, por su parte los trabajadores mexicanos (con y sin documentos) suma ron 7,879,616 (IPUMS CP 2023), el 4.8% del total de la población trabajadora en Estados Unidos, y casi la mitad de la población latina en dicho país (48.3%).
En Florida, la mano de obra latina representa el 23.8% y en Texas 14.7%. En el estado del gobernador Ron DeSantis, los mexicanos representan el 9% de los latinos, mientras que, en el estado de Greg Abbot, son el 71.3% de la mano de obra latina, estamos hablando de más de un millón y medio de trabajadores mexicanos. Las medidas anti migratorias de los gobernadores de Florida y Texas, son expresión del racismo, que se entrelazan muy bien con los intereses de los dueños de las empresas que acumulan sus riquezas a costa de la pobreza en la que viven nuestros connacionales.
Sin embargo, desde mediados del siglo XX, está probado por la biología, la genética, y la antropología que las “razas humanas” no existen, porque todos los humanos, somos idénticos en un 99.9% de nuestro ADN.