La búsqueda de una vida mejor está llevando a cientos de miles de personas a un calvario peor que del que tratan de huir. La migración no es un fenómeno nuevo, pero sí ha adquirido dimensiones nunca antes vistas. La crisis migratoria que sufre nuestro país genera efectos colaterales que cada vez pasan menos desapercibidos para la población general. Lo que antes solamente era visible en las centrales de autobuses o cerca de las oficinas migratorias, se transformó en un hecho habitual: hoy podemos ver a los migrantes esparcidos por toda la ciudad de México. De acuerdo a la Organización Internacional para las Migraciones, nuestra frontera norte se ha convertido en la ruta terrestre más mortal del planeta para los migrantes. Este mismo organismo de Naciones Unidas logró registrar en lo que va de este año la muerte o desaparición de 789 migrantes en esa zona, lo que representa 103 más que en todo 2022.Estas cifras coinciden con las que ha difundido la autoridad en México. De acuerdo a la Secretaría de Gobernación, agosto se convirtió en el mes de mayor flujo migratorio irregular del que se tenga registro. El asunto se vuelve aún más complejo ante la inexorable participación del crimen organizado. Hay tanto dinero detrás del movimiento masivo de personas, que ya hay delincuentes víctimas de delincuencia. Por increíble que se escuche, se ha documentado que los traficantes de personas tienen que pagar extorsiones. Apenas este fin de semana en Tecate, Baja California, dos mexicanos murieron asesinados luego de un ataque armado a migrantes. Y es que es una zona controlada por un grupo criminal que exige pago por derecho de piso a los polleros.

Lo más dramático de este fenómeno son los constantes abusos y vejaciones que sufren las mujeres y los niños. Los menores son ahora reclutados por los traficantes para guiar a los migrantes que cruzan el río Bravo. Eligen a niños porque no pueden permanecer detenidos en Estados Unidos Se les considera como menores que viajan solos, por lo que son inmediatamente liberados y pueden regresar pronto a seguir trabajando para los criminales.

El gobierno mexicano destinará un presupuesto de 18 mil 948 millones de pesos en 2024 para atender el tema migratorio, pero no se trata de ayuda humanitaria. Más del 90 por ciento de esos recursos serán para labores de aseguramiento, contención y deportación. De hecho, ya se analiza  la posibilidad de empezar a deportar a Ecuador, Venezuela y Colombia a los migrantes de estos países que sean rechazados en Estados Unidos. Todas estas medidas de contención aportarán aún más tensión y penurias para los migrantes cuya situación actual demanda medidas urgentes. Solo un enfoque regional puede acercarnos a una verdadera solución. Así se planteó en el Diálogo Económico de Alto Nivel entre México y EU, allá en Washington. Se habló de la necesidad de “coordinar estrechamente la asistencia para el desarrollo económico con el fin de mitigar las causas fundamentales de la migración¨El problema es que, a pesar de la urgencia, el tema no es realmente prioridad para ninguno de los dos países. La atención tanto en México como en Estados Unidos está puesta en la elección presidencial del próximo año. En este clima preelectoral en el que casi todas las decisiones tienen un cálculo político, solo se moverán las fichas que generen popularidad. Seguramente escucharemos muchos discursos taquilleros y veremos pocas decisiones eficaces.  También en ese escenario, los que llevan la de perder son los migrantes.

@PaolaRojas

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