En los hipódromos de todo el mundo, los factores que hacen que un caballo gane o pierda una carrera son tantos, que termina por hacer fascinante el espectáculo de las carreras.
De la genética al jinete, la posición de barrera, la arrancada, la estrategia en el manejo de los pasos parciales, el tráfico que se genera en la pista.
Estos son unos pocos de los mencionados factores que determinan el orden de llegada.
Y ahí, entre todas esas variables, el estado de la pista, o lo llamamos, los estados alterados de la pista.
La pista “perfecta” u óptima para una competencia es la llamada rápida. Aquí la arena (me estoy refiriendo específicamente a las pistas de arena ) está seca y debe ser regada antes de cada carrera para no levantar polvo.
Es la condición ideal para que todos los caballos hagan sus mejores esfuerzos. Si llueve un poco, lo suficiente para no tener que regarla cada vez, se puede seguir considerando rápida.
Suele ser mejor aprovechada por los caballos veloces, aquellos que buscan marchar adelante desde el principio. Si la lluvia es intensa y el desagüe no puede desalojarlo todo, comienzan los charcos de la pista encharcada.
Hay caballos especialistas en correr bajo estas condiciones.
Los charcos, después de un rato, hacen lodo, y así se llama otra condición de pista, "la lodosa". Hay historias extraordinarias de caballos ordinarios que bajo estas pistas hicieron competencias inolvidables, derrotando a otros que eran favoritos y con más fama. .
Además está la condición de pista lenta, cuando los propios tiempos de los corredores se quedan muy lejos de los que están acostumbrados. Esto ocurre regularmente después de un buen día de lodo.
Si está extra lenta, puede caer en la categoría de pesada. Para todas estas condiciones los herrajes, el tino del jinete en el paso del caballo y la habilidad de este último para correr bajo las pistas alteradas, harán la diferencia entre tomarse la foto del primer lugar, o ser enviado a la caballeriza sin pena ni gloria. Y a veces sin zanahoria del premio al esfuerzo.
Las carreras son fascinantes, y mientras más conozco al hombre, más quiero al caballo.
@patchhipodromo
