La lucha del movimiento feminista no cesa. La toma de la sede de la CNDH en la Ciudad de México fue la primera de muchas intervenciones en las que las mujeres de otros estados están ocupando o manifestándose en instalaciones del organismo que se supone que existe para protegerlas. La gran respuesta ante este doloroso hartazgo , fue una vez más, preocuparse por el inmueble y el arte que lo habita. Se generó un escándalo en redes por la intervención al retrato de Francisco I. Madero .
El autor de la obra, Jose Manuel Nuñez , mejor conocido como Jomanu , me dijo en entrevista que su primera reacción fue la humana, sentirse “efusivo y negativo”. Sin embargo, luego de que conoció los pormenores de lo que habían sufrido las mujeres ahí reunidas, abrazó las razones de su movimiento. Y es que la frustración por las cifras crecientes de feminicidios y el incremento en la violencia de género , se están haciendo escuchar a golpe de gritos y pintas. “Yo estoy más que en contra de los feminicidios , y en contra de cualquier maltrato hacia la mujer. No estoy en contra de que se quieran expresar, al contrario, tienen que ser escuchadas. Una pintura nada tiene que ver en este problema nacional”. Luego de decir esto con mucho énfasis, Jomanu terminó pidiendo disculpas por su reacción inicial, con la humildad de quien entiende el dolor y el sufrimiento de las víctimas de violencia . El artista plástico ha visto ese dolor de cerca, porque fue fotógrafo justo en el mismo organismo que están tomando las mujeres a lo largo del país. Llama la atención su empatía, profunda, llena de sentido, y me pregunto: ¿Qué tiene este pintor que no tienen otros en nuestro país? ¿Qué tenemos que hacer para que muchos entiendan que la lucha no es de las mujeres, si no de toda la sociedad?
Jomanu cerró la conversación reflexionando que si las mujeres son escuchadas y atendidas, si se les hace justicia, habrá valido la pena lo que sucedió con su cuadro. Si queremos paz, agregó, debemos prepararnos para una verdadera conciencia . “Ningún objeto material vale más que una vida humana”.
Luego de conversar con las mujeres que tomaron las instalaciones en el centro de la Ciudad de México, se comprometió con ellas a crear una obra para demostrar que está a favor de ellas, de las violentadas, de las guerreras que sólo están exigiendo lo que merecen, encontrar la paz y no temer por sus vidas y las de sus hijas y que la ley meta su peso para redimir a todas aquellas que ya no están.