México tendrá a partir de mañana a una mujer en la Presidencia, algo inédito y muy relevante en un país que tiene una deuda inmensa con nosotras. La violencia de género aquí se expresa de las maneras más terribles: agresiones al interior de las familias, trata de personas, turismo sexual creciente y una alarmante cifra de feminicidios diarios. Las mujeres necesitamos de cambios drásticos y urgentes para poder vivir sin miedo en un país parcialmente sometido por el crimen organizado.
En el ámbito económico hay también un importante rezago. La brecha salarial entre hombres y mujeres persiste, los cargos directivos son mayoritariamente ocupados por varones y la carga de las tareas domésticas sigue recayendo casi totalmente en las madres de familia.
La manera en que la presidenta enfrente estos retos será determinante. Que gobierne con una verdadera perspectiva de género, es lo mínimo que esperamos de ella. Sin embargo, los retos son inmensos como para pretender que los resuelva sola. Se requiere del esfuerzo coordinado de muchos sectores para avanzar en las soluciones.
El recorrido de Claudia Sheinbaum en la academia y en la política nos permite saber que es una mujer que toma decisiones colegiadas; que conforma equipos con personas capacitadas y los escucha; que decide a partir de mediciones, datos y análisis; que es estratégica y pragmática. Esos rasgos son alentadores, sobre todo si consideramos la inmensa concentración de poder que habrá en la Presidencia. Los cambios constitucionales recientes desaparecieron los pocos contrapesos que había, por lo que la sensatez de quien ejerza el mando será crucial.
Toca dejar atrás nuestras diferencias para trabajar unidos por un mejor México. No podemos simplemente sentarnos a esperar a que los cambios culturales ocurran, para que la sociedad se vuelva más armónica y paritaria. No podemos tampoco entregar el país a los criminales.
Convóquenos a todos, señora presidenta. Necesitamos un liderazgo que sea fuerte y determinante, pero también empático e incluyente. Háblenos a todos y escuche a quienes nos atrevemos a discrepar. Estamos agotados de ese maniqueísmo que insiste en separarnos. Ya tuvimos suficiente de agresiones y llamados a la división. Motívenos a participar unidos de la construcción de un mejor México. Muestre su voluntad de gobernar con grandeza y para todos.
@PaolaRojas