La semana pasada, la revista Forbes publicó la lista de las mujeres más poderosas del mundo. Incluye a personas destacadas en negocios, tecnología, finanzas, entretenimiento, filantropía y política.

En el lugar número cuatro aparece la presidenta Claudia Sheinbaum. Es una de las tres latinoamericanas en el ranking anual. Esta publicación destaca que “Sheinbaum, de 62 años, es la primera mujer que preside el país, la duodécima economía más grande del mundo, en sus 200 años de historia como nación independiente”.

Los tres primeros puestos son ocupados por europeas. Algo que no extraña si tomamos en cuenta que se trata del continente que más se acerca a una paridad de género consistente.

La lista la encabeza la alemana Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea desde diciembre del 2019. Ella empezó su carrera en el ámbito regional y saltó a la política nacional de la mano de una mujer crucial en el camino de muchas: Ángela Merkel. Ursula ha encontrado tiempo para estudiar arqueología, economía y medicina; también para procrear siete hijos.

En el segundo lugar de este ranking está Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo desde octubre de 2019. Esta abogada y economista fue antes directora del Fondo Monetario Internacional y es sin duda una autoridad global en los ámbitos económico y financiero.

Le sigue Giorgia Meloni, presidenta de Italia desde 2022. Se trata de la primera mujer en gobernar ese país. Giorgia es periodista, pero empezó a participar en política desde los 15 años, cuando se unió al ala juvenil del MSI, un movimiento considerado neofascista. Desde 2014 dirige el partido político Hermanos de Italia. La romana asegura no ser fascista y ha ido alejando progresivamente a su movimiento de la extrema derecha.

En el quinto sitio se ubica la estadounidense Mary Barra, directora ejecutiva de General Motors. Se trata de la primera mujer al mando de un gigante automotriz, por lo que en los años recientes ha sido parte de todas las listas que contemplan a las ejecutivas más poderosas del mundo de los negocios. Mary estudió ingeniería eléctrica y luego administración de negocios en Stanford. Es muy brillante y su ascenso en la empresa automotriz ha sido vertiginoso.

La lista sigue y en ella aparecen más líderes con perfiles similares. Todas con muchos años de estudio y muchos también de trabajo arduo. Mujeres que hacen magia para combinar el ámbito laboral con el familiar; que estiran las horas para criar hijos mientras se abren paso en un mundo que no está aún diseñado para madres profesionistas.

Muchas de ellas no llevan el nombre que recibieron al nacer, por la anacrónica costumbre de dar a las mujeres el apellido de su esposo al casarse. Aunque han logrado destacar en un camino lleno de obstáculos, han hecho mundialmente famosos los apellidos de ellos. Sin embargo, no se detienen ante esos sesgos de género, ni ante la misoginia patriarcal que las discrimina.

Ojalá que el honor de ser las primeras en llegar a cargos tan importantes, las impulse a construir una realidad más paritaria y a abrir espacios para otras mujeres. Seguramente están orgullosas de ser las primeras. Ojalá las enorgullezca aún más el NO ser las últimas.

@PaolaRojas

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